Recibió de un narco $200 mil por cometer el crimen
Detiene la PGR al asesino del comandante Robles Liceaga
Se planeaba la ejecución de otros importantes funcionarios
GUSTAVO CASTILLO GARCIA
El asesinato del comandante Guillermo Robles Liceaga, ex director ejecutivo de Operaciones Mixtas de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal -ocurrido el primero de mayo de este año-, está ligado al narcotráfico. Fuentes de la Procuraduría General de la República revelaron que Esteban Galindo Buenrostro, quien recibió 200 mil pesos como pago, confesó que un narcotraficante que opera en los municipios de Villa del Carbón y Nezahualcóyotl, así como en la delegación Iztapalapa y en el barrio de Tepito, fue quien ordenó la ejecución.
Según revelaron a La Jornada, Buenrostro Galindo portaba una lista de otras personas que debían ser asesinadas por obstaculizar la venta de droga tanto en el DF como en Nezahualcóyotl, ellos eran el actual subsecretario de Seguridad Pública en el Distrito Federal, Raymundo Collins, y el edil nezatlense Héctor Miguel Bautista López.
Esteban Galindo Buenrostro fue detenido en la ciudad de México la noche del pasado jueves por autoridades capitalinas, y puesto a disposición de la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos contra la Salud (FEADS), dependiente de la Procuraduría General de la República (PGR).
De acuerdo con los informes recabados, Galindo Buenrostro recibió como pago por el homicidio de Robles Liceaga 200 mil pesos, los cuales fueron repartidos con varios de sus cómplices.
El contratante, del cual no se pudo obtener su identidad, supuestamente es un hombre que permaneció varios años preso en un reclusorio de esta ciudad, acusado de delitos contra la salud.
Pese a que se habrían obtenido importantes datos sobre la manera en que opera esta red de distribución de drogas en la ciudad de México y municipios como Villa del Carbón y Nezahualcóyotl, las autoridades no han logrado localizar al autor intelectual del homicidio contra Robles Liceaga, atentado en el cual también resultó muerto el subjefe Martín Guerrero y lesionados de gravedad los agentes Jorge Luis Romano y José Manuel Romero.
Robles Liceaga dirigía el Grupo Roble, constituido para detectar puntos de venta de droga al menudeo en la ciudad de México, y supuestamente antes de morir trabajaba para detener a la banda que finalmente ordenó su asesinato.