REPORTAJE
Se conmemora el día internacional de esos recintos
culturales
Acercarse al público mediante nuevos lenguajes,
reto de los museos en México
Marinela Servitje, directora de Papalote Museo del
Niño -que recibe 3 mil visitantes diarios en promedio, con un costo
de 40 pesos la entrada-, menciona que en la actualidad muchos recintos
museísticos en el país se han vuelto burocráticos
y son transformados en oficinas de gobierno o ''cajas de zapatos", pues
algunas personas encargados de dirigir esos espacios han olvidado la finalidad
para la que fueron fundados
ANASELLA ACOSTA NIETO
Lograr un vínculo entre las exhibiciones y el público
es el principal reto de los museos mexicanos, recintos de conocimiento,
testimonio y recreación del quehacer y evolución de las diferentes
culturas.
Coordinadores y titulares de museos coinciden en lo anterior
y reflexionan sobre la gratuidad en el acceso a esos espacios, la importancia
de precisar políticas claras para determinar qué se exhibe
y quiénes exponen, así como la necesidad de fortalecer la
identidad ante el proceso de la globalización cultural.
Si bien existe una relación entre los visitantes
y los museos, en la medida en que las personas andan en busca de identidad,
hay muchos problemas en la forma de transmitir los conocimientos culturales,
reconoce José Enrique Ortiz Lanz, coordinador nacional de Museos
y Exposiciones del Instituto Nacional de Antropología e Historia
(INAH).
''Más
que una separación entre público y museo, en los recintos
del INAH hace falta renovar los mecanismos de comunicación. Sabemos
con claridad qué es lo que debemos decir y el público también
tiene claro lo que espera de los museos de antropología e historia,
pero hay retraso en el ámbito de la comunicación", explica.
Ortiz Lanz considera que es necesario proponer soluciones
mediáticas, crear centros de información y recurrir al uso
de tecnologías para seguir el ritmo de los cambios de los mecanismos
de educación y comunicación. En el futuro ?comenta? se prevé
que la computadora personal de mano contenga toda la información
de una visita, instrumento que ya se usa en otros países pero cuya
implementación, por ahora, resulta muy costosa en México.
Marinela Servitje, directora de Papalote Museo del Niño,
menciona que en la actualidad muchos recintos se han vuelto burocráticos
y son transformados en oficinas de gobierno o ''cajas de zapatos", pues
algunas personas al frente de esos espacios han olvidado para qué
fueron fundados.
Existen museos que se han mantenido intactos durante 30
años. Las personas que están al frente han olvidado que estos
espacios no son estáticos, que deben evolucionar a diario sin demérito
de su esencia.
Por ello, hay que celebrar los cambios en el Museo Nacional
de Arte (Munal), el del Castillo de Chapultepec e incluso en el Rufino
Tamayo, en el que con pocos recursos se efectúan modificaciones
importantes.
Graciela de la Torre, directora de Munal, destaca que
los museos de México han sido fundados con un espíritu de
servicio al público y a la educación; por ello, sus acciones,
exhibiciones, estrategias de educación y comunicación ''tienen
que partir del conocimiento del público, pero no como masa, sino
como individuos; esto representa un giro que hará que los museos
sean nuevos. Hay que asumir nuevos lenguajes que hagan más dinámicos
a esos espacios".
La coordinadora de museos de la Universidad Nacional Autónoma
de México (UNAM), Julia Tagüeña, considera que esos
espacios culturales deberían mejorar su función de acercamiento
con el público. Apunta que en América Latina sólo
5 por ciento de la población visita los museos científicos,
cifra que refleja que aún falta mucho por hacer. Opina que es preciso
fortalecer el trabajo con las escuelas para ampliar el apoyo que representan
esos recintos en beneficio de la educación formal.
Acerca de la posibilidad de que los museos ofrezcan acceso
gratuito a las salas al considerarse entidades educativas, Servitje opina
que en los países donde los ministerios de Cultura cuentan con grandes
presupuestos, como ocurre en Gran Bretaña, el acceso gratuito se
debe defender. Pero en un país de escasos recursos, como México,
la situación es distinta; los museos nacionales están descapitalizados
y apenas tienen dinero para pagar sueldos.
El cobro de una cuota mínima no es obstáculo
para entrar a un museo, menciona la directora del Papalote, que recibe
a diario 3 mil visitas con un costo de 40 pesos por persona y programas
de descuento. ¿Por qué no gastar de 20 a 40 pesos para entrar
al museo en lugar de 120 para ir a Six Flags?, se pregunta.
El coordinador de Museos y Exposiciones del INAH manifiesta
que la investigación concerniente al público demuestra que
''la gratuidad absoluta lleva al menosprecio", por lo que se debe cobrar
una pequeña cantidad. Al momento de establecer costos simbólicos,
en los materiales informativos, por ejemplo, entra el criterio del visitante
sobre si realmente quiere tener un folleto o no, porque muchas veces terminan
en la basura o de ''avioncitos''.
En el caso específico del acceso a las salas, asegura
que es necesario revisar los costos, pero se debe mantener el acceso gratuito
un día a la semana para que todas las personas puedan asistir.
Tagüeña, tajante, asevera: ''Los museos en
realidad no pueden ser gratuitos porque tienen un costo muy alto de mantenimiento
y actualización. Curiosamente la gente los aprecia mucho más
cuando se ha pagado la entrada. Claro que debe haber programas de subsidio
para que la población marginada no pague; descuentos y paquetes
para que determinadas personas tengan acceso sin costo.
De la Torre menciona que de la gratuidad no se puede hablar
a la ligera, pues se tendría que realizar un sondeo para saber qué
piensa el público: si las personas estarían dispuestas a
pagar una cuota o preferirían tener un sistema de donativos de acuerdo
con sus posibilidades. ''Hoy no se pueden tomar decisiones desde el escritorio
de ningún funcionario, llámese director de museo o jefe de
investigación. Tenemos un interlocutor básico que es el público
y debemos escucharlo; ese es el funcionamiento del museo del siglo".
Al referirse al favoritismo cultural para determinar qué
temas y qué autores se eligen para las muestras -al que se han referido
los artistas en diversas ocasiones-, la directora del Munal reconoce que
es necesario establecer políticas claras. ''Es importante la opinión
del director del museo y acogerse a la política cultural del Estado,
pero es más relevante que se cuente con consejos académicos
y curatoriales de manera que las exposiciones no sean por capricho, ni
unilaterales y pueda enriquecerse la vida de los museos". El Munal ya trabaja
con el apoyo de un consejo, al igual que otros recintos, pero aquél
no tiene carácter normativo.
Actualmente en México funcionan cerca de mil museos.
Servitje considera que son suficientes para atender la demanda y que sólo
se requiere modernizarlos. En contraste, Ortiz Lanz opina que es necesaria
la conformación de más espacios que atiendan las necesidades
de expresión y de conservación de la memoria de la mayoría
de las comunidades.
Además, subraya la necesidad de promover los museos
como espacios de recuperación y reconstrucción de la identidad,
pues ante un mundo cada vez mas globalizado existe el riesgo de que se
diluya el sentido nacional, las identidades y los valores culturales.
''Necesitamos incrementar el número de museos,
pero no todo tiene que provenir del Estado. Los espacios comunitarios y
privados, así como los estatales y municipales son una alternativa.''