viernes 17 de mayo de 2002
La Jornada de Oriente publicación para Puebla y Tlaxcala México

 
n Se propondrá una iniciativa de ley para proteger inmuebles y maquinaria históricos
En La Constancia comenzará un inventario nacional del patrimonio industrial: CMCPI

Jorge Machuca Luna n

El Comité Mexicano para la Conservación del Patrimonio Industrial (CMCPI) comenzará a realizar un inventario nacional de la maquinaria e inmuebles que componen el patrimonio industrial, y pretende iniciar el recuento en la ex factoría La Constancia Mexicana, reveló su presidente, Belem Oviedo Gámez.
Entrevistada luego de participar en el Foro sobre la Conservación y Reutilización de la primera fábrica textil del país, la también directora del Museo de Minería de Pachuca dijo que en los últimos meses ha sostenido reuniones de trabajo con diputados de la Comisión de Cultura de la Cámara de Diputados para afinar una iniciativa para reformar la Ley Federal de Monumentos Históricos -que data de hace 20 años- para que se incluya un apartado para proteger al patrimonio industrial.
La académica sostuvo que gran parte de los bienes muebles de las primeras fábricas que se abrieron en el país se ha ido perdiendo, debido tanto al desconocimiento de su valor histórico como a la ignorancia de los industriales y la ciudadanía del valor que tienen las primeras máquinas que llegaron al país o que sean ensambladas en el territorio nacional.
Para realizar el catálogo del patrimonio industrial, el CMCPI solicitará ayuda a las universidades e instituciones gubernamentales, como los institutos o secretarías de cultura de las entidades del país. Dijo que debido a que la catalogación del patrimonio será una labor que durará muchos años, se prevé primero realizar "listas preliminares" de la maquinaria existente en cada entidad.

Recuento de La Constancia

Durante el primer día de actividades del Foro sobre la conservación y reutilización de la ex fábrica textil La Constancia Mexicana, los participantes reunidos en el Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades (ICSH) de la UAP, al hacer una apología de la factoría, coincidieron en señalar la necesidad de que dentro del histórico inmueble, cuando se decida de manera definitiva "su vocación", se dedique un espacio para dar testimonio del rescate histórico y las investigaciones alrededor de la que fuera la fábrica textil más importante de México.
Asimismo, en entrevistas por separado, tanto el titular de la delegación del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Víctor Hugo Valencia Valera, como el investigador de la misma dependencia Eduardo Merlo coincidieron en señalar que sería un buen uso para el deteriorado inmueble que fuera propiedad de Estevan de Antuñano instalar ahí el Centro Nacional de las Artes.
Valencia dijo que "va muy avanzado" el proceso para declarar a la ex fábrica como monumento histórico nacional; el trámite "sigue un procedimiento técnico y legal, porque está en proceso una declaratoria de carácter federal". Asimismo, sostuvo que pese a su avanzado estado de deterioro, el inmueble aún conserva el 90 por ciento de sus características arquitectónicas originales.
Por su parte, durante el foro, Eduardo Merlo insistió en la necesidad de estudiar y rescatar, además del inmueble que albergó a la fábrica, el sistema hidráulico del que se valía la factoría textil para funcionar. Dijo que en las inmediaciones de La Constancia y el río Atoyac aún pueden ser vistos vestigios de los diques que utilizó Antuñano para almacenar agua y echar a andar su fábrica.
En su turno, Humberto Morales Moreno, investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana, recordó que Estevan de Antuñano fue precursor en el país de la nueva utopía industrial que, basada en ideas europeas de la Revolución Industrial, aplicó por primera vez en La Constancia un sistema de producción que se volvió un estilo de vida, ya que incorporó además el concepto de las antiguas haciendas mexicanas, incorporando en el mismo sitio las viviendas de los obreros, los servicios médicos y una capilla entre otras cosas, que la llevaron a ser una de las empresas más exitosas del siglo XIX, a tal grado que el modelo laboral de La Constancia y su diseño arquitectónico fueron copiados en todo el país.
El investigador del Instituto "José Joaquín Izquierdo" Ramón Sánchez Flores añadió que en una de sus épocas más productivas, durante el siglo XIX, La Constancia llegó a producir más de 2 mil 200 metros de tela diarios, y consumía casi 3 mil libras diarias de algodón en sus hilados. Además, cuando en 1837 el dueño de la fábrica decidió comprar más maquinaria, en dos ocasiones se hundió el barco que la transportaba de Philadelphia, Estados Unidos, al puerto de Veracruz, pero Antuñano no desistió de la idea de modernizar la fábrica.