Hoy, en el teatro Julio Castillo, el ''verdadero
estreno'' de su versión de Macbeth
Jesusa busca retratar a esa sociedad que lleva el cinismo
en la ropa
William Shakespeare logró proyectar las luces
y las sombras de la degradación humana, dice la directora Matar
de hambre o de humillación, eso tiene que ver con Chiapas, opina
CARLOS PAUL
Retratar a Macbeth y Lady Macbeth como "una pareja pequeñoburguesa
en el poder, tipo funcionarios panistas, así como su trato hacia
las personas bajo su servicio doméstico", es el leitmotiv
del montaje que dirige Jesusa Rodríguez, cuyo ''verdadero estreno"
será hoy en el teatro Julio Castillo.
Macbeth, de William Shakespeare, es un texto clásico
puesto en escena en un espacio y tiempo contemporáneos. ''Para hablar,
entre otras cosas, de la relación de injusticia entre patrones y
sirvientes, así como de la posibilidad de revertir, mediante la
sabiduría del mundo indígena, esa situación.
''Intentamos ?expresa la creadora escénica? mostrar
que esa desigualdad, ese desprecio racial y esa opresión servil
los va a llevar a la muerte."
Es una puesta, explica, ''en la que quisimos apegarnos
al original, en el sentido de que Shakespeare nos habla de dos católicos
culposos (Macbeth y Lady Macbeth), quienes sienten que se van a
ir al infierno y, en efecto, se van al infierno. Situación que aprovechamos
un poco para hablar de esa burocracia piadosa que nos gobierna ahora y
que tiene esa cualidad, de sentir culpa hasta de ejercer el presupuesto.
Suponemos que también han de sentir culpa por todo lo que están
haciendo con el país".
No obstante, ''queríamos retratar a Macbeth y
Lady Macbeth como una pareja pequeño burguesa en el poder, tipo
funcionarios panistas católicos, así como su trato hacia
el servicio doméstico".
Los clásicos, cheque en blanco
Macbeth ''comienza siendo un pobre infeliz y mediocre,
un tipo que bien podría ser secretario del Trabajo ?sin agraviar
a los presentes? pero que tiene una moral distorsionada", explica Jesusa.
Lady Macbeth ''es una mujer como lo fueron las esposas
de los priístas. Hay una frase ?cita Jesusa?, de la señora
Castañón en el caso de Raúl Salinas de Gortari, que
dice: las esposas no sabemos de dónde sacan el dinero nuestros maridos.
(Lady Macbeth) es una de estas señoras corruptas, que pasan como
benefactoras de la niñez e impulsan programas de Vamos México,
pero que en realidad son mujeres sin escrúpulos que se han vendido
como prostitutas finas persiguiendo sus propios intereses".
En esta obra, la Lady ''es una manipuladora que lleva
a su marido en pos de un mejor puesto, a la que no le importa nada con
tal de llegar a ser la primera dama".
La intención es ''retratar a esa sociedad inmunda
que lleva el cinismo en la ropa; reflejar el comportamiento que tienen
hacia el campesino o el servicio doméstico, representar a esa pareja
terrible, como una pareja de estos cínicos que hay en el poder".
Macbeth, abunda la creadora escénica, ''por supuesto
en el original está escrito como un gran personaje. Sus reflexiones
internas son de un gran ser humano". En el montaje ''cobra una dimensión
chata, minúscula y mediocre, porque es un pobre infeliz. Sin embargo,
considero que el escuchar el texto de Shakespeare en una situación
contemporánea y con una traducción que pueda seguir al original,
te hace ver como el autor proyecta ?aun cuando escribió su obra
hace siglos? las luces y sombras de la degradación humana. Al escucharlo
es un texto que se adapta a la perfección a nuestro tiempo contemporáneo.
Como dijo Marguerite Yourcenar: los clásicos son como un cheque
en blanco, donde cada quien pone la cifra que necesita poner".
Historia de poder y asesinatos
La traducción de Macbeth, a cargo de Luz
Aurora Pimentel y la misma Jesusa Rodríguez, se apega ''al máximo"
al original, pues ''el problema que encontramos en obras traducidas al
español es que son o muy castellanas o anacrónicas o poco
representativas del texto poético, o acen-túan la praxis
de la palabra sustrayendo la belleza de la iconografía. Muchas de
ellas también están traducidas métricamente y son
pavorosas.
''Quisimos hacer una traducción en la que se pueda
seguir, palabra por palabra, lo que escribió el maestro (Shakespeare).
Aquí no hay una sola palabra que él no haya utilizado, sólo
que está traducido al español como consideramos que debe
ser. Este trabajo al vapor nos llevó nueve meses, pues es una traducción
que en general implica tres años."
Sobre los personajes de las trabajadoras domésticas,
quienes representan también a las brujas, Jesusa Rodríguez
refiere que ''la obra de Shakespeare en esencia habla de la presencia de
lo sobrenatural, sobre todo del asesinato del sueño. Es un texto
en el que quizá se conjuga su gran genio con la materia del teatro
que son los sueños y lo sobrenatural, por supuesto con una historia
de poder y asesinatos.
''El meollo de la historia ?expresa la también
actriz? es matar o no matar, así como en Hamlet sería
ser o no ser. En este caso tenemos la diferencia entre un hombre que mata
y uno que no mata, entre un ser humano que se atreve a cruzar esa frontera
y uno que no la cruza, que nosotros entintamos con lo que ocurre en nuestro
país en la actualidad. Matar de hambre, de explotación, de
humillación es matar o no matar. Eso tiene que ver con lo que estamos
haciendo con el movimiento zapatista o la resistencia en Chiapas.
''Nuestro país enfrenta el gran dilema del racismo
?sostiene Jesusa Rodríguez?. Por lo que en la puesta intentamos
mostrar cómo ese racismo existe en la casa de la mayoría
de las personas que vienen y se sientan a ver teatro, que no es sólo
el racismo hacia los indígenas chiapanecos, sino el racismo permanente
en las casas, donde se maltrata al servicio doméstico, que generalmente
son indígenas".
En la obra, las tres mujeres del servicio doméstico
''son un grupo de chamanas mexicanas que movilizan de alguna manera la
estructura interna de la casa" y que (en la vida real) son ''las que resuelven
las 'banalidades' del hogar para que nosotros nos dediquemos a otros trabajos
'sublimes'. Ellas mantienen una casa en equilibrio y en este caso son ellas
las que desequilibran el hogar, mediante sus mundos sobrenaturales".
El papel de la recámara
La recámara es el espacio en el que se desarrolla
la historia, ''con el propósito de exponer ese mundo donde el asesino
se oculta ?en apariencia? ante sí mismo y donde ellos creen que
nadie se da cuenta de las porquerías que hacen".
Eso, dice la directora, ''es una de las cosas que más
me atraen de la obra, pues Shakespeare se asoma, con las palabras más
bellas y maravillosas, a ver lo más horrible del ser humano. Ahí
el dramaturgo te enfrenta con la naturaleza humana en tanto hermosa y horrible".
Luego de los ''enormes tropiezos" de la obra en su estreno
en el Teatro de la Ciudad, que se hizo ''sin las condiciones que la puesta
requería", para Jesusa Rodríguez ''hoy (viernes 17) es el
verdadero estreno y el público podrá ver en realidad lo que
hicimos".
(Con las actuaciones de Arturo Ríos, Clarissa Malheiros,
Diego Jáuregui y Carmen Huete, entre otros; música de Marcela
Rodríguez, escenografía de Carlos Trejo, vestuario de Martha
Elión, e iluminación de Juliana Faesler, Macbeth, de
William Shakespeare, se escenificará a las 20:30 horas en el Teatro
Julio Castillo, atrás del Auditorio Nacional.)