En México, Colombia y Guatemala los defensores de derechos humanos viven asediados, dice

Preocupante "espiral de impunidad" ante los crímenes del terrorismo de Estado, denuncia AI

Llama a jefes de gobierno a aplicar medidas que protejan las garantías individuales

ARMANDO G. TEJEDA CORRESPONSAL

Madrid, 16 de mayo. Con motivo de la celebración de la segunda cumbre de jefes de Estado y de gobierno de la Unión Europea-América Latina y el Caribe, Amnistía Internacional (AI) instó hoy a los mandatarios reunidos a "adoptar medidas prácticas" para garantizar el respeto a los derechos humanos, al tiempo que recordó que en México, Colombia, Guatemala y otros países de la región los defensores de estos principios universales viven "asediados y amenazados". También llamó la atención sobre la preocupante "espiral de impunidad" ante los crímenes cometidos en el pasado por el terrorismo de Estado.

La organización humanitaria, que recientemente presentó una serie de informes que alertan sobre el sistemático deterioro de la situación de los derechos humanos en buena parte de los países que asisten al encuentro multilateral, recordó que sus activistas continúan documentando "homicidios políticos, desapariciones, ejecuciones extrajudiciales, torturas, lamentables condiciones penitenciarias y el desplazamiento interno de comunidades enteras".

Consideró que ante la reunión de delegaciones de 52 países convendría "adoptar medidas prácticas que aborden las violaciones a derechos humanos cometidas en varios países de Latinoamérica y el Caribe", si bien hizo hincapié en la profunda crisis en la que vive sumida Colombia, que "se encuentra al borde de una guerra civil". Por esta razón, pidió a la UE y los mandatarios latinoamericanos que "garanticen el establecimiento de un sistema internacional de vigilancia de los derechos humanos en la antigua zona desmilitarizada y en otras partes del país donde persiste el conflicto, y que se tomen medidas urgentes para proteger a la población civil".

AI añadió que las actuaciones de los gobiernos que firmaron un compromiso en este sentido en 1999, en la primera Cumbre de Río de Janeiro, "ha sido decepcionante". Apuntó que "de hecho en toda la región se ha generado una espiral de impunidad, debido a que instituciones como la policía, el ejército y el Poder Judicial no castigan a los responsables de violaciones de derechos humanos cometidas tanto en el pasado como en la actualidad", en alusión a la represión -y en algunos casos genocidio- de los años 70 en países como México, Guatemala, Argentina, Chile, Uruguay y Brasil.

"Lo cierto es que todavía en países como Colombia, Guatemala, México y otros de la región, los defensores de los derechos humanos viven asediados y bajo constante amenaza", remató AI.

Derechos indígenas

En el cuarto día de debates del Foro Social Trasatlántico, la llamada contra-cumbre a la que asisten decenas de asociaciones que exigen una globalización más justa, se pidió respeto a los derechos de las comunidades indígenas "sistemáticamente expoliadas" de su territorio y hoy "amenazadas por el "rampante neoliberalismo".

Gaspar Llamazares, líder de la coalición española Izquierda Unida (IU, comunistas y republicanos), fue el único dirigente político que visitó la carpa instalada en la Universidad Complutense, donde se desarrollan estos debates, talleres, mesas redondas y proyección de documentales.

"Aquí estamos ante la cumbre real entre Europa y América Latina, lo otro son cumbres ficticias, porque la cumbre formal es un suceso virtual en el que no va a haber nada que interese al pueblo latinoamericano y europeo. Es una cumbre anodina, de catering, donde la única noticia es esta contra-cumbre solidaria y las movilizaciones que se avecinan", señaló Llamazares.

El dirigente añadió que "la globalización está quebrando los derechos indígenas; esos sectores, clases sociales, naciones, culturas son los principales afectados y agredidos por la política de la globalización. Por eso no debe extrañar que haya cada vez una mayor alianza entre estos sectores por una globalización alternativa, yo diría un mundo alternativo", al tiempo que advirtió del "auge de la extrema derecha en Europa, que no es otra cosa que el signo de que algo va mal, por eso debemos trabajar para que perviva cierta noción de justicia social, democracia y participación política ante los vientos que vienen de la extrema derecha y el fascismo".

La dirigente de las Madres de la Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, quien participó en una mesa de debate, arremetió contra los dirigentes políticos argentinos: "En mi país, en este momento, no hay un solo político que valga nada, se han construido sus propias cárceles, han enrejado el Parlamento y la casa de gobierno; y los policías se dedican exclusivamente a cuidar permanentemente los privilegios de los que gobiernan, que viven en un gran charco de mierda y rodeados de rejas. Por eso las revoluciones en nuestros países, como la de los zapatistas en México y la de Chávez en Venezuela, son la solución, pero en mi país no hay otra forma: organización, revolución, liberación..."

Este día se proyectaron dos documentales sobre el conflicto en Chiapas y el levantamiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, que fue visto por unas 200 personas, y se elaboraron varias pancartas sobre el levantamiento indígena mexicano que servirán de estandarte en las movilizaciones programadas para el próximo fin de semana.