Jacobo Silva Nogales y Gloria Arenas están presos desde octubre de 1999
Piden miembros del ERPI la revisión de sus casos
CAROLINA GOMEZ MENA
Hace casi dos años y medio, Jacobo Silva Nogales (comandante Antonio) y Gloria Arenas (coronel Aurora) fueron detenidos y encarcelados. El primero en el penal La Palma y la segunda en el Neza Bordo, porque la autoridad consideró que ambos eran los máximos dirigentes del Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente (ERPI).
Ayer, después de varios días en huelga de hambre, pidieron que sus casos sean revisados y que les retiren los "cargos fabricados" que les imputan -acopio de armas, rebelión, conspiración y terrorismo, entre otros-, ahora que el presidente Vicente Fox "pregona" en el extranjero que durante su gobierno se estudiarán a fondo los casos de violaciones a los derechos humanos, en especial los referentes a los presos políticos.
En entrevista, Elizabeth Silva, hermana de Jacobo Silva Nogales, refirió que los dos detenidos aceptaron ser miembros del ERPI, pero niegan haber cometido los delitos que confesaron "bajo tortura", por los cuales, en caso de que se determinara su culpabilidad, "no les alcanzaría la vida para pagar los años de cárcel".
Elizabeth Silva informó que ha enviado misivas al presidente Fox Quesada, a Los Pinos y a Palacio Nacional, con el propósito de que se atienda la petición de su hermano y de Gloria Arenas, de que se revisen sus casos, y espera una respuesta positiva en virtud de la apertura en la materia que dice tener el gobierno.
Jacobo Silva y Gloria Arenas fueron aprehendidos el 24 de octubre de 1999 en el Distrito Federal y en San Luis Potosí, respectivamente, al igual que sus compañeros Felicitas Padilla Nava y Fernando Gatica Chino, quienes fueron arrestados en Guerrero.
Elizabeth Silva dijo que su hermano lleva 26 días sin probar alimentos, por lo que fue internado, y Gloria Arenas ya completó nueve días.
Explicó que también demandan que el gobierno libere a "todos los presos políticos del país, se castigue a los responsables de torturas, fabricación de pruebas y violación de derechos humanos, cese a la persecución y hostigamiento de familiares de presos políticos", y que si se resuelven positivamente sus reclamos terminarían el ayuno.
Por su parte, Gloria Arenas refirió que las declaraciones del presidente Vicente Fox en Estrasburgo son "positivas", pero consideró que estos ofrecimientos deben traducirse en acciones. Se requiere justicia y que la fiscalía especializada deje de ser un "engaño".