Mejora la organización, pero continúa desangelado

El festival no es como antes, ya ni ganancias nos deja, dicen acapulqueños

MARIANA NORANDI ESPECIAL

Acapulco. Tal vez se deba a que no llegó el fin de semana, pero todavía, en su segundo día, el Acapulco Fest no ha logrado llenar sus foros. Sus organizadores se muestran optimistas y aseguran que la baja asistencia aumentará este fin de semana, pero la visión de los acapulqueños es otra. Ellos opinan que el festival "ya no es lo que era antes" debido a que las bandas no tienen tanta calidad, ya no existen conciertos gratuitos, se han eliminado las playas como escenarios, eventos deportivos y el desfile.

Alejandra Crespo es una joven acapulqueña que acude cada año: "hace tres o cuatro años ha empezado a decaer. Para los jóvenes de aquí este evento representa una oportunidad de ver a grandes artistas, porque aquí no viene nadie. Pero ahora todo está muy caro y ni siquiera en las calles se respira el ambiente festivo de antes". Gregorio Benítez, taxista, nos dice: "antes todo estaba lleno y ahora las calles están como un día normal. Encima cada vez nos deja menos ganancias".

Pero si las previsiones de asistencia aún no se han cumplido como se esperaba, la organización sí está funcionando. Salvo algunos retrasos, los conciertos se van acomodando a los horarios, el acceso es fluido y no se han presentado fallas en el sonido. Todos los artistas han confirmado su asistencia, excepto Niurka, que tenía previsto actuar hoy y, debido a motivos de salud por su embarazo, ha cancelado su presentación.

''ƑQué hace un español cantando con mariachi?''

En su segunda jornada, el Acapulco Fest tuvo como protagonista la música ranchera y grupera. En el salón Teotihuacan actuaron Alicia Villarreal, Bertín Osborne, Ana Bárbara y Los Temerarios. Mientras que en el Jardín sur la fiesta fue de los gruperos, con las presentaciones de Palominos, Yaguarú, Tigrillos, Lupillo Rivera y Pesado.

Alicia Villarreal presentó su más reciente producción titulada Soy lo prohibido, donde se suelta las trenzas, abandona la mezclilla y el sombrero norteño para vestirse de mariachi y cantar, con despecho, a esos amores despiadados. Acompañada del mariachi Gama Mil, la voz de Alicia adquiere nuevas dimensiones e interpreta este género con mucha soltura. A los veinte minutos de actuación, Alicia se retira del escenario y vuelve vestida de grupera para cantar El ladrón. Esta cantante se mostró comunicativa y simpática, y entabló un puente de comunicación con el público que nunca interrumpió.

Tras Alicia, el escenario fue de Bertín Osborne, quien presentó su último disco, denominado Mis recuerdos, en el que interpreta música mexicana. Acompañado también del mariachi Gama Mil, cantó Voy a perder la cabeza por tu amor, Echame a mí la culpa -que ya había cantado Alicia-, un popurrí de música mexicana, e hizo dueto con Villarreal en Acompáñame. El cantante dijo al iniciar su actuación: "ustedes se preguntarán Ƒqué hace un español cantando con mariachi? Pues no os podéis imaginar la tradición que tiene esta música en España". Nadie duda que en España guste la música mexicana, pero ésa no es la cuestión, la verdadera pregunta es: Ƒqué hace Bertín Osborne cantando con mariachi? A este cantante no se le puede decir que le falte voz o presencia en el escenario, pero para cantar mariachi hacen faltan otras cosas que Bertín no tiene, como temperamento y personalidad.

Su intervención dio paso a la de Ana Bárbara, quien con un traje muy sexy color oro lució su cuerpo pero también su voz. La cantante demostró que sigue siendo el ranchero el género que mejor canta.

La jornada cerró con Los Temerarios, quienes aprovecharon el festival para lanzar su disco titulado Una lágrima no basta, el cual encontró buena recepción en el público.

Mi destino, pistear y pistear

Pero si hubo una persona aclamada y exitosa en esta jornada esa fue Lupillo Rivera en el Jardín sur. En Acapulco la música grupera tiene gran acogida y Lupillo supo aprovechar perfectamente ese calor de la gente y transformarlo en un gran show. No hubo una sola canción -de las muchas que cantó- que no fuera coreada. Y finalmente, ese cariño fue recompensado por el grupero, que lanzó su corbata, un par de botas autografiadas, un cinturón y hasta el sombrero. Lupillo se despidió de su gente con una versión norteña de El rey, donde "mi destino sigue siendo pistear y pistear".

Para el día de hoy se esperan las actuaciones de Rubén Blades y Celia Cruz que prometen aumentar la asistencia y cumplir con el objetivo del festival: hacer de Acapulco una gran fiesta.