Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Miércoles 15 de mayo de 2002
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Política
BAJO LA LUPA

Alfredo Jalife Rahme

Jeb Bush puede perder la gubernatura de Florida

Histórico acuerdo nuclear Rusia-Estados Unidos

El nepotismo dinástico de la familia Bush


EXISTE UNA MALDICION electoral en Florida que tiene nervioso al nepotismo dinástico de la familia Bush: ningún republicano ha sido relegido como gobernador. ¿Podrá Jeb romper la jettatura cuando su hermano George gobierna en forma controvertida el país? Todavía un amplio sector de los estadunidenses no digiere lo que consideran el triunfo ilegítimo del presidente George en la elección bananera de Florida. Hace poco, el ex presidente Clinton (quien por cierto anda negociando conducir un programa de entretenimiento en NBC), durante una entrevista en la radio NPR, rechazó el triunfo de Bush: "Muchos pensamos que ganamos en Florida, y yo soy uno de ellos". George perdió el voto popular a escala nacional y ganó gracias a un polémico fallo de la Suprema Corte, plagada de jueces archiconservadores, que impidió el recuento del voto en Florida, donde gobierna su hermano Jeb, y que explica bastante bien el libro de David Kaplan El presidente accidental: cómo 413 abogados, 9 jueces de la Suprema Corte de Justicia y 5,963,110 de Florida (más o menos) aterrizaron a George Bush en la Presidencia.
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ASI QUE LA ELECCION a la gubernatura de Florida arrojará lumbre y reabrirá muchas heridas. Los demócratas ya detectaron la vulnerabilidad del presidente Bush en la persona de su hermano Jeb. La ecuación es muy simple: si pierde Jeb, pierde su legitimidad George, y también puede perder su relección presidencial. Las elecciones de noviembre son cruciales y no es gratuito que el perdedor Al Gore haya reaparecido en Orlando, no muy lejos del condado Dade, el bastión del anticastrismo, ni que el próximo 20 de mayo George acuda a Miami a apuntalar a su hermano Jeb, ni que John Bolton, otro grotesco subsecretario de Estado (¿de dónde sacan a tanta escoria, cuando existen académicos de la más alta respetabilidad en los centros universitarios de Estados Unidos?), invente la posesión de "armas biológicas" que no encontró en persona el ex presidente Carter en La Habana, ni que Castañeda Gutman se haya preocupado repentinamente de la cultura de los pocos mexicanos que viven en Miami. El pleito por la captura del voto judío y el voto "hispano" (no sólo existen cubanos en Florida) será a muerte.

LOS DEMOCRATAS aún no deciden quién será su candidato, entre la ex procuradora Janet Reno, de vida ascética y honestidad impoluta, y Bill McBride. Lo interesante de la muy poco carismática Janet Reno es que desde su puesto anterior tuvo conocimiento de muchos expedientes comprometedores que pueden mancillar el nepotismo dinástico de la familia Bush (por ejemplo el Irán-contras, donde dejó sus huellas indelebles Otto Reich, hoy gran aliado de su correligionario Castañeda Gutman y subsecretario de Estado "casi clandestino", porque aún no ha sido, ni será, aprobado por un Congreso hostil a su macabro pasado, por lo que tendrá que ser lanzado del cargo en noviembre, para respiro de Latinoamérica).

DONDE JEB LLEVA UNA DELANTERA impresionante (¡de siete a uno!) es en la recaudación de fondos, por haber favorecido a las poderosas corporaciones, lo que ha obligado a que los demócratas enfoquen sus exiguos recursos a los principales puestos estatales y abandonen varias contiendas de menor importancia. Jeb Bush está casado con la guanajuatense Columba (por cierto, multada por no declarar un cuantioso contrabando de enseres de lujo a su regreso de un viaje parisino), de quien explotan morbosamente en lo electoral su "hispanidad".

AL POLEMICO GOBERNADOR de Florida no le va bien con los niños (el caso Elián González), ni con las niñas (la desaparición de Rilya Wilson, de 5 años de edad, de la custodia estatal; pasaron 15 meses ?¡casi un año y medio!? hasta que los funcionarios de Florida detectaron que Rilya había desaparecido). Este asunto se ha vuelto un tema sensible de campaña, debido a que el mismo Jeb había enfocado, en su candidatura de 1998, sus acerbas críticas al sistema de bienestar social y custodia infantil, que prometió mejorar. Los demócratas huelen su vulnerabilidad y la representante Nan Rich criticó que Jeb "no encuentra dinero para proteger la vida de los niños" mientras se daba el lujo presupuestal de diferir el pago de impuestos de las corporaciones (los principales donadores de Jeb) por 262 millones de dólares. La desaparición de la niña Rilya no es poca cosa y ha atraído la atención del país sobre el destino de 44 mil menores bajo la "protección" del gobierno de Jeb.

PERO LO MAS SOBRESALIENTE para la relección de Jeb resultará de la suma y resta de varios factores de política externa que repercuten en el voto interno (los asuntos de Israel y Cuba), y de clásica política interna, pero más que nada el porcentaje de desempleo en Florida, que si llega a 8 por ciento en noviembre puede ser letal para las aspiraciones releccionistas de Jeb quien, en esas circunstancias adversas, solamente podría ser rescatado por el escenario (¡ni Dios lo quiera!) de un "nuevo 11 de septiembre", como ha dejado entrever Warren Buffet, el "segundo hombre más rico" de Estados Unidos, quien ha vaticinado un inminente ataque nuclear en Nueva York y/o Washington. ¡Nunca, como en la etapa del nepotismo dinástico de la familia Bush, se había hablado con tanta laxitud de ataques nucleares por doquier antes de unas elecciones!

¿Putin cae en la trampa de Bush?


DESPUES DE TANTO RECHAZO y desprecio a una multitud de acuerdos internacionales ?desde el Tribunal Penal Internacional (del que se está rajando México por consigna), pasando por el protocolo ambiental de Kyoto, hasta el Tratado Anti Minas Terrestres?, por fin el presidente Bush está a punto de firmar la próxima semana en Moscú su primer acuerdo trascendental con el presidente ruso Putin, para recortar las ojivas nucleares en dos terceras partes durante una década: de los niveles actuales de alrededor de 7 mil (por cada país) pasarán a una cifra entre 2 mil 200 y mil 700.

CUALQUIER AVANCE hacia un acuerdo nuclear es encomiable, por mínimo que sea. Pero tampoco hay que echar las campanas al vuelo, cuando el recorte puede ser ilusorio, ya que el presidente Bush insistió en no destruir la mayoría de las ojivas (algunas, obsoletas), sino conservarlas en depósitos. La diferencia es clave: no se destruye la mayoría de las ojivas, sino solamente se desmontan, lo cual, de hecho, disminuye el nivel de alerta bélica remanente de la guerra fría, pero no impide su virtual resurrección a conveniencia. Si no, ¿cual es el propósito de conservar la mayoría de las ojivas, con un alto costo presupuestal, sin contar que hacen peligrar la seguridad de los ciudadanos?

EL ACUERDO HUBIERA SIDO benéfico para el género humano si se hubiese llegado a su simple y llana destrucción, y no a recovecos extraños que levantan muchas sospechas cuando se trata de firmar acuerdos, repletos de resguardos marginales tan importantes como su contenido, con los superhalcones que gobiernan los destinos de Washington (y, por desgracia, de gran parte del mundo). Los superhalcones de Washington no desconocen que los arsenales rusos ?muchos de ellos oxidándose por los recortes fiscales en serio de los neoliberales monetaristas que diezmaron a Rusia con sus fallidas "terapias de choque"? difícilmente pueden ser conservados más allá del umbral de mil 500 ojivas, lo cual mermaría su raquítico presupuesto militar en picada frente al cada día más creciente y preocupante presupuesto militar de Estados Unidos. En el ambiente bélico del 11 de septiembre y su corolario de la "guerra perpetua" (como enfatizó hace casi un siglo Charles Austin Beard, el enorme historiador de Estados Unidos, y retomó como título de su último libro su máximo ensayista Gore Vidal), ¿qué pasará en el horizonte de 10 años cuando, con el pretexto del vuelo de una molesta mosca clasificada como "terrorista" (¡así se las gastan ahora los bushianos!), los superhalcones del futuro exhumarán las dos terceras partes no destruidas de sus ojivas nucleares, resguardadas como verdadera espada de Damocles?

ESTO NADIE LO DICE, mucho menos Putin, también feliz con otro acuerdo "histórico" con una OTAN desfalleciente y cada vez más irrelevante, quien solamente obtuvo como única y lastimosa concesión, bajo el asombro de la elite geoestratégica rusa, la firma de un tratado que intentaba evitar el equipo Bush para dejarlo al nivel de promesas verbales y que impuso todo el contenido de su plan de recorte ?que todavía requiere de la ratificación de las dos terceras partes del Senado, bajo control de los demócratas, que le pueden hacer una travesura a Bush?. ¿Se le puede tener confianza a un equipo tan proclive a la mitomanía consuetudinaria (como el pueril invento de John Bolton sobre las "armas biológicas" cubanas)? Pues por lo visto Putin, el nuevo aliado geopolítico y gasero de Estados Unidos desde el 11 de septiembre, confía ciegamente en Bush desde aquella mirada fija en los ojos en la cumbre de Eslovenia en junio del año pasado, cuando el presidente texano dijo haberle leído su "alma".

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