Murieron 576 a consecuencia de esta enfermedad, el año pasado

Cáncer de mama, el mal más recurrente entre mujeres

ELIA BALTAZAR

El año pasado, 576 mujeres murieron a consecuencia de cáncer de mama, convertido hoy en el mal más recurrente entre las mujeres, por encima ya del cervicouterino, informó ayer la secretaria de Salud del Distrito Federal, Asa Cristina Laurell.

Luego de encabezar el acto en que se puso en servicio el segundo mastógrafo con que cuenta el sistema de salud de la ciudad, en el Hospital Inguarán -el primero fue adquirido para el Hospital General de Iztapalapa-, Laurell informó que cada año se detectan 202 nuevos casos de cáncer de mama entre las mujeres de la ciudad.

La secretaria de Salud afirmó que el cáncer de mama es "la primera causa de muerte por cáncer entre mujeres y aún está a la cabeza del resto de los cánceres que padece la población capitalina". De allí la urgencia de contar con instrumentos como el mastógrafo para una detección temprana.

Pero más importante es, dijo la funcionaria, emprender campañas de información entre las mujeres para que sean ellas quienes, mediante la autoexploración, puedan detectar algún cambio que permita la temprana detección de este cáncer que significaría salvar la vida.

El cáncer de mama no es un problema menor en la capitalal. Según estudios del Consejo Nacional de Población, el Distrito Federal concentra el mayor número de muertes por este padecimiento. Su incidencia es tal, se apunta, que la tasa de mortalidad por esta causa es 56.8 por ciento mayor que la media nacional, pues en esta ciudad fallecen cada año 23.3 mujeres de cada 100 mil, mientras que en el país la relación es de 14.8 por cada 100 mil.

Asa Cristina Laurell afirmó que la adquisición de los mastógrafos permitirá llevar a cabo aproximadamente 100 diagnósticos al mes, para comenzar. Pero lo cierto, afirmó, es que no tenemos capacidad para hacer, sin ninguna sospecha, una mastografía de todas las mujeres. Sin embargo, aseguró que se ampliará la capacidad de la Secretaría de Salud para la detección del cáncer de mama, pero mediante el uso de otras técnicas como la biopsia, y no con equipos tan sofisticados y caros.

Dijo: "estamos estudiando la posibilidad de que tengamos por lo menos cuatro puntos en la ciudad con equipo de detección", aunque quizá no sea del mismo costo y complejidad que el mastógrafo que ahora instalamos, el cual tuvo un costo de un millón de pesos.

La idea, dijo, de llevar adelante todo un programa de detección temprana es no tener que someter a las mujeres a una intervención de mutilación de seno o exponerlas a tratamientos de radiación o quimioterapia, que son muy agresivos.

La funcionaria también informó sobre el programa de salud reproductiva en la ciudad de México. Advirtió que de los 30 mil partos que anualmente se atienden en los hospitales del gobierno capitalino, 10 por ciento corresponden a embarazos de adolescentes.