José Steinsleger
El diablo que se enamoró
Año tras año millones de visitantes llegan a México con el anhelo de conocer sus paisajes y su multifacética cultura prehispánica y virreinal, republicana y moderna. En el Museo Nacional de Antropología, punto obligado del itinerario, el turista descubre que México fue uno de los cinco centros del mundo donde nació la agricultura y que debido a su biodiversidad el país tiene asegurada, en principio, su seguridad alimentaria.
El turista regresa al hotel para reponerse del trajín, se echa en la cama, abre un periódico y queda pasmado cuando lee que "...las nuevas generaciones de mexicanos están perdiendo estatura y millones padecen desnutrición porque uno de cada dos ciudadanos consume por debajo de 2 mil 340 calorías diarias.
"En 1960, con la política de reparto agrario, el flagelo era menos grave", acota el texto. Y más adelante: "...con la política de reparto agrario el Estado apoyaba a los campesinos y pequeños productores, invertía en tecnología y en irrigación que redundaban en el aumento de la productividad. Se pensaba que México llegaría a fin de siglo con cero tasa de desnutrición".
Cuarenta años después, México ocupa el segundo lugar mundial en consumo de refrescos por cabeza y el puesto número 97 en la lista de países con problemas de mortalidad infantil; 19 por ciento de las niñas y niños padecen algún grado de desnutrición y en el medio rural 80 por ciento están desnutridos, según el Instituto Nacional de Nutrición Salvador Zubirán. Sólo en el estado de Hidalgo, 5 mil personas menores de 20 años, la mayoría indígenas, murieron en 1998 a causa de enfermedades causadas por el hambre y la pobreza, según el Consejo Nacional de Población (Conapo).
ƑCómo se fue conformando este drama? Antoine de Saint Exupéry decía que la infancia no sabe tanto de sí como las instituciones, agencias internacionales y equipos de expertos que la dejan librada al azar, sin un mínimo de participación en su destino. "La preocupación por la infancia -agrega el autor de El Principito- sólo enfatiza el perfil de adulto que se pretende construir antes que en las causas reales de las niñas y los niños en situación de emergencia."
En efecto, no se puede hablar de "la situación" de la infancia omitiendo las estadísticas agropecuarias y de cuentas nacionales que prescinden de qué, cómo, cuándo y cuánto comen los mexicanos. Los censos incluyen enorme cantidad de variables, pero resulta difícil saber por qué no se otorga a la nutrición, distribución de los alimentos y periodicidad de alimentación de los niños igual importancia que a las causas de mortalidad.
ƑEl crecimiento de las niñas y los niños evoluciona según las previsiones de la salud integral? ƑLas estadísticas y encuestas otorgan importancia a las enfermedades epidémicas, el sida, la violencia en el hogar, la defensa del medio ambiente y los niveles de bienestar que permiten vivir con dignidad?
Es sabido que las desigualdades sociales en asuntos de salud, en particular las que se originan antes de nacer, determinan diferencias en las capacidades para el desarrollo individual y colectivo. En consecuencia... Ƒpuede prestarse a duda el hecho de que el porvenir inmediato de los vástagos de docenas de millones de mexicanos en la pobreza relativa y extrema será mera entelequia si no se modifica la carga negativa que conllevan las enfermedades adquiridas aun antes de la concepción?
No hay discurso político que al hablar del asunto no haga hincapié en que "...de la infancia depende el futuro", con ceremonias que hacen hablar a los niños para que den su "opinión". ƑPero cómo viven las niñas y niños de México? ƑQué realidades sacuden su vida afectiva, comunitaria, familiar? ƑQué comen, qué educación reciben, qué observan en los llamados "medios de comunicación"?
A mediados de los años 70 una niña veracruzana llamada María Victoria Cortés Herrera escribió El diablo que se enamoró, cuento incluido en una antología infantil, prologado por el gran poeta veracruzano Orlando Guillén (Dirección General de Educación Popular de Xalapa, 1975). Respetando sintaxis y puntuación original, el relato termina así:
"...el infierno ocupa el sitio que tradicionalmente ocupa el cielo y el diablo baja a la tierra: en él los diablos se ponen sus trajes de bajar a la tierra y comienza el viaje, pero el diablo tiene un hijo que se enamora de una muchacha y ya no quiere regresar. Entonces el diablo se enfurece y le dice a su padre qué has hecho con mi novia contesta el padre hijo tú no puedes amar a tu madre, contesta el hijo padre por qué permitiste esto, puesto que tu madre había bajado a la tierra ya que aquí hacía un poco de calor, padre aquí no hace calor sino que aquí es un infierno..."