FONDOS DE CAMPAÑA
La anterior indagatoria del IFE fue "deficiente e insuficiente'', señala el TEPJF
Será reabierta la investigación sobre financiamiento de la campaña foxista
Desechado, el argumento de SHCP y CNBV sobre los secretos bancario, fiduciario y fiscal
ALONSO URRUTIA
El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) ordenó al Instituto Federal Electoral reabrir las investigaciones en torno al presunto financiamiento ilícito del candidato presidencial de la Alianza por el Cambio, Vicente Fox, toda vez que la indagatoria realizada ''fue deficiente e insuficiente'', lo que llevó al Consejo General del IFE a desechar las quejas interpuestas por PRI y PRD.
De igual forma, el TEPJF afirma que no es válido el argumento esgrimido por la Secretaría de Hacienda y la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, en el sentido de que no entregaron información al IFE por la prohibición expresa de la ley que salvaguarda los secretos bancario, fiduciario y fiscal.
Para el Tribunal Electoral, el IFE sí tiene facultades para obtener esa información, pues en la fiscalización de recursos que ejercen los partidos políticos, el instituto realiza funciones hacendarias, ya que vigila y controla el uso de recursos públicos y, por tanto, puede conocer de movimientos bancarios y la autoridad está obligada a proporcionárselos.
Dictamen aprobado por unanimidad
En el dictamen, aprobado por unanimidad, el órgano subraya que hubo algunos pasos en la investigación que no fueron ''exhaustivamente agotados'', como es la indagación de las empresas presumiblemente vinculadas en la red utilizada para el financiamiento obtenido por Amigos de Fox y que habrían involucrado a empresas extranjeras y a sociedades mercantiles mexicanas, como en su momento lo publicó en exclusiva La Jornada.
En su exposición, el magistrado ponente, Leonel Castillo, dijo que la instrucción de reabrir las indagatorias sobre los gastos de campaña no supone que este órgano prejuzgue sobre presuntas irregularidades, sino que alude a inconsistencias en el proceso de investigación.
Durante su sesión del 9 de agosto pasado, el Consejo General del IFE aprobó por siete votos contra dos el dictamen presentado por la Comisión de Fiscalización, según el cual no había pruebas suficientes para presumir ilícitos y se daban por válidos los argumentos de la SHCP y la CNBV respecto a su imposibilidad legal de entregar información.
Para el consejero Jaime Cárdenas, la resolución del TEPJF es fundamental para ampliar los horizontes de fiscalización que tenía el IFE a partir de una visión ''ortodoxa y conservadora'' de la ley que llevó a dar por válido el argumento del secreto bancario para cancelar la investigación sobre el presunto financiamiento ilícito de Fox.
Con esta interpretación, que ''nos da la razón a Jesús Cantú y a mí, en el sentido de que el IFE tenía las facultades para exigir la información a Hacienda, se abren las posibilidades de una fiscalización más escrupulosa, no sólo en el caso de Fox, sino también en el Pemexgate u otros más''.
La resolución del Tribunal Electoral se refiere a la queja interpuesta por el PRI, el 23 de junio de 2000, en contra del presunto financiamiento ilícito que obtuvo Vicente Fox a través de una red que comprendía empresas extranjeras y nacionales, así como la triangulación con la organización Amigos de Fox.
La queja priísta señalaba a Valeria Korrodi -familiar de Lino Korrodi, responsable de las finanzas de Fox- como la responsable de haber transferido recursos de la institución denominada Bank of the West El Paso, a Ixe Banco, por un monto de 85 mil dólares a favor de Carlota Robinson, el 4 de abril de 2000. Esta a su vez -acusaba el PRI- libró cheques, el 6 de abril de ese mismo año, por 900 mil pesos a favor de una empresa televisiva, a fin de cubrir propaganda del candidato presidencial de la Alianza por el Cambio.
La queja citaba otra transacción operada desde la empresa Deshidratation Tecnologies a una sociedad civil en Puebla, de donde se traspasaron a otra empresa ubicada en Monterrey, denominada Grupo Alta Tecnología en Impresos, de donde fueron transferidos a la cuenta de Carlota Robinson y de ahí a la cuenta de Amigos de Fox.
Una tercera operación relaciona al Grupo Flexi, de León, con las aportaciones de 1.1 millones de pesos a las empresas K-Beta, cuya tenencia se señala a favor de Lino Korrodi Cruz. De la segunda mencionada se expidieron cheques por 600 mil pesos, de los cuales 250 mil fueron objeto de libramiento de cheques de Rito Padilla, entonces secretario particular del gobernador de Guanajuato, Ramón Martín Huerta.
Finalmente, el Partido Revolucionario Institucional aseguraba en su queja que la empresa Fox Brothers recibió en la cuenta 4151-9251, abierta en Banamex, una transferencia de 33 mil dólares de una cuenta del Citibank de Nueva York.
La resolución del IFE establecía que ''no existían indicios suficientes de que se hubiese violado disposición alguna del Cofipe, relativa al financiamiento''. Y añadía que ''esta autoridad ha generado suficiente convicción sobre la viabilidad jurídica de los indicios relevantes aportados por el quejoso en su escrito inicial, concluyendo que las conductas denunciadas no constituyen en sí mismas conductas antijurídicas que deban ser sancionadas''.
Entre los señalamientos que respaldaron esta resolución se encontraba el aval dado por la Comisión de Fiscalización al argumento de la SHCP y la CNBV sobre el secreto bancario, y la improcedencia, como lo solicitaban el consejero Cárdenas y el PRD, de apelar a las facultades del Cofipe y solicitar la información directamente a la Presidencia.
Transferencias en cadena
La resolución del TEPJF echó por tierra todos los argumentos del IFE y calificó su investigación de ''deficiente e insuficiente''. El tribunal aludió a diversas actitudes de la Comisión de Fiscalización que evidencian una falta de exhaustividad en sus indagatorias.
Citó que, en su queja, el Revolucionario Institucional aludía a una red de transferencias en cadena presentando como pruebas copia simple de diversos cheques y comprobantes de transferencias bancarias.
Así, el dictamen elaborado por el magistrado del TEPJF Leonel Castillo González señala que en su resolución la autoridad responsable (el IFE) dijo que no podía actuar porque se trataba de co-pias simples y porque era jurídicamente atendible el impedimento alegado por las instituciones requeridas para proporcionar esa información, es decir, que sí operaba el sigilo bancario y desechó la queja.
El IFE dio por válido el argumen- to de la SHCP y la CNBV sustentado en el secreto bancario, fiduciario y fiscal establecidos en los artículos 117 y 188 de la Ley de Instituciones de Crédito y el 69 del Código Fiscal de la Federación.
Castillo expuso las razones por las cuales el IFE forma parte del grupo de autoridades que son exceptuadas de salvaguardar dichos secretos bancarios. Explicó que el tema del secreto bancario, fiduciario y fiscal, "que constituye el muro de carga de la construcción" de este dictamen, es el relativo a la aplicabilidad de esta disposición al instituto.
Según el TEPJF, el IFE se encuentra dentro de las autoridades a las cuales no aplica el secreto bancario. En su razonamiento, Castillo indicó que una de las salvedades establecidas por la propia ley alude a las "autoridades hacendarias" que ejerzan sus funciones de control y fiscalización de recursos públicos.
En este caso, el instituto estaba indagando el uso de recursos públicos por parte de los partidos políticos transferidos mediante las prerrogativas. Es así que como en el caso del IMSS, cuando investiga la situación sobre las cuotas que se le adeudan, el IFE tiene facultades para solicitar a la SHCP y la CNBV la entrega obligatoria de información relacionada con transacciones financieras y bancarias.
La función fiscal del Estado "no sólo comprende la función de recabar los ingresos y distribuirlos, sino también la realización de actividades para vigilar e investigar la correcta aplicación de estos recursos".
Añade que en la queja del PRI es claro que si bien aludía al financiamiento privado presuntamente obtenido por me-dios irregulares, también es que para investigar involucra tanto el uso de recursos públicos como las aportaciones privadas, dada la imposibilidad de dividir qué dinero se utilizó para determinado gasto de campaña.
El TEPJF deja entrever que el IFE "no sometió a la CNBV y a la SHCP al proceso administrativo sancionador que establece el artículo 264 del Cofipe por haberse negado a proporcionar la información referida".
Al referirse expresamente a la falta de "exhaustividad" del IFE, el dictamen aprobado hace alusión a omisiones o deficiencias de la Comisión de Fiscalización, tales como el hecho de no realizar investigación alguna respecto a todas las personas involucradas en los hechos, "cuando ésta era una de las acciones básicas para tener conocimiento de su existencia o no".
Fue deficiente también "en la investigación respecto a las instituciones que sirvieron de puente en la transmisión de recursos, porque no obstante que los hechos de la denuncia se hace referencia a que se ubican en determinadas ciudades y se buscó ubicarlas en un lugar diferente con escasas o nulas posibilidades encontrarla".
En su argumentación para revocar la decisión del IFE de desechar la queja del PRI, el TEPJF sostiene que fue "deficiente la investigación sobre la asociación ligada al candidato presidencial (Amigos de Fox) porque sólo se intentó con un requerimiento en la ciudad de México, encontrándose a unas personas que dijeron que esa asociación tenía tiempo de haber desaparecido sin que el IFE buscara vías alternas".
El TEPJF desechó el recurso interpuesto por el PRD contra la decisión del IFE de desechar su queja, en razón de que en sus pruebas presentó notas periodísticas jurídicamente no válidas para sustentarla.
Reacciones de legisladores y dirigentes partidistas
Una nueva mentira pondría en duda la legitimidad
de Fox
PAN y PVEM podrían perder el registro, advierten
Legisladores y dirigentes partidistas de PRI y PRD advirtieron
que de comprobarse que el presidente Vicente Fox mintió una vez
más al recibir financiamiento del exterior para su campaña
electoral, tendría que revisarse la legitimidad de la elección
de julio de 2000, y los dos partidos que contendieron bajo las siglas de
la Alianza por el Cambio (el PAN y el Partido Verde Ecologista de México)
podrían perder el registro.
Otra mentira traería graves riesgos para la gobernabilidad
del país, pues la credibilidad de Fox quedará ''aún
más maltrecha'', señaló el secretario general del
Partido de la Revolución Democrática (PRD), Raymundo Cárdenas.
Por separado, los senadores priístas Manuel Bartlett,
Fidel Herrera y Oscar Cantón Zetina consideraron de gran relevancia
la sentencia del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación
(TFPJF), y señalaron que el Instituto Federal Electoral (IFE) está
obligado a llevar a cabo, con toda seriedad y minuciosidad, la investigación
sobre los fondos de Estados Unidos triangulados a la campaña foxista.
A su vez, el coordinador de los diputados del PRD, Martí
Batres Guadarrama, resaltó que la decisión judicial significa
un freno al tradicional argumento del gobierno federal para no ser investigado
sobre el secreto bancario. Es, afirmó, ''un suceso histórico'',
porque de él se desprenderá ''un nuevo proceso de transparencia
en la vida democrática del país''.
Defensa verde
Igualmente, el senador perredista Jesús Ortega
Martínez dijo que deberá sancionarse severamente a quien
haya violentado la ley, sin importar que se trate del Ejecutivo federal.
Sólo la senadora del Partido Verde Ecologista Sara Isabel Castellanos
señaló que ''no es saludable'' esa resolución, porque
los gastos de campaña de la Alianza por el Cambio ''es ya cosa juzgada''.
La medida, insistió, ''no es sana para el país''.
Consciente de que su partido está también
en la mira, la legisladora del PVEM sostuvo que en esa resolución
''hay gato encerrado'' y sostuvo que el Instituto Federal Electoral es
uno de los órganos más confiables del país.
Sin embargo, Herrera Beltrán y Cantón Zetina
resaltaron que el IFE mantuvo 13 meses el expediente con las pruebas presentadas
por el PRI sobre financiamiento del exterior a la campaña de Fox
y lo desechó, bajo el argumento de que Hacienda no le dio información,
escudada en el secreto bancario.
''Ahora, con esta resolución, el IFE iniciará
el proceso que debió desahogar desde 2000, una queja sustentada,
con hechos y pruebas, no como en el caso de Pemex, donde el gobierno de
Fox sólo ha pretendido descalificar al PRI'', agregó Herrera
Beltrán.
Precisó que al comprobarse que el ahora Presidente
de la República actuó de manera ilegal, se tendrá
que revisar la legitimidad de la elección de julio de 2000. ''Hay
una cuestión de fondo que debe aclararse por el bien del país.
No estamos echando las campanas a vuelo ni prejuzgando, pero hay la posibilidad
de revocar el proceso electoral de hace dos años y con ello el mandato
de Fox'', insistió.
Igualmente, Cantón Zetina expuso que ''la baraja
de las mentiras del Presidente sigue aumentando'' y la resolución
del TEPJF llevará a probar que a través de su grupo Amigos
de Fox recibió dinero proveniente de Estados Unidos. Además
de revocarse la elección de 2000, los partidos que lo postularon
perderían el registro, sostuvo.
Bartlett, a su vez, hizo notar que la decisión
del tribunal es de enorme importancia, ya que permitirá avanzar
en la transparencia de los procesos electorales. ''Falta regular las precampañas,
porque fue ahí donde Fox gastó una cantidad ilimitada de
dinero que lo posicionó, para que en el proceso formal tuviera una
ventaja de cinco años sobre los demás contendientes''.
El perredista Ortega hizo notar que antes de que el PRI
presentara su queja, el PRD había hecho lo propio ante el IFE, organismo
que ahora está obligado a realizar ''un trabajo muy acucioso y muy
responsable sobre la denuncia, pues antes ya había determinado que
no había nada que perseguir''.
Consideró también que el Congreso tendrá
que legislar para dotar de mayores facultades al IFE, a fin de que pueda
investigar a fondo todo lo concerniente a financiamientos privados en las
campañas y precampañas. ''De lo contrario, corremos el riesgo
de llegar al extremo de que el financiamiento de particulares sustituya
al financiamiento del Estado y, en consecuencia, los funcionarios y representantes
populares electos no le respondan al electorado, sino a quien financió
su campaña''.
En San Lázaro, el coordinador parlamemtario de
la diputación del PRD, Martí Batres, sostuvo que la importancia
de la decisión judicial se manifiesta porque significa un freno
al tradicional argumento del gobierno para ser investigado: ''La Secretaría
de Hacienda ya no tiene pretexto para señalar que el secreto bancario
sería violado con una acción que sólo pretende transparentar
el uso y manejo del dinero''.
El tema en cuestión fue considerado por Batres
como un suceso ''histórico'' porque de él se desprenderá
''un nuevo proceso de transparencia en la vida democrática del país.
Es pronto para hacer juicios porque no sabemos si se enviaron recursos
del exterior a la campaña de Vicente Fox; lo más importante
es el paso político que representa la decisión judicial''.
Por su lado, el coordinador de los diputados del Partido
Verde Ecologista de México, Bernardo de la Garza ?quien fungió
como parte del equipo de administración en la campaña del
entonces candidato Vicente Fox?, adujo que la decisión del tribunal
''sería un golpe sólo en la medida en que se hayan hecho
manejos inadecuados del dinero, o se hubieran aceptado aportaciones improcedentes
para el proceso electoral. Y si no hubo un proceder inadecuado, se demostraría,
efectivamente, que el actual gobierno desde antes que lo fuera trabaja
apegado a la ley''.
''Quien nada debe...''
De la Garza, cuyo partido participó con el PAN
en la Alianza por el Cambio, recordó de manera general la forma
organizativa de la campaña foxista:
''En primer lugar, esto representa un paso más
de la democracia en México, y nos queda claro que nada está
por encima de la ley, pero es necesario traer a la memoria que eran tantas
las cosas que se hacían en la campaña, que por un lado se
encontraba el equipo de la misma y por el otro la gente de Fox; es necesario
el esclarecimiento de eso, porque quien nada debe nada teme''.
El diputado perredista por el municipio de Ciudad Nezahualcóyotl,
Emilio Ulloa Pérez, señaló que el anuncio del TEPJF
''es muy sano porque la duda entre los ciudadanos persistía y qué
mejor momento para transparentar la labor del gobierno y conocer el origen
de los recursos que el candidato Vicente Fox utilizó''.
Desde Ciudad Juárez, vía telefónica,
donde se encuentra como operador político de su partido para los
comicios del domingo próximo, el diputado Ulloa trajo a colación
otro tema intrínsicamente ligado al de la campaña electoral
del actual Presidente: ''¿Por qué no se abre la investigación
para esclarecer el origen de los recursos utilizados por Roberto Madrazo
en su campaña a la gubernatura de Tabasco? ¡Todos sabemos
que gastó más que el candidato demócrata a la presidencia
de Estados Unidos, también en 1994, Bill Clinton, quien tuvo que
desembolsar 50 millones de dólares! ¿O debemos creernos el
cuento de que en México hay políticos tan ricos?''
Su compañero de bancada, el legislador por el estado
de Sinaloa Gregorio Urias, también consideró la decisión
del tribunal como un primer paso para investigar el financiamiento a las
campañas de Ernesto Zedillo y Francisco Labastida: ''Nosotros en
nuestro partido seguimos con la misma postura, que es la lucha a fondo
y a muerte contra la corrupción; por eso en este caso la consigna
debe ser caiga quien caiga''.
El vicecoordinador del grupo parlamentario del PRI en
la Cámara de Diputados, Manuel Añorve, pidió al PAN
y al gobierno foxista que no se opongan a la revisión exhaustiva
de la campaña de Fox: ''Esta es una oportunidad inmejorable para
legitimarse como una administración que realmente quiere el cambio''.
Sobre la resolución del Poder Judicial, Añorve
consideró como un paso de suma trascendencia lo ocurrido, porque
el TEPJF demuestra ''su absoluta autonomía y le recuerda al gobierno
de Vicente Fox que no gobierna solo''.
En entrevista aparte, el secretario general del PRD, Raymundo
Cárdenas, expuso que de comprobarse que el Ejecutivo federal incurrió
en una mentira más, ''habrá graves riesgos para la gobernabilidad
del país, pues su credibilidad quedará aún más
maltrecha''.
La nueva indagatoria a cargo del IFE, resaltó,
deberá incluir a personajes que no se tocaron en el anterior expediente,
como Lino Korrodi, Carlota Robinson y buena parte de los Amigos de Fox.
El dirigente perredista consideró asimismo que
la resolución emitida por el tribunal apunta a que por ese camino
se pueda lograr que los partidos políticos se conviertan en verdaderas
entidades de interés público. Por ello, cobra además
fuerza la necesidad de que el Tribunal Electoral y el IFE participen en
las elecciones primarias partidistas.
Sobre el tema, el representante del PRI ante el IFE, Rafael
Ortiz, no quiso adelantar juicios sobre las posibles repercusiones del
fallo del TEPJF. ''Es un hecho inédito y estaremos en espera del
resultado de las investigaciones''. Ante la insistencia de los reporteros,
señaló que la resolución significa que el Revolucionario
Institucional ''va a levantar el banderín de la legalidad'', porque
el ahora Presidente ''tuvo un financiamiento ilegal a su campaña,
recursos que no declaró''.
Estableció luego una comparación entre la
denuncia del PRI y la acusación sobre desvíos de recursos
en Pemex. ''Cuando nosotros denunciamos es porque sabemos que se está
violando y violentando la ley. Nosotros no hacemos aspavientos, no molestamos
a la autoridad jurisdiccional; significa que nosotros cuando vamos a las
cosas es porque tenemos los elementos y somos justos en la manera como
presentamos nuestros alegatos''.
Ortiz advirtió también que en el caso de
la acusación por desvío de recusos en Pemex, el IFE se equivocó
al declararse parte agraviada, ya que no puede ser juez y parte del procedimiento.
ROBERTO GARDUÑO, ANDREA BECERRIL, CIRO PEREZ,
RENATO DAVALOS Y ROSA E. VARGAS
Dos años después, oficialmente nada
se sabe de las investigaciones de la PGR
Reportaje de La Jornada arrojó las primeras
pistas del posible financiamiento ilegal a Fox
El abogado de la familia negoció con las autoridades
de EU que detuvieran las pesquisas
GUSTAVO CASTILLO Y RENATO DAVALOS
La historia de un posible financiamiento ilícito
a la campaña electoral de Vicente Fox Quesada comenzó a vislumbrarse
en mayo de 2000. La Procuraduría General de la República
(PGR) recibió una denuncia contra Juan Pablo Fox Quesada como presunto
responsable del delito de fraude por 100 mil dólares, ya que se
detectaron transferencias irregulares en sus cuentas bancarias.
Dos años después, oficialmente nada se sabe
de las averiguaciones previas iniciadas por la PGR. Tampoco de las indagatorias
del Departamento del Tesoro de Estados Unidos. Lo que sí se sabe
es que José Luis Reyes, abogado de la familia Fox, negoció
con las autoridades estadunidenses para que se detuvieran las pesquisas.
Una investigación de La Jornada arrojó
las primeras pistas. Los indicios señalaron que cuentas bancarias,
una a nombre de la empresa Vegetales Frescos, en la que el titular era
Juan Pablo Fox, eran utilizadas para triangular fondos ajenos a tratos
comerciales y "muy cercanos a financiamiento político externo",
establecía entonces la denuncia presentada por el banco estadunidense
First National Bank.
Para mayo de 2000, el entonces diputado Enrique Jackson
documentó en la tribuna legislativa que empresas propiedad de Lino
Korrodi recibían recursos procedentes del extranjero, que iban a
parar a la organización Amigos de Fox.
Historia sin fin
Todo empezó en octubre de 1997, cuando Juan Pablo
Fox solicitó un préstamo de 100 mil dólares al First
National Bank McAllen/Edimburg, ostentándose ?sin serlo?, como director
de una empresa denominada Vegetales Fescos, la cual no existía más
que ante el notario público número 53 de Guanajuato, Enrique
Chico Sánchez.
Para esas fechas, Vicente Fox, entonces gobernador de
Guanajuato, había hecho público su deseo de convertirse en
candidato a la Presidencia de la República por el Partido Acción
Nacional (PAN).
Transcurrieron casi dos meses. El 29 de diciembre de 1997
se firmó el contrato bancario 140623, y los 100 mil dólares
quedaron a disposición de Juan Pablo Fox. Nacía en aquellos
tiempos la organizzación Amigos de Fox.
Juan Pablo obtuvo el crédito amparado "en las buenas
referencias crediticias que sus parientes tenían en el First National
Bank", aseguró en junio de 2000 el abogado Jesús Horacio
Caballero Rodríguez, encargado de presentar ante el Ministerio Público
Federal adscrito a la ciudad de Matamoros, Tamaulipas, la denuncia por
fraude contra el menor de los hermanos Fox Quesada.
El compromiso de Juan Pablo Fox fue pagar el empréstito
en 10 mensualidades de 10 mil dólares cada una, a partir del 5 de
febrero de 1998.
Sin embargo, el 26 de octubre del mismo año, sin
haber cubierto un solo pago, solicitó la restructuración
del crédito, comprometiéndose a pagar los 100 mil dólares,
más un interés de 14 por ciento anual, respaldando el acuerdo
con un cheque que tenía vencimiento en octubre de 1999. Tampoco
cumplió.
Ante la tardanza en la amortización, en marzo de
2000 ?ya iniciadas las campañas electorales a la Presidencia de
la República, y Vicente Fox como abanderado panista?, el First National
Bank Edimburg inició una investigación a Vegetales Frescos,
encontrando que la supuesta empresa a la que se destinarían los
100 mil dólares era "un inmueble abandonado y en completo descuido",
señalaría el abogado del banco estadunidense.
A partir de esa investigación, la determinación
estaba tomada. El 8 de marzo de ese año, el abogado Jesús
Horacio Caballero tomó el caso y presentó una denuncia por
fraude contra Juan Pablo Fox.
El 8 de mayo, La Jornada publicó en su primera
plana que el banco estadunidense había demandado al hermano del
candidato panista a la Presidencia de la República
Un día después, Vicente Fox aseguró
en Tijuana que las acusaciones contra su hermano eran "piedritas" que el
régimen priísta le ponía para impedir su triunfo el
2 de julio siguiente.
El caso, señaló, se pretendía convertir
de un acto meramente comercial "de cualquier persona", en un asunto político
que, dijo, no tenía ninguna relación con su campaña.
En esa misma fecha, el First National Bank ratificó
la denuncia penal contra Juan Pablo Fox y lo señaló como
presunto responsable de los delitos de abuso de confianza y fraude, al
no pagar el crédito de 100 mil dólares y los intereses moratorios
que se generaron de octubre de 1997 a mayo de 2000. Junto con la ratificación,
la averiguación previa había sido "atraída" de Tamaulipas
a la sede central de la PGR.
Para el 29 de mayo de 2000, fuentes de la PGR revelaron
que Juan Pablo Fox sería juzgado conforme a lo establecido en el
artículo cuarto del Código Penal Federal en caso de que la
denuncia fuera llevada a los tribunales. Se consideraba que en su calidad
de mexicano había cometido delitos en el extranjero. Hasta ese momento,
el Ministerio Público Federal analizaba la denuncia y había
iniciado la averiguación previa APR/195/00/3.
Este diario poseía ya copia de la querella formulada
por el First National Bank. En tanto, José Luis de la Peza, entonces
magistrado presidente del Tribunal Electoral del Poder Judicial, aseguraba
que se había "deteriorado seriamente" la imagen de ese órgano
por una falta de madurez política de los partidos para aceptar sus
fallos. Sus declaraciones se enmarcaron en la sentencia que determinó
que la fotografía de Vicente Fox en las boletas electorales era
ilegal.
El caso abandonó temporalmente el panorama político.
Sin embargo, el 9 de junio de 2000 este diario publicó que el Departamento
del Tesoro realizaba una indagatoria por presuntas irregularidades en transferencias
bancarias cercanas a los 30 millones de dólares a nombre de Cristóbal
Fox Quesada.
Según los primeros indicios, se sospechaba que
podrían ser utilizados como fondos de financiamiento para la campaña
presidencial de Vicente Fox. Estos recursos, según la legislación
electoral, son ilegales. La indagatoria, según las fuentes consultadas
entonces, se inició en 1999 a raíz de que se detectaron "movimientos
importantes de capital" de compañías estadunidenses que "eran
triangulados en cuentas de diversas empresas y luego trasladados a México".
Por su parte, el First National Bank documentó
ante la PGR que Juan Pablo Fox utilizó las cuentas de cheques 11003596
y 145556 ?la primera a su nombre y la segunda bajo la razón social
Vegetales Frescos? para triangular dinero procedente de México y
Estados Unidos a compañías con las que tenía relaciones
"extrañas", porque estaban dedicadas a la refrigeración y
la curtiduría, e incluso a casas de cambio como Consultoría
Internacional. Además presentó copias de cheques de las transferencias,
que fueron publicadas por este diario el 9 de junio de 2000.
El abogado de la institución crediticia declaró
a La Jornada que no podía afirmar que las transferencias
detectadas por el First National Bank hubieran sido destinadas a la organización
Amigos de Fox. Pero Rodríguez Caballero confirmó que existieron
triangulaciones de capital que superaron los 200 mil dólares y cuyo
destino fueron empresas con giros comerciales distintos a los de Vegetales
Frescos.
De acuerdo con las referencias obtenidas entonces, el
Departamento del Tesoro detectó movimientos financieros que superaron
los 10 mil dólares, pero que en conjunto podían alcanzar
30 millones de dólares, aunque para esas fechas, oficialmente, el
gobierno mexicano aún no había sido notificado de esa investigación
en torno a Cristóbal Fox.
La documentación obtenida por La Jornada
mostró que Juan Pablo Fox movilizó en un solo traspaso más
de 30 mil dólares, cuando de la cuenta del First National Bank había
retirado 30 mil 15 dólares y vía el Banco de América
se pagó esa suma a la Casa de Cambio Monex.
En otro movimiento financiero, el 2 de marzo de 1998,
por 30 mil dólares vía Bancrecer, se transfirieron esos recursos
del First National Bank a la empresa Vegetales Frescos, a petición
de Juan Pablo Fox.
El 20 de febrero de ese año se pagó un cheque
por 20 mil dólares a la empresa Curtidumbre Mexicana desde la cuenta
del First National Bank.
El representante legal de ese banco afirmó, el
10 de junio de 2000, que Juan Pablo Fox "realizó triangulaciones
de dinero hacia Nueva York, San Francisco y México, por conducto
de instituciones como Bancrecer, Banorte, Bank of America, Chase NYC, Northwest
Bank, Wells Bank y Laredo National Bank", con empresas que no tenían
relación con Vegetales Frescos que era, supuestamente, la explotación
de recursos derivados de la agricultura, la ganadería y la piscicultura.
En entrevista con este diario, Rodríguez Caballero
declaró que llamaba la atención que Juan Pablo Fox, quien
sólo tenía 10 mil pesos de capital supuestamente invertidos
en una sociedad comercial, moviera "cantidades superiores a 300 mil dólares
o similares en transferencias, giros, depósitos, etcétera".
Ese mismo día, los candidatos del PRD, Cuauhtémoc
Cárdenas, y del PRI, Francisco Labastida, exigieron investigar los
fondos de financiamiento de Vicente Fox. El perredista declaró que
debía cancelarse su registro, pues había incurrido en delitos.
El priísta demandó la intervención del Instituto Federal
Electoral (IFE) y de la PGR en el caso.
Vicente Fox negó entonces que existieran subvenciones
ilegales para su campaña, dijo que esos señalamientos eran
"calumnias" y calificó a su familia como "gente honrada".
Un reportaje realizado por Juan Manuel Venegas, de La
Jornada, acerca de la empresa Vegetales Frescos, detectó que
ésta era "un galerón pintado de color blanco, protegido por
una malla metálica y cuya entrada era una vieja y oxidada reja,
cerrada por una pesada cadena". Los lugareños aseguraban que desde
hacía meses ese acceso no se abría.
En la misma fecha, Juan Pablo Fox compareció ante
la PGR. Rodríguez Caballero declaró entonces que en mayo
de 2000 los representantes del menor de los hermanos Fox Quesada "trataron
de negociar el pago del crédito con el First National Bank bajo
el argumento de que Vicente iba a ser presidente, le iba a ir bien, le
ayudarían y que estaban en posición de hacer una recomendación".
El 11 de junio de 2000, el entonces procurador general
de la República, Jorge Madrazo Cuéllar, confirmó que
el Ministerio Público Federal integraba una averiguación
previa contra Juan Pablo Fox.
Un día después, la PGR solicitó formalmente
a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) y a la Procuraduría
Fiscal que le proporcionaran un informe de 1997 a esa fecha de los estados
de cuenta relacionados con las empresas de los hermanos Juan Pablo y Cristóbal
Fox, en especial de la denominada Vegetales Frescos, ubicada en San Francisco
del Rincón, Guanajuato.
Juan Pablo Fox pagó, el 12 de junio, 125 mil dólares
al First National Bank, según un comunicado del PAN. Sin embargo,
el día 28 de ese mes aún se mantenía la demanda, porque
Horacio Caballero Rodríguez aseguró que el representante
general del banco estadunidense, Michael Vincent McCarthy, había
recibido amenazas.
Por temor no había viajado a México para
presentar el desistimiento, y el papel con el cual, según los panistas,
se acreditaba el pago del adeudo, no tenía valor jurídico.
El 14 de junio, Madrazo Cuéllar aseguró,
en una entrevista radiofónica con Guillermo Ortega, que a partir
de la investigación sobre la denuncia por fraude que el First National
Bank interpuso contra Juan Pablo Fox, la PGR investigaría "unas
posibles triangulaciones irregulares de dinero".
Explicó que con el alegato del representante legal
del First National Bank y unas fotostáticas, la PGR dio vista a
la Procuraduría Fiscal y a la CNBV para que ahí se hicieran
los estudios, pero, advirtió entonces: "solamente que existiera
una querella de parte de las autoridades hacendarias" se podría
dar trámite a la nueva vertiente de la averiguación previa.
Pero la PGR obtuvo, mediante el oficio SPPB/148/00, dirigido
a Eduardo Fernández García, presidente de la CNBV, los estados
de cuenta de Juan Pablo y Cristóbal Fox Quesada, y con ello se inició
la averiguación previa 87/DGMOEB/2000.
El hermano menor de Fox recibió el perdón
jurídico hasta después del 29 de junio. La PGR, supuestamente,
continuaba las investigaciones relativas a las transferencias ilegales
de capital, al igual que las autoridades estadunidenses. Después
de esa fecha, no se supo nada de las indagatorias. Ni de la PGR ni de las
autoridades estadunidenses.
Versiones obtenidas indican que una vez que ganó
la Presidencia Vicente Fox, José Luis Reyes, abogado de la familia
Fox y quien fuera un de los candidatos a dirigir la PGR, viajó a
Estados Unidos para negociar con autoridades de ese país el cese
de las investigaciones.
El 21 de junio de 2000, el entonces diputado Enrique
Jackson Ramírez denunció en tribuna el "escandaloso, indignante,
inmoral y deshonesto engaño que representa la candidatura, el proyecto
y el financiamiento de la campaña del candidato de Acción
Nacional".
Acusó a Lino Korrodi Cruz, responsable de las finanzas
del candidato panista, de operar "un truculento sistema de transferencias
de dinero proveniente del extranjero y del país, apoyado en tres
empresas que él administra ubicadas en diferentes ciudades de la
República, mediante cuentas bancarias de particulares".
Se refirió a las filiales del Instituto Internacional
de Finanzas, con sede en Puebla; que de ese estado lo enviaba a sus filiales
en León o en Monterrey, y de dichas filiales los recursos eran transferidos
a las empresas K-Beta, Grupo Alta Tecnología en Impresos y ST and-K
de México.
Los recursos, según Jackson, eran remitidos a las
cuentas personales de Carlota Robinson, quien los distribuía mediante
un fideicomiso en Bancomer a nombre "del señor Rojas Mañón"
(Carlos), cesado después en el gobierno foxista por un escándalo;
en otro caso, a diversas personas físicas que convertían
en efectivo los cheques y, en otros más, a la cuenta bancaria de
Amigos de Fox.
Como ejemplo, citó a una corporación con
sede en Bélgica, denominada Deshidration Tecnologies Belgum SA,
que depositó 200 mil dólares a la cuenta del Instituto Internacional
de Finanzas, con sede en Puebla, para después pasarlos al Grupo
Alta Tecnología en Impresos, con sede en Monterrey.
Así, refirió haber obtenido copia de 38
cheques dirigidos a Carlota Robinson. Agregó que la organización
Amigos de Fox "había servido de tapadera para encubrir una de las
operaciones más vergonzosas, más sucias y más deshonestas
que se han dado en una campaña a favor de un candidato".
Ambos expedientes, el del hermano del Presidente revelado
por La Jornada, y el de Korrodi y Robinson, presentado por Jackson,
merecieron que la Alianza por México y el PRI, respectivamente,
presentaran una queja ante el IFE.
El 14 de noviembre de 2000, unos días antes de
que Fox asumiera como Presidente, la Comisión de Fiscalización
del IFE informó de las quejas partidistas. La de la alianza fue
remitida el 14 de junio y la otra, nueve días después.
El IFE requirió información a La Jornada,
al First National Bank y a la PGR copia de la averiguación previa.
Para el 20 de febrero de 2001, la Secretaría de
Hacienda envió al IFE un oficio firmado por el administrador general
de Auditoría Fiscal Federal del Servicio de Administración
Tributaria, Roberto Alvarez Argüelles, en el que respondió
así a la petición de José Woldenberg, consejero presidente
del IFE:
"Sobre el particular y por acuerdo superior, me permito
ratificar el contenido de la conversación sostenida el día
de hoy durante la cual se puso de manifiesto la limitación de orden
público que impone a la Secretaría de Hacienda el artículo
69 del Código Fiscal de la Federación, en el sentido de que
existe prohibición expresa de rendir o proporcionar información
obtenida con motivo del ejercicio de las facultades de comprobación,
hecha excepción de las autoridades judiciales en procesos del orden
penal o a los tribunales competentes que conozcan de pensiones alimenticias."
Hacienda se negó a colaborar
En términos llanos, Hacienda se negó a colaborar
con las indagaciones del IFE en torno a las denuncias de financiamientos
irregulares a la campaña de Vicente Fox.
El IFE había solicitado una auditoría a
las distintas empresas que en su momento fueron mencionadas como canal
de financiamiento, tales como Vegetales Frescos, K-Beta, Grupo Alta Tecnología
en Impresos y ST-and K de México.
Pero el tema seguía vigente, y para finales de
2001 en el IFE se abrió un debate entre los consejeros sobre la
viabilidad de las quejas. En tres ocasiones se requirió la información
a la Secretaría de Hacienda, pero ésta fue negada con el
mismo argumento del secreto bancario.
En una larga sesión, los consejeros desecharon
las propuestas de Pablo Gómez y de Jaime Cárdenas para que
se solicitase la información al propio Presidente de la República.
Incluso, se planteó que se interpusiera una controversia constitucional.
Las propuestas fueron rechazadas por mayoría.
Sin embargo, la representación del PRI no se conformó
con la decisión asumida en el seno del Consejo General del IFE y
a mediados de agosto del año pasado presentó una apelación
ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
Ayer, el órgano electoral dependiente del Poder
Judicial dictaminó que el IFE debe "completar las investigaciones
relacionadas con las aportaciones de diversas personas para la campaña
de Alianza por el Cambio", que encabezaba el entonces candidato presidencial
Vicente Fox Quesada. Pero sólo por lo que se refiere a la denuncia
en la que están involucradas las empresas de Lino Korrodi.