Especialista en títeres, se presentaría
en el Festival Universitario Cultural, en Sinaloa
Veta el gobierno de México al grupo cubano de
teatro La Marea
Daña las relaciones políticas, culturales
y científicas, afirma Carlos Ayala, de la UAS
"Es producto del mal manejo que viene directamente de
la cancillería", agrega
CESAR GÜEMES ENVIADO
Culiacán, 6 de mayo. El gentil concierto
con que Eugenia León abrió las actividades del Festival Universitario
de la Cultura se vio empañado por la sombra de un desliz más
de la cancillería mexicana que seguramente será de consecuencias
muy serias para la relación entre México y Cuba.
Hasta
la noche del domigo e incluso la mañana de este lunes los hechos
artísticos y académicos que conforman el festival se iban
sucediendo con tranquilidad, pero llegó la tiniebla: el grupo teatral
La Marea, especializado en representaciones con títeres, que debía
presentarse en diversas ocasiones a lo largo del festival, vio censurada
su posibilidad de viajar a nuestro país por parte de las autoridades
mexicanas correspondientes.
Lo que en principio fue un mero rumor que pudo haber caído
en el terreno anecdótico se convirtió, para los organizadores
del festival y desde luego para el público, en la certeza de que
por primera vez un grupo artístico se encuentra con el veto de la
Secretaría de Gobernación y la de Relaciones Exteriores para
visitar México.
Más allá de los dimes y diretes
El confilcto, en opinión de las autoridades universitarias
responsables de la invitación al grupo La Marea, tiene al menos
un antecedente luego del desencuentro entre México y Cuba, después
de aquella aciaga reunión de jefes de estado en Monterrey. Fernando
Mejía, a la sazón director de actividades artísticas
de la UAS y coordinador del grupo de guiñol de la universidad, se
vio ante una situación por lo menos extraña hace unos días,
durante una visita laboral a Cuba. El hospedaje que habían acordado
y que implicaba la estancia de seis personas en un hogar cubano se vio
amenazado por vecinos de Matanzas, quienes, apegados a la dureza de la
ley en la isla, los conminaron a repartirse en varias casas de hospedaje.
Lo grave del incidente es que no fueron separados porque así lo
marcaran los reglamentos cubanos, sino, así se lo hicieron saber,
por su condición de mexicanos, lo cual habla de un deterioro real,
más allá de los dimes y diretes en las pantallas de televisión,
de las centenarias relaciones que ambos países han mantenido con
singular tranquilidad.
El grupo La Marea contaba ya, antes de la negativa de
las autoridades mexicanas para viajar a México, con el aval del
gobierno cubano. Aquí en Sinaloa se hicieron desde los programas
de mano hasta los arreglos correspondientes para su presentación
en las diversas entidades donde su visita se esperaba.
Comunicado mexicano
A punto ya de salir de Cuba, los integrantes de La Marea
recibieron un comunicado de México en el cual se les conminaba a
esperar hasta el 2 de mayo la respuesta a su petición para viajar
a México. Evidentemente la respuesta era negativa. En Cuba se quedaron.
Además de ser el primer inicidente de este tipo de que se tenga
memoria luego de la célebremente triste cumbre de Monterrey, a la
imposibilidad de viajar del grupo La Marea se agrega el hecho de que Cuba
ha mantenido desde hace numerosos años una estrecha relación
de intercambio científico y cultural con Sinaloa. Tan es así
que en Culiacán existe y está en funciones la Casa del Catedrático,
en la cual médicos, filósofos, investigadores, artistas y
agrónomos cubanos pasan temporadas que van de seis meses a cinco
años mientras desempeñan la labor para la que fueron invitados.
Con la negativa del gobierno mexicano para que La Marea
viajara a nuestro país, ese intercambio entra en una fase de desconcierto
y de riesgo debido a que los proyectos científicos que Cuba y el
estado de Sinaloa mantienen en conjunto se ven en la peligro de interrumpirse.
Una explicación "casi imposible de dar"
El encargado de difusión cultural de la UAS, Carlos
Ayala, señala para La Jornada: "La relación entre
ambas naciones se daña no sólo en el ámbito político,
sino en el cultural y el científico. Pero no sólo eso, sino
que el daño deja de ser local y llega al ámbito internacional.
La gravedad de la censura que ha impuesto México para un grupo artístico
cubano es mayúscula y evidentemente es producto del mal manejo que
viene directamente de la cancillería. Lo que corresponde, ahora
que el daño está hecho, es presentar una protesta formal
y solicitar una amplia y documentada explicación del veto que sufrió
La Marea, explicación, por cierto, que se antoja casi imposible
de dar".
Sin la presencia del único grupo extranjero que
estaba programado para participar en el festival, las posibilidades del
mismo se ven limitadas, concluye Carlos Ayala, luego de que ha dado inicio
el segundo día de actividades del mismo.