Niega ante el juez Garzón haber lavado
dinero para la operación con el banco mexicano
Se deslinda Rodríguez Ponga de toda anomalía
en la compra de Probursa
Responsabiliza del supuesto fraude con cuentas secretas
en BBVA a la ex cúpula del banco
Tampoco reconoce ser el autor de un manual de la entidad
bancaria para evadir al fisco
ARMANDO G. TEJEDA CORRESPONSAL
Madrid, 6 de mayo. Estanislao Rodríguez
Ponga, secretario de Hacienda del gobierno español, declaró
hoy como testigo ante los tribunales por su presunta implicación
en la trama financiera del caso BBVA; en concreto se refirió a la
compra del banco mexicano Mercantil Probursa y la creación de un
Manual de productos fiduciarios, diseñado por la entidad
para defraudar al fisco.
El funcionario se desvinculó del supuesto fraude
perpetrado por la ex cúpula del Banco Bilbao Vizcaya (BBV) a través
de cuentas secretas en paraísos fiscales, por las que circularon
durante 13 años decenas de millones de dólares cuyo origen
podría ser el blanqueo de dinero procedente del narcotráfico,
el pago de comisiones de ilícitas y el financiamiento irregular
de partidos políticos.
Rodríguez
Ponga diseñó junto con Nelson Rodríguez Montoya, el
testigo protegido de la trama y ex asesor legal de BBV-Privanza en Puerto
Rico, la operación de compra-venta del banco Mercantil Probursa
a la entidad financiera española. La transacción, impulsada
por el ex presidente del BBVA y principal sospechoso del fraude, Emilio
Ybarra, también contó, según las indagatorias de la
Fiscalía Anticorrupción española, con la participación
del banquero mexicano José Madariaga Lomelín, a quien implican
en lavado de dinero y operaciones fraudulentas por un monto superior
a los 160 millones de dólares.
El juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón
citó hoy como testigo a Rodríguez Ponga, el máximo
responsable de la política fiscal del gobierno del conservador José
María Aznar, quien además fungió de 1992 hasta 1997
como asesor del BBV, época investigada con lupa por las autoridades
financieras y judiciales españolas. Rodríguez Ponga sustituye
en el cargo a Enrique Giménez Reyna, dimitido después de
que estallara otro escándalo financiero, el denominado Gescartera,
en el que estaban implicados él mismo y su familia, y del que resultaron
perjudicados miles pequeños y medianos ahorradores.
Rodríguez Ponga compareció cerca de una
hora ante Garzón y fue interrogado por el fiscal David Martínez
Madero sobre los dos puntos más polémicos durante sus años
de empleado de la multinacional financiera: la compra de Mercantil Probursa
y su supuesta autoría en el citado manual creado ad hoc
para defraudar a Hacienda. En ambos casos se declaró ''inocente''
o que, en todo caso, las presuntas responsabilidades penales sobre estas
acciones recaen sobre sus anteriores jefes, ya que, sostiene, él
no tendría capacidad operativa ni ejecutiva para los dos hechos
citados.
Según la documentación recabada hasta ahora
por la justicia española, Rodríguez Ponga fue uno de los
tres autores intelectuales de la operación de compra-venta de Mercantil
Probursa, para la que crearon un complejo circuito internacional cuya finalidad
fue evadir los capitales y finalmente comprar la entidad financiera, una
vez blanqueado el dinero en paraísos fiscales, entre
ellos Suiza, Jersey y Puerto Rico.
El testigo protegido también implica al que fuera
mano derecha de Madariaga Lomelín en aquellos años: Eduardo
Pérez Montoya, que según una investigación de la FBI
está relacionado con las mafias del narcotráfico mexicano.
El funcionario español reconoció que habló
al menos en dos ocasiones con el testigo protegido Nelson Rodríguez,
sobre la operación de la compra de Probursa y las consecuencias
que tendría el pago del impuesto de sociedades en la pérdida
del valor del banco mexicano, que después optó, como los
demás, por los beneficios del rescate bancario impulsado por el
entonces gobierno de Ernesto Zedillo a través del IPAB.
Con motivo de esta operación reconoció que
mantuvo en dos ocasiones conversaciones con Nelson Rodríguez: una
durante la elaboración del informe sobre el tratamiento fiscal,
y una segunda para conocer detalles sobre el convenio de doble imposición
entre España y Estados Unidos.
En este sentido, el secretario de Estado declaró
que sólo intervino para elaborar un informe sobre la forma de tributar
las posibles minusvalías que el banco registrara por la pérdida
de valor de las acciones de Probursa en el impuesto de sociedades español.
El único detalle que conoció de esta operación fue
que se iba a ejecutar a través de la filial del BBV en Puerto Rico,
porque la legislación mexicana exigía realizar la compra
desde un territorio incluido en el Tratado de Libre Comercio de América
del Norte.
Sin embargo, la hipótesis de la Fiscalía
apunta al blanqueo de dinero a través de paraísos
fiscales como Suiza o Jersey para, finalmente, comprar la entidad mexicana
y repatriar, blanqueados, más de 160 millones de dólares
propiedad de Madariaga Lomelín.
En el interrogatorio se le preguntó también
sobre algunos nombres, y entre ellos admitió conocer al responsable
del BBV Privanza en Jersey, Manuel López, imputado también
en este caso. Según aseguró, desde su puesto en la asesoría
fiscal del banco nunca trabajó para BBV Privanza, y si bien le llegaban
consultas sobre algunas filiales del grupo, sólo le afectaban aquellas
que tenían que ver sobre temas fiscales relacionadas con la matriz.
Al abandonar la Audiencia Nacional, Rodríguez Ponga
se limitó a decir a los periodistas que lo aguardaban lo que había
ratificado en las ruedas de prensa que ofreció cuando se hizo público
que el fiscal pedía su imputación