El actual vicepresidente de BBVA-Bancomer usó $185 millones para comprar Probursa

José Madariaga, entre beneficiados de los créditos irregulares reportados por el auditor Mackey

ISRAEL RODRIGUEZ Y JUAN ANTONIO ZUÑIGA

El actual vicepresidente del BBVA-Bancomer, José Madariaga Lomelín, realizó una operación de crédito relacionado por 185 millones de pesos a través del fideicomiso número 12155-8 constituido por él mismo en el desaparecido Banco del Centro (Bancen), para adquirir 76.3 millones de acciones del grupo financiero Probursa, el cual posteriormente sería integrado al BBV, revelan los documentos de trabajo (working papers, por sus siglas en inglés) del informe de Michael W. Mackey.

Otro caso de operaciones clasificadas como reportables en los documentos de trabajo son las de Luis Roberto Mazón López, donde se señala la adquisición por parte del extinto Fondo Bancario para la Protección al Ahorro Bancario (Fobaproa) y ahora IPAB, de 10 créditos al propietario de diversas compañías del Grupo Mazón, por 194 millones de pesos. Abraham Silberstein Toiv, asesor regional de Bancomer, quien además controlaba el Consorcio Habitacional Lomas del Sol, Desarrollo Promotor Juansil, Exclusivas Orientales, Promotora Inmobiliaria Jardines de la Mesa, Racine y Universo de Regalos, obtuvo entre junio de 1994 y noviembre de 1996 préstamos de Bancomer por 225 millones de pesos, los cuales fueron transferidos al Fobaproa el 31 de diciembre de 1995.

El elemento más importante que ofrecen estos papeles es que detallan parte de la ingeniería financiera con la que se llevaron a cabo las operaciones que Mackey calificó como transacciones reportables, y de las cuales se desprenden los beneficios adicionales que obtuvieron los bancos como consecuencia de los cuestionados programas de capitalización y compra de cartera.

Los créditos relacionados se dividen en: grupo Aa y Ab, en los cuales se incluyen las operaciones del programa de compra de cartera que no cumplieron con los criterios establecidos por el Fobaproa; el grupo B, son operaciones relacionadas, es decir, créditos que fueron otorgados entre los mismos accionistas de los bancos, pese a que fueron identificadas, y el grupo C, que se refiere a todas las operaciones ilegales que violaron alguna ley y que son consideradas delitos.

En el caso de dos bancos analizados, Banamex y Bancomer, que participaron en el programa de capitalización y compra de cartera, el Fobaproa pagó dicha cartera con todo e intereses moratorios, pero de acuerdo con las actas del comité técnico del Fobaproa esto no estaba permitido para el caso de Bancomer.

De hecho, en las bases de capitalización de Banamex y Bancomer figura una cláusula que textualmente dice: ''Este documento es de carácter confidencial, por lo que el gobierno federal determinará la forma en que deberá darse a conocer el esquema de capitalización a la opinión pública''.

El universo de las operaciones reportables es de 17 mil 815 créditos, que implican 73 mil 775 millones de pesos. Del total de las operaciones, 97 por ciento (17 mil 352 créditos) se refieren al Grupo Aa, cuyo monto es de 24 mil 778 millones de pesos.

En este grupo, el listado entregado por el auditor Mackey no presenta la desagregación de 16 mil créditos por 13 mil 116.5 millones de pesos, por lo que no es posible conocer el nombre o razón social de las personas físicas o morales que estuvieron implicadas en este tipo de operaciones, y que representan más de 90 por ciento de las operaciones y más de 50 por ciento de los recursos fiscales involucrados.

Las operaciones ilegales (C) ascienden a 6 mil millones de pesos y se encuentran en los fusionados Banco Unión, Confía y Banpaís.