La supervisión efectiva de los tratamientos

Los reclusos diagnosticados positivos al virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) son transferidos a la penitenciaría de Santa Marta desde los otros establecimientos penales dependientes del gobierno del DF. El objetivo de esta medida es brindarles mejores condiciones de higiene y atención, y evitar el hacinamiento. En ese lugar tienen acceso a la atención médica especializada, bajo la supervisión del doctor Jesús Arreguín, director Médico del penal y la doctora Elsa Aburto, contratada específicamente para esos fines por la Unidad de Servicios Médicos de Reclusorios del Distrito Federal.

Gracias al interés y colaboración de las diversas instancias de gobierno involucradas, el procedimiento empleado para distribuir los medicamentos a los internos con VIH/sida ha cambiado. Antes de la presente administración existían casos en que los internos bajo tratamiento vendían o desperdiciaban las dosis que, conforme a su derecho, les eran otorgadas. Para solucionar este problema, se llegó a un acuerdo entre autoridades y la población penintenciaria. En dicho acuerdo se estableció que la atención brindada por el Programa en el reclusorio no contemplaría privilegios especiales, pero en cambio, los internos gozarían de los mismos beneficios que la población en general. A partir de ese acuerdo, se aplica el llamado tratamiento supervisado, que consiste en que cada paciente bajo tratamiento debe trasladarse del dormitorio a la unidad de servicios médicos para recibir los medicamentos e ingerirlos en presencia del encargado. Con esta supervisión, se garantiza el apego al tratamiento por parte del paciente y, por tanto, una mayor eficacia.
 
 

Diagnóstico voluntario

Otro de los servicios a disposición de los internos son las pruebas de laboratorio; sin embargo, durante el pasado año y lo que va del presente, no se han realizado pruebas de carga viral, por falta de disponibilidad --situación que sufren todas las personas atendidas por el programa--; no obstante, la metodología necesaria está ya en proceso y en breve toda la población seropositiva tendrá acceso a estos exámenes específicos, pues los demás, entre ellos las pruebas de CD₄, no han dejado de aplicarse.

Por otra parte, debido a la alta prevalencia del VIH/sida en reclusorios y a la imposibilidad legal de obligar a los internos a practicarse la prueba de diagnóstico, el Programa de VIH/Sida del DF propuso que se implementen las acciones necesarias para que esta población reciba información preventiva constante, tenga acceso al uso del condón y a solicitar voluntariamente los exámenes de detección del virus de la inmunodeficiencia humana. En la implementación de estas medidas se encuentran trabajando conjuntamente todas las instituciones de gobierno involucradas y diversas organizaciones no gubernamentales. Una de las principales metas a alcanzar es lograr un sistema no impositivo, sino propositivo de diagnóstico, que permita controlar el problema existente en este sector de la población uno de los más expuestos al riesgo de infección.