Con el propósito de dar atención integral a todas las personas afectadas por el VIH/sida, la Secretaría de Salud (Ssa) continúa desarrollando un conjunto de acciones en distintos frentes, que incluyen negociar con los laboratorios farmacéuticos la reducción de precios en los medicamentos; mejorar el abasto y la distribución de antirretrovirales; optimizar los procedimientos de compra de los fármacos; y fomentar la selección adecuada del tratamiento inicial para personas afectadas, pero sin seguridad social.

En este esfuerzo, donde la participación intersectorial de la sociedad resulta determinante, destaca la implementación de las pautas de tratamiento elaboradas por la Organización Panamericana de la Salud (OPS), que hace un año reunió a un grupo de expertos provenientes de varios países latinoamericanos para definir los mecanismos idóneos para enfrentar retos derivados de las terapias que ocasionan resistencia viral y toxicidad de los medicamentos suministrados, así como la necesidad de que el paciente adopte una adherencia efectiva al tratamiento.

Por ello, y para establecer una acción coordinada a través del Centro Nacional para la Prevención y Control del VIH/Sida (Censida), la Ssa convocó en la Ciudad de México, el pasado 26 de abril, a los jefes de los programas estatales de VIH/sida, a médicos de los servicios especializados de todo el país, a representantes de 40 organizaciones civiles provenientes de distintas entidades que ofrecen tratamiento, y a representantes de personas que viven con VIH/sida.

Ante ellos se dio a conocer en qué consisten los llamados tratamientos de primera y segunda línea para personas que no hayan tomado medicamentos, que destacan por ser accesibles, seguros, altamente eficaces, con un menor número de pastillas y de tomas al día, condiciones que permiten promover mayor adherencia del paciente y de esta forma preservar opciones de tratamiento futuro.

Se destacó que, con esta decisión, el programa de suministro gratuito de antirretrovirales para las personas que viven con VIH/sida que no son derechohabientes ni del IMSS ni del ISSSTE, ni mucho menos tienen recursos económicos, ha entrado en una fase de franca optimización que, además de resultar eficaz, privilegia el manejo simplificado de cada paciente y la posibilidad de recurrir a distintas opciones en quienes presenten fallas al tratamiento recibido.

Durante estos encuentros en los que participaron el subsecretario de Prevención y Protección de la Salud, el doctor Roberto Tapia Conyer, y la directora General del Censida, la doctora Patricia Uribe Zúñiga, la Ssa explicó que en el 2002 se está duplicando el número de tratamientos disponibles para pacientes que se encontraban en lista de espera en los distintos centros de atención especializada del país, desde el año pasado.

Asimismo, se precisó que éstas pautas de ninguna manera modifican los tratamientos existentes ni la compra de los insumos empleados para ello. Todos los antirretrovirales que existen en México seguirán estando disponibles para integrar los esquemas requeridos por los pacientes que viven con sida, de acuerdo a las condiciones clínicas y características especiales de cada personas si así se justifica.

Se dijo, además, que está contemplada la inclusión de cualquier nuevo esquema si demuestra su superioridad a los recomendados por la OPS. Se trata de optimizar el uso de los antirretrovirales y de dar pasos firmes en el cumplimiento de las metas contenidas en el Programa de Acción para la Prevención y Control del VIH/Sida 2001-2006.

Por último, la Ssa informó que el Consejo de Salubridad General ha dado su visto bueno a las recomendaciones de la OPS, acordando someterlas a consenso en todo el sector salud.

Por ello, la Ssa ha adoptado como política el uso de estos esquemas, mismos que fueron presentados en la última reunión de trabajo del Conasida para conocimiento del resto de las instituciones de salud que integran dicho órgano colegiado, por lo que están siendo revisados en el Comité de Atención Integral, que cuenta con representación de expertos de todas las instituciones del sector, de la sociedad civil y de personas que viven con VIH/sida.