COPAS DEL MUNDO
El primer gol en un Mundial lo anotó el francés
Laurente contra México
Uruguay conquista el título en casa, en 1930
Venció 4-2 a su eterno rival, Argentina Sólo
participaron cuatro países europeos
AFP
El pequeño Uruguay se ganó el derecho a
organizar el primer Mundial de futbol de la historia tras ganar los Juegos
Olímpicos de París en 1924 y de Amsterdam en 1928, como parte
de los festejos por el centenario de su independencia (foto 1).
Los
uruguayos sólo disponían de 14 meses para tenerlo todo a
punto, pero el desafío no los amedrentó: se pusieron manos
a la obra para construir el estadio Centenario, una gigantesca estructura
elíptica de 450 mil metros con capacidad para 80 mil espectadores.
Un coloso para la época.
Pero esta primera Copa del Mundo en "blanco y negro" quedó
un tanto deslucida, porque sólo acudieron cuatro naciones europeas:
Francia (foto 2), Bélgica, Yugoslavia y Rumania, ya que, según
esgrimieron otras federaciones, el viaje en barco resultaba demasiado largo
-15 días- y costoso.
A esos cuatro países se les sumaron otros nueve
americanos, 13 en total, divididos en cuatro grupos; tres de tres y uno
de cuatro. El primer clasificado de cada sector iba directamente a la semifinal.
El primer partido, disputado el 13 de julio, enfrentó
a México-Francia (4-1), victoria gala. Las estadísticas ya
contaban con un precioso dato: el primer gol de un Mundial lo marcó
el francés Lucien Laurent en el minuto 19.
Electrizante encuentro entre eternos rivales
Como era previsible, dos países sudamericanos llegaron
a la final. Argentina, que se deshizo en semifinales de un sorprendente
Estados Unidos (6-1), y el anfitrión, Uruguay, que liquidó
a Yugoslavia (6-1).
El duelo rioplatense estaba de nuevo servido: los dos
países se volvían a ver las caras después de la final
olímpica del 28 y Argentina clamaba venganza.
Los ánimos estaban, pues, caldeados aquel 30 de
julio en un estadio Centenario lleno a rebosar de animosos espectadores,
entre ellos el mítico cantante de tangos Carlos Gardel.
El árbitro belga, Jan Langenus, había pedido
incluso protección oficial.
La Argentina del artillero Stabile ganaba al descanso
2-1, pero la Celeste de Andrade, Cea y Scarone dominó claramente
la segunda parte y metió tres goles que sellaron el 4-2.
Todo el país estalló de júbilo y
hubo fiesta nacional.
En la otra orilla del río, sin embargo, enmudecieron.
Incluso algunos cientos de personas intentaron asaltar la embajada de Uruguay
en Buenos Aires, sin conseguirlo, en la que fue la primera muestra de violencia
en un Mundial.
Las federaciones rompieron relaciones a raíz de
este triste incidente.