MEXICO, SA
Carlos Fernández-Vega
INMERSO EN UN NUEVO escándalo en julio de
1996, un sudoroso y cinematográfico José Madariaga Lomelín,
a la sazón presidente de la Asociación de Banqueros de México,
aseguraba: "Me siento en medio de la guerra de las galaxias".
NO ERA PARA MENOS. Raúl Salinas de Gortari,
detenido el 28 de febrero de 1995, compareció ante el Ministerio
Público mexicano y la fiscal general de Suiza, Carla del Ponte,
a quienes declaró, entre otras cosas, que algunos empresarios "habían
sido sus socios en distintos negocios lícitos, que nada tienen que
ver con el financiamiento ilegal del tráfico de estupefacientes,
ni tampoco con el lavado de dinero". Uno de esos empresarios fue
José Madariaga Lomelín y el negocio Mexicana de Autobuses
Sociedad Anónima (MASA), en el que también participó
Abraham Zabludovsky Nerubay.
AMIGO DE LOS AMIGOS, el primero de marzo de 1995,
un día después de la captura y encarcelamiento del hermano
incómodo,
el todavía dueño de Mercantil Probursa declaró a la
prensa que la aprehensión de Raúl Salinas de Gortari demostraba
que en México "hay voluntad de ejercer la justicia sin distingos
y de forma expedita". Casi un año y medio después, Madariaga
Lomelín fue citado por la autoridad judicial para declarar en torno
a su relación empresarial con el, en ese entonces, inquilino de
Almoloya, y aseguró que "el negocio fue totalmente limpio, acorde
con las leyes mexicanas y el estado de derecho... Fui accionista de MASA,
pero no socio de Raúl Salinas de Gortari... No hay nada que ocultar".
SIN
EMBARGO, TODO indicaba que no había sido el único negocio
y sí había algo qué ocultar. "Las investigaciones
de la PGR, lo mismo cuando detuvo y encarceló a Raúl que
cuando se le descubrieron las cuentas en bancos suizos, dejaron en claro
que RSG tenía una estrecha relación financiera con Madariaga:
inversiones millonarias en la casa de bolsa Probursa y cuantiosos depósitos
en el banco del mismo nombre (ambos presididos por el propio Madariaga).
Enrique Salas Ferrer, ex secretario particular de RSG, en declaración
ministerial, reveló que a finales de 1991, año en que el
Multibanco Mercantil de México (después Mercantil Probursa)
fue adjudicado al grupo de Madariaga, ese banco expidió una tarjeta
de crédito a Raúl, pero con el nombre de Juan Guillermo Gómez
Gutiérrez, el alias que usaba para muchos de sus negocios, entre
ellos, por ejemplo, la compra de la hoy célebre hacienda Las Mendocinas,
ubicada en Puebla, pero sobre todo las millonarias transferencias de dólares
al exterior. Dijo también que con la tarjeta de Probursa, Raúl
pagaba cuentas de hoteles y restaurantes, sobre todo cuando iba acompañado
de mujeres. La relación de Madariaga con los hermanos Salinas de
Gortari, empero, no se reduce al trato con Raúl. Un primo de ellos,
Carlos Iñigo de Gortari, fue funcionario de Probursa -director de
Nuevos Negocios- y de él se valió Madariaga para salir adelante
en muchos de los pleitos legales que le sobrevinieron a raíz del
crack
bursátil de 1987. Probursa fue una de las intermediarias que más
demandas por fraude acumuló." (Proceso, número 1027,
Carlos Acosta).
MEXICANA DE AUTOBUSES, empresa paraestatal
hasta octubre de 1988, fue "desincorporada" por el gobierno de Miguel de
la Madrid a Samuel Wigisser Karpyl, y luego vendida a los tres socios que
después se "desconocieron". En su momento, la versión difundida
sobre la asociación de Raúl Salinas de Gortari con Madariaga
y Zabludovsky en la empresa MASA indicaba que de noviembre de 1989 a enero
de 1993, el hermano incómodo y el ahora vicepresidente primero
del Grupo Financiero BBVA-Bancomer participaron en el consorcio, para luego
vender sus respectivos acciones (el 40 y 20 por ciento del total, en cada
caso) en 36 millones de dólares.
LA VERSION NO COINCIDIO, sin embargo, con
la información que en ese entonces certificó el Registro
Público de la Propiedad (antec. registral F.M. 124538), en
el sentido de que la empresa MASA se inscribió oficialmente en ese
organismo el 31 de enero de 1990, fecha en la que los socios y los porcentajes
de participación eran los siguientes: Abraham Zabludovsky Nerubay
(73 por ciento); Jorge Zabludovsky Nerubay (8); Gerardo Ciuk Díaz
(16); Perla Ciuk Díaz (1) y Abraham E. Ciuk D. (2). Al mismo tiempo,
el propio Gerardo Ciuk Díaz aparecía como administrador único
y Marcos Berkman Margols como comisario de la empresa registrada el 31
de enero de 1990.
AL MISMO TIEMPO, DOS elementos adicionales
no coincidían con la versión oficial y la información
certificada por el Registro Público de la Propiedad: El capital
?según este último? ascendió a 750 millones de viejos
pesos (750 mil pesos nuevos), y el objeto de la empresa era el de la "adquisición
de toda clase de acciones, sociedades, partes y participaciones en otras
sociedades". Nada relacionado con la fabricación de autobuses. La
información aportada por uno de los socios señalaba que el
contrato de compra-venta de las acciones de MASA al Grupo Wigisser (adquiridas
por medio de la empresa Enlehe, SA) sumó 18 mil 519 millones 444
mil 263 viejos pesos, de tal suerte que no resultaría redituable
el haber pagado tanto dinero por un consorcio que, en apariencia, tendría
un limitadísimo capital de 750 millones de viejos pesos. Esta operación,
de acuerdo con la declaración ministerial de Raúl Salinas
de Gortari, fue financiada, íntegramente, por la casa de bolsa Probursa.
LOS ESCANDALOS FINANCIEROS de Madariaga Lomelín
no se limitan al de la empresa referida, mucho menos a los que ahora surgen
con el BBVA. Hay todo un historial detrás de este personaje. De
hecho, la casa de bolsa Probursa ocupó las principales posiciones
en lo que a número de demandas legales se refiere, después
del crack bursátil de 1987. A pesar de ello, se le permitió
adquirir Multibanco Mercantil de México, después Mercantil
Probursa, hoy BBVA-Bancomer. Hay que sumar el affaire (1992) de
los ajustabonos que devino en pérdidas masivas ?alrededor de 65
mil millones de pesos? para la institución y que pretendieron cargar
a su clientela. En 1994, la sanción (junto con la impuesta a los
grupos financieros Banamex, Bursátil Mexicano, Prime y Serfin) por
coordinar posturas en las subastas de Cetes y presionar para obtener mayores
rendimientos y la especulación con Tesobonos, que el gobierno zedillista
terminó pagándolos en dólares y no en pesos, como
se estableció en un principio. No fue la única, pero en este
renglón Probursa, con Madariaga a la cabeza, incremento 45 por ciento
su tenencia de este tipo de valores a unas cuantas semanas de los errores
de
diciembre, con los subsecuentes beneficios.
UNA HISTORIA INTERESANTE que parece haber
librado. Hoy sólo le corresponde el escándalo BBV-Probursa-Bancomer.
Las rebanadas del pastel:
EN 1994, EL PAN acusó a los dueños
de las casas de bolsa, especialmente a uno, de "presionar a sus empleados
para que voten a favor del candidato del PRI Ernesto Zedillo". ¿Quién
era ese personaje especial, según los blanquiazules? Su nombre
empieza con José y acaba con Madariaga Lomelín.