lunes 29 de abril de
2002 |
n Riesgo de que el arribo de Fox quede en una simple alternancia limitada: Rivera Pacheco |
Difícil, que en este sexenio concluya la reforma del Estado: Jaime Ornelas |
Ignacio Juárez Galindo n |
Debido a que la corriente política que encabeza el presidente Vicente Fox Quesada no es una fuerza hegemónica y necesita alcanzar consensos con otras fuerzas políticas, así como por su falta de claridad respecto a lo que debe ser nuestro país, es difícil que en este sexenio pueda haber una verdadera reforma del Estado, a lo sumo puede impulsarse "reformas parciales", las cuales dependerán de las coyunturas que presenten y no a una propuesta de nación. |
Lo anterior lo
aseguró Jaime Ornelas Delgado, investigador de la
facultad de Economía de la UAP (FEUAP), quien sostuvo
que las principales reformas impulsadas por el actual
gobierno federal tienen un tinte neoliberal, tendientes a
privilegiar cambios estructurales orientados al mercado y
la expansión del capital productivo. Se ha adoptado,
agregó, sugerencias del Banco Mundial que pretende
impulsar modificaciones a la Ley Federal del Trabajo y
privatizar el sector energético, entre otras cosas. En tanto, Rodolfo Rivera Pacheco, catedrático de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), sostuvo que Fox Quesada se encuentra atrapado entre las pautas del viejo régimen priista y corre el riesgo de no cerrar el ciclo de la transición democrática en el país y así como "una simple alternancia, limitada" que puede abrir la posibilidad del regreso de viejas fuerzas autoritarias. Ornelas Delgado y Rivera Pacheco participaron en la mesa de discusión "Reforma del Estado", efectuada el viernes pasado en la sala Francisco de Vitoria de la UPAEP y que formó parte del primer ciclo de conferencias con motivo del XII aniversario de La Jornada de Oriente. Ambos articulistas de este medio coincidieron en criticar al gobierno federal y afirmaron que hasta el momento no existe ninguna diferencia entre las administraciones de Ernesto Zedillo y Vicente Fox. De hecho, el investigador de la FEUAP aseguró que Fox Quesada representa la continuidad del régimen zedillista y su propuesta de reforma está sustentada en la visión de imponer el mercado al Estado. "Hubo cambios más notorios entre Miguel de la Madrid y José López Portillo que ahorita". Explicó que siendo candidato de la Alianza por el Cambio, el guanajuatense ofreció llevar a cabo cambios profundos a las instituciones para desmontar el viejo aparato priista, pero "la reforma desde el poder" se ha complicado debido a que existen otras propuestas y hay un 51 por ciento de electores que no votó por el PAN. Recordó que en el 2000, Fox reunió a un grupo de 180 "iluminados" para que presentaran sus propuestas y definieran el destino de un país con 100 millones de mexicanos, pero dichas propuestas no han sido aceptadas porque el Ejecutivo federal ha mostrado "inequidad para el consenso" y se ha regido bajo la lógica de los presidentes priistas: imponer sólo su visión de las cosas. A esto se suma, dijo, que el Ejecutivo ha soslayado el cabildeo y la negociación pese a que en el Congreso de la Unión los diferentes partidos políticos tienen sus propias propuestas de reforma. En su intervención, Jaime Ornelas apuntó que también la reforma del Estado desde la época de Carlos Salinas -el impulsor de una propuesta basada en cambios estructurales y orientación al mercado- tiene su fundamento en los cambios de los ciclos económicos a nivel mundial, como es la globalización. En la actualidad, expuso, se vive un nuevo ciclo sustentado en la expansión de capital productivo, que establece que la inversión directa propicia una mayor ganancia, pero para eso se necesita fuerza de trabajo barata, recursos naturales que permitan este tipo de desarrollo industrial y gobiernos que garanticen las condiciones de la inversión. Como ejemplo, dijo, se encuentra el Plan Puebla-Panamá. Apuntó que bajo estos planteamientos, el gobierno foxista inició una estrategia para impulsar cambios constitucionales destinados a lograr una flexibilización en la relación laboral, mediante una reforma que permita la productividad y aumentar la inversión. Sostuvo que la administración federal, tomando en cuenta las recomendaciones del BM, pretende modificar la Ley federal del Trabajo, cambios que sólo socavarían las prestaciones y beneficios de los trabajadores y abaratarían la fuerza de trabajo. A la par, prosiguió, se impulsan reformas a artículos constitucionales para eliminar aquellos preceptos que obstaculizan el flujo del capital privado, aumentar la competitividad en el mercado global y ascender a una economía de primer mundo. Entre las propuestas se encuentra la privatización de sectores estratégicos para la nación como el petróleo, la electricidad o el sector hidráulico. Sin embargo, Ornelas Delgado subrayó que una de las principales obligaciones del Estado es buscar la seguridad y tranquilidad de sus ciudadanos, así como generar un desarrollo económico, político y social. Por el contrario, apuntó, una reforma integral forzosamente plantea los canales de participación de las organizaciones sociales, los ciudadanos y a otros sectores, para que en un ambiente democrático puedan definir el tipo de desarrollo que se quiere y no partir exclusivamente de los principios neoliberales. Más adelante, indicó que la "utopía neoliberal" de que el mercado sea el que regule las actividades de un país no ha tenido ningún éxito y existen experiencias plenamente probadas a nivel internacional. En contra parte, dijo, se necesita un Estado coordinador de las actividades pero también democrático, soberano y que esté atento al sentir nacional. En la ronda de preguntas y respuestas, el también fundador de La Jornada de Oriente criticó que en nuestro país con el gobierno foxista ni siquiera se ha alcanzado el grado de alternancia en el poder, ya que existe la misma visión económica y política del anterior sexenio. Sostuvo que el neoliberalismo es un proyecto político reversible y modificable, de ahí que sea necesario buscar alternativas claras y sustentadas Por su parte, Rodolfo Rivera Pacheco manifestó que posiblemente Vicente Fox ha dejado escapar la oportunidad y momento preciso para echar a andar la transición democrática en México, pero advirtió que el presidente continúa atrapado en las pautas que le dejó el viejo régimen priista. Sin embargo, precisó que actualmente no hay diferencias entre la administración de Zedillo y Fox. "Hubo grandes expectativas sobre la transición, pero puede quedar en una simple alternancia (en el poder) limitada que puede dar pie al regreso de viejas fuerzaz de autoritarismo", alertó. Asimismo, hizo una amplia explicación sobre su propuesta de reforma del Estado, en la que se contemplan los aspectos políticos, sociales y administrativos. De entrada, apuntó que por el momento la discusión sobre este tema se encuentra detenida y olvidada. Para el investigador de la UPAEP, la reforma del Estado debe incluir el aspecto administrativo, orientado, entre otras cosas, a "productivizar el gasto público", reorganizar su estructura organizacional o reorientar su sistema de información. A estas medidas deben acompañarse las de tipo político que incluye la democratización, dar representantividad y representación a los grupos sociales, transparentar el ejercicio público y un compromiso nacional orientado a los valores nacionales y la soberanía. A la par, se encuentra la reforma social que debe plantear una redefinición de la educación pública, el establecimiento de un código para los medios de comunicación, impulsar el desarrollo cultural y científico, renovación de los aparatos de seguridad pública y la reestructuración del poder judicial, así como una nueva relación entre las diferentes iglesias existentes. |