El Instituto Simone de Beauvoir cumple dos años
Modificar paradigmas precisa de formar líderes
''genuinos''
Rosario Robles y Marta Lamas, entre sus colaboradores
YANIRETH
ISRADE
La historia enseña que los intentos por transformar
la sociedad, aun los más genuinos y prometedores, se frustran por
una conducción errónea, un liderazgo frágil o miope.
Y si de modificar paradigmas se trata, entonces hay que formar líderes
distintos e involucrar a las mujeres, sostiene el Instituto Simone de Beauvoir,
AC, que cumple dos años de impartir diplomados con colaboradores
entre los que figuran estudiosas de la condición de género,
como Marta Lamas, o dirigentes políticas como Rosario Robles y Beatriz
Paredes; también funcionarios como José Woldenberg, consejero
presidente del Instituto Federal Electoral, o los periodistas Víctor
Ronquillo y Luis Hernández Navarro.
Olivia Gall, quien preside el consejo asesor del Instituto
Simone de Beauvoir, dirigido por Marta Lamas, y la semióloga Martha
Guadarrama, coordinadora del eje imagen, hacen un balance de ese periodo
en el que han formado 550 estudiantes.
Define Gall: el propósito del instituto es formar
a personas que incidan en las decisiones políticas y sociales del
país. Nos interesa cambiar las claves y los códigos de la
representación social, así como desarrollar liderazgos no
convencionales y no autoritarios, sino basados en un trabajo en equipo
orientado a lograr una sociedad democrática y equitativa.
Impugnar paradigmas
-La subjetividad es uno de los elementos que integran
en sus programas de estudios. ¿Cómo se trabaja? Podría
pensarse en un esquema similar a las terapias de grupo.
-Trabajamos con un modelo que en realidad es antimodelo
?responde Guadarrama. Refuerza Gall: nos importa trabajar con la subjetividad,
que de manera sencilla es la necesidad del autoconocimiento, porque estamos
convencidas de que si no se tiene esta herramienta de trabajo no se construye
un liderazgo que realmente cuestione los paradigmas y no se use para beneficio
personal. Esta es la originalidad del instituto, además de su modelo
transdisciplinario.
Precisa Martha Guadarrama: ''nos interesó hacer
un programa académico único en su género, porque se
proporcionan herramientas de información y conocimiento y también
aquellas que se inscriben en lo que en Estados Unidos se conoce como advocacy,
es decir defensoría, gestión, negociación, imagen,
etcétera. Lo que se quiere en la parte de subjetividad no es dar
una terapia sino informar a mujeres y jóvenes que existen mecanismos.
No pretendemos que salgan y digan ¡ah, ya se cuál era mi problema!
Estudiamos conceptos como el inconsciente y aprendemos que las mujeres
tenemos introyectadas una serie de prohibiciones sociales que se reflejan
en nuestra cotidianidad. Hablo de mecanismos de prohibición no sólo
a nivel de palabra, sino simbólico y cómo los manejamos;
cómo las relaciones interpersonales con figuras importantes de mi
vida, como mi madre o mi padre, han influido para que me relacione con
mi grupo de trabajo o sea una líder de un tipo o de otro.
Saber escuchar
-Han debido hacer un trabajo de la reivindicación
de la palabra líder.
Responde Oliva Gall: se piensa en el líder o lideresa
como alguien que todo lo sabe o todo lo puede; tiene todo el poder, ante
el cual todos se pliegan. Para nosotros no es así. Ni es aquel que
aparece diario en las ocho columnas del periódico. Un líder
tiene una voz importante, sabe mirar a los que están a su alrededor
y escucha con cuidado. Es alguien que logra, después de escuchar,
convertir eso en propuestas claras; crea sinergia, potencia las cualidades
de su equipo y coloca cada uno en su lugar, tiene una visión a futuro
y una visión global del presente y del contexto, y sabe impulsar
una causa o un proyecto y no tiene como primera intención el beneficio
personal".
(El instituto imparte los diplomados Mujeres varias, liderazgos
múltiples; Jóvenes y liderazgo y Mujeres que crean. Se ubica
en antigua calzada Tasqueña 108, colonia San Lucas, Coyoacán.
Sus teléfonos son 53 36 15 39 y 40. Página web http://www.ilsb.org.mx.)