Comparece ante comisiones del Senado

Ruffo: preciso, revisar el inequitativo Tratado Internacional de Aguas

ALONSO URRUTIA

El comisionado para la Frontera Norte, Ernesto Ruffo, consideró necesaria la revisión técnica del Tratado Internacional de Aguas México-Estados Unidos, pues de éste, aseguró, se desprenden inequidades que afectan la dotación del líquido en los estados fronterizos mexicanos.

Así, mientras la cuenca del río Colorado, que corre de norte a sur, tiene un capítulo especial para épocas de sequía, el relativo a la cuenca del Bravo, que va en sentido contrario, no lo tiene en detrimento de nuestro país.

Al comparecer ante comisiones senatoriales, Ruffo escuchó los cuestionamientos de la bancada priísta en voz de Carlos Rojas, quien le pidió que el gobierno fuera claro en los alcances de los acuerdos bilaterales respecto a las llamadas fronteras inteligentes, pues, aseveró, existen inquietudes entre los senadores de que se pudieran haber acordado aspectos no conocidos por el Congreso.

El cuestionamiento no tuvo respuesta explícita, aunque el funcionario reconoció que a partir de los "lamentables sucesos del 11 de septiembre" Estados Unidos ha puesto énfasis en la seguridad al discutir los temas fronterizos, mientras que México continúa reivindicando el impulso del desarrollo económico.

Las reservas que ha tenido Estados Unidos luego de los sucesos, dijo, ciertamente han afectado las enormes oportunidades que se tenían para impulsar el desarrollo de la región, en la cual, conjuntamente entre los seis estados fronterizos mexicanos y los cuatro de Estados Unidos, existe un intercambio económico anual de 90 mil millones de dólares.

En este sentido, Ruffo comentó que el enorme potencial que tiene la industria maquiladora del norte del país no ha sido aprovechado por los inversionistas mexicanos, "pues no vemos a empresas mexicanas como las principales proveedoras de insumos". Dijo que existen estimaciones de que esta participación directa de empresas totalmente nacionales es de 3 por ciento y el resto son de industrias con capitales extranjeros.

Por ello consideró necesario que el gobierno federal intervenga de manera más decidida, para que el desarrollo regional de esta industria se conecte directamente con empresas nacionales. Es decir, que el Ejecutivo federal instrumente programas más decididos que impulsen a las industrias nacionales de otras regiones.

En ese contexto, el funcionario manifestó que han comenzado a circular algunas versiones en el sentido de que Japón está interesado en firmar un tratado de libre comercio con México, situación que sería muy importante para nuestro país. Recordó que Japón sólo mantiene un tratado de estas características con Singapur.

Durante su comparecencia, de casi tres horas, Ruffo fue muy específico sobre la problemática en la zona. Explicó el Programa de Desarrollo Regional de la Frontera Norte 2001-2006.

Sin embargo, Rojas lo interrogó sobre las dificultades de la relación, en especial sobre el desequilibrio en la cuestión del agua, la violación a los derechos humanos de los indocumentados y el impacto que tendrá la decisión de la Suprema Corte de Justicia de Estados Unidos, que prácticamente autoriza a cualquier ciudadano estadunidense a violar los derechos de los mexicanos.

Ruffo sólo aludió a la problemática del agua, la cual calificó de muy seria. Dijo que esta misma semana se reunirá en Washington el canciller Jorge G. Castañeda con funcionarios de la comisión del agua. "Lo que hemos planteado es que existen cuestiones técnicas que deben ser revisadas, puesto que en el caso del agua del Colorado, que viene de norte a sur, sí hay especificaciones en caso de sequía que los protege (a los estadunidenses), pero no así en el caso del Bravo."

Comentó que debido a la complicada situación de la distribución de agua en la zona fronteriza, se han comenzado a manejar algunas posibles y preocupantes acciones en Estados Unidos, como el hecho de empezar a dejar de distribuir el líquido hacia algunos distritos de riego en la frontera, lo cual dificultaría mucho la situación para el agro mexicano.

Explicó que, según estudios que se han llevado a cabo en México, la realización de algunas obras de infraestructura aplicando nuevas tecnologías permitiría la reducción importante del consumo de agua. Sin embargo, manifestó, el problema son los recursos económicos, toda vez que ello implicaría la inversión de mil millones de pesos que por el momento no se tienen.