MEXICO-CUBA
Podrán reanudarse cuando el pueblo de la isla tenga más libertad, dice el presidente
Uruguay rompe relaciones diplomáticas con La Habana, por los agravios de Castro
El mandatario cubano calificó al gobierno de Jorge Batlle de servil ante Estados Unidos
AFP, REUTERS Y DPA
Montevideo, 23 de abril. El presidente de Uruguay, Jorge Batlle, anunció este martes que su gobierno decidió romper relaciones con Cuba, a consecuencia del "tono de los agravios" proferidos contra el país por el jefe de Estado cubano, Fidel Castro.
El gobernante cubano dijo ayer que la política del gobierno de Uruguay -que promovió una resolución sobre Cuba en la Comisión de Derechos Humanos (CDH) de la Organización de Naciones Unidas en Ginebra- "es ruin y miserable" y calificó a Batlle de ser un "trasnochado y abyecto Judas".
"El tono de los agravios ha subido y por tanto nuestra respuesta es sencilla: no creo que tenga sentido continuar las relaciones con Cuba", dijo Battle ante periodistas este martes.
"Las relaciones entre dos países deben mantener un clima. Al romperse (el clima), se genera también un rompimiento en las relaciones que es inexorable", señaló el presidente uruguayo.
Batlle enfatizó que las relaciones con Cuba podrían reanudarse "en tanto se advierta, por la parte a la que corresponda, que lo que Uruguay quiere es que el pueblo cubano tenga más libertad y se le franquee lo que hoy cualquier pueblo democrático tiene y que notoriamente ahí no existe: libertad".
El encargado de prensa de la cancillería uruguaya, Jorge Puig, dijo a Dpa que mañana el vicecanciller Guillermo Valles hará precisiones acerca de las declaraciones del presidente tras de reunirse con el embajador cubano Joaquín Alvarez Portela.
La guerra diplomática entre La Habana y Montevideo se remonta al 10 de abril pasado, cuando Uruguay propuso en la CDH de la ONU una resolución respaldada por varios países latinoamericanos en la que se insta al gobierno de Castro a "poner tanto esfuerzo en el fortalecimiento de los derecho humanos como los ha dedicado a mejorar las políticas sociales", que prevé visitas de misiones de Naciones Unidas a la isla para aquilatar la situación de los derechos humanos.
Luego de la aprobación de la resolución, el gobierno cubano calificó a Batlle, entre otras cosas, de "abyecto Judas" por haber propuesto el documento, y calificó a su gobierno de "servil" ante los intereses de Estados Unidos, al igual que los gobiernos de Argentina y Costa Rica.
El lanzamiento de esta iniciativa fue lo que generó las críticas del gobierno cubano contra Battle, y lo que motivó que hace dos semanas el embajador uruguayo en La Habana, Enrique Estrázulas, fuera llamado a consultas por su gobierno.
La cancillería uruguaya informó hoy que Estrázulas está "temporalmente retirado" de su cargo como embajador hasta que se concrete formalmente la ruptura.
Las relaciones entre Cuba y Uruguay, establecidas por primera vez en 1902, se habían reanudado en 1985 con el retorno de la democracia al país sudamericano, tras 12 años de dictadura militar.
Los gobiernos democráticos después de la dictadura se abstuvieron siempre de votar mociones en la ONU que condenaban el sistema unipartidista de Cuba, pero Batlle, quien asumió el poder en marzo de 2000, se ha mostrado más crítico que sus antecesores respecto de la isla a medida que se ha intensificado el acercamiento de su gobierno con Estados Unidos.
Días atrás, el canciller uruguayo Didier Opertti dijo que Cuba había acusado a su país de acordar con Estados Unidos un acuerdo comercial a cambio de un voto contra Cuba en la CDH en Ginebra.