Logros y propuestas La gestión que el doctor René Drucker Colín acaba de concluir como presidente de la Academia Mexicana de Ciencias se caracterizó por la búsqueda de una incidencia en la definición de las políticas para la investigación y la educación en el país, particularmente a través de la elaboración de tres documentos que alcanzaron un amplio consenso en la comunidad científica: las Estrategias para el Desarrollo de la Ciencia y la Tecnología en México, en los umbrales del siglo XXI; el Plan Nacional de Desarrollo de la Ciencia y la Tecnología y el Programa Profesor-investigador Nacional. Con el espíritu de crítica constructiva que lo caracteriza, Drucker Colín propició entre los miembros de la AMC una amplia discusión para evaluar dos propuestas para reformar las leyes de fomento a la investigación científica y tecnológica, y la orgánica del Conacyt, que actualmente se encuentran en la Cámara de Diputados. Entre los principales cuestionamientos formulados se encuentran el que no se contempla la participación de la comunidad científica con voz y voto de manera independiente a las autoridades; una concepción centralista en vez de plantear un proceso de federalización; poner el acento en resolver sólo prioridades, lo cual limitaría el desarrollo de las ciencias sociales y las humanidades; las omisiones de algún artículo transitorio que garantice los recursos para el desarrollo de la ciencia y la tecnología, y de dos temas relacionados con el Conacyt: el SNI y la Universidad Pública; el cambio de adscripción de los Centros SEP-Conacyt, buscando sectorizarlos cuando su magnífico desempeño se debe, precisamente, a la autonomía con la que trabajan. Finalmente la AMC apoyó la autonomía del Conacyt respecto de la SEP, lo cual apuntaría hacia un reconocimiento formal de la importancia de las actividades científicas y tecnológicas. Por lo que toca a los logros de la gestión de Drucker Colín mencionaremos la restructuración de la revista Ciencia, con el propósito de hacerla más atractiva; el incremento de la información contenida en el Directorio de la AMC; el establecimiento de nuevas secciones regionales con lo que la Academia contribuye a la descentralización del quehacer científico y tecnológico; la puesta en marcha de la Agencia de Noticias Científicas; el ingreso de 262 nuevos miembros; la obtención de la Casa de Tlalpan como sede de la AMC y que se ha visualizado como una Ciudad de las Ciencias. René Drucker Colín deja su cargo con
una propuesta de reflexión para los integrantes de la AMC: el que
consideren profesionalizar su actividad a través de la elección
de un presidente por un periodo de 4 años con posibilidad de renovarlo
por otros 4, pero que dicho funcionario esté dedicado de tiempo
exclusivo y con sueldo al trabajo de la Academia. ¡Enhorabuena! (PV)(FOTO Carlos Ramos Mamahua).
|