En la cabalgata de ayer, a la que se unió
Fox, participaron cerca de 4 mil jinetes
¡Agua!, clamor de gobernadores de tres estados
México no puede seguir pagando cuotas a EU; la
sequía en el norte está ¡de la chingada!: ex edil
JUAN MANUEL VENEGAS ENVIADO
Nuevo Laredo, Tamps., 21 de abril. La sequía
en el norte del país, que si no se atiende, "le va a estallar al
gobierno del presidente Vicente Fox" ?tal fue la alerta del diputado local
y ex alcalde de Ciudad Mante Javier Villarreal?, fue el tema que campeó
en la cabalgata que protagonizaron los gobernadores de Tamaulipas, Nuevo
León y Coahuila y que habría que rebautizar como "unidos
para exigir agua".
Y Fox Quesada, que se les unió este domingo, debió
escuchar esa llamada de atención que fue reiterada por cualquiera
de los casi cuatro mil jinetes venidos de aquellas tres entidades para
recorrer, en la jornada de hoy, 15 kilómetros entre Colombia, Nuevo
León, y Nuevo Laredo, Tamaulipas.
Públicamente no hubo respuesta directa a los señalamientos
de una crisis agudizada por 10 años de sequía y el pago de
agua que México tiene que hacer a Estados Unidos. Pero lo que el
presidente Fox sí dijo es que él es un gobernante que sabe
escuchar y compartir las "amarguras" de los gobernados.
"No
hay mejor gobernante que aquel que escucha; que está cerca de la
ciudadanía; que comparte las alegrías y las amarguras, el
trabajo y sus ideales y sus sueños... y por eso estamos aquí,
para escuchar, para extender nuestra amistad a cada uno de ustedes y compartir
los valores que llevamos dentro los mexicanos", apuntó el mandatario
poco antes de montar el blanco cuarto de milla en que cabalgó de
Colombia a Nuevo Laredo.
Junto a él, luciendo botas texanas, los gobernadores
Tomás Yarrington, de Tamaulipas; Fernando Canales Clariond, de Nuevo
León, y Enrique Martínez, de Coahuila. Y destacando entre
ellos, el secretario de Gobernación, Santiago Creel Miranda.
También, el procurador general de la República,
Rafael Macedo de la Concha, y el director de Petróleos Mexicanos,
Raúl Muñoz Leos, quien resultó, para algunos, una
verdadera sorpresa en el arte de montar y que, trascendió, acudió
a la cita a abordar otro de los temas "prioritarios" para este gobierno:
el plan de desarrollo energético de la región norte, que
se quiere "interconectado" con Estados Unidos.
La jornada empezó a las seis de la mañana.
Cientos durmieron en las caballerizas del ejido Santa Cruz, punto de reunión.
Otros, los que tuvieron hotel o camioneta camper donde pernoctar,
llegaron desde las cinco. Ahí estaban los más encumbrados
ganaderos de Nuevo León, Tamaulipas y Coahuila, y los más
humildes ejidatarios.
La diferencia entre ellos estaba en el caballo que montaban
y la ropa que usaban. Mientras los ganaderos se vieron de auténtico
comercial Marlboro y lucían los mejores ejemplares de sus cuadras,
los campesinos -en la retaguardia de la caravana- no tuvieron para el camuflaje
de la ocasión. Las miles de camisas blancas con la leyenda "Tres
estados unidos por las tradiciones", y los paliacates rojos y azules que
se mandaron hacer, no alcanzaron para ellos.
Más allá de esas diferencias, algo los unió:
la escasez de agua. Problema que aquí presentan como de atención
inmediata. La producción agrícola, literalmente, se les vino
abajo y el erosionado territorio se acerca ya a un ambiente desértico.
Si uno se acerca a preguntar qué esperan del resultado
de esta cabalgata, responden: atención al problema del agua.
Villarreal, conocedor de la región tamaulipeca,
advierte: "humanamente no podemos seguir cumpliendo los compromisos con
Estados Unidos... ¡no podemos! Eso lo sabemos y cualquier tratado,
con quien sea, debe pasar primero por una ley humana. Yo creo que ya es
momento de que el gobierno mexicano plantee ante el de Estados Unidos que
no podemos seguir pagando agua... porque aquí el problema es mayúsculo.
De verdad, ¡de la chingada!"
Los gobernadores se lo dijeron a Fox y a Creel en la víspera:
"son alarmantes los bajos niveles que existen en las presas de la región...
aquí es donde debemos poner los acentos, porque atender este problema
es urgente para nosotros, pero también para las generaciones que
vienen", precisó Yarrington.
El ex alcalde de Mante es aún más enfático:
"es un asunto ya de seguridad nacional. Si no se atiende, le va a estallar
al gobierno del presidente Fox".
Como respuesta, el titular de Gobernación ofreció
el sábado -en reunión privada con los mandatarios estatales-
formar una comisión interinstitucional para atender el problema
"a corto plazo" y buscar la solución al conflicto que hay en el
norte del país, "en el marco del tratado que tenemos con Estados
Unidos". La comisión estará integrada por los propios gobernadores
y los representantes de las comisiones Nacional del Agua e Internacional
de Límites y Aguas.
Fox Quesada, por su parte, en su mensaje mañanero
dijo que al abordar con los gobernadores "temas de gran importancia", como
el agua y la sequía, les refrendó su compromiso de avanzar
hacia la solución de estos problemas. Porque hoy ha quedado claro
que tenemos que trabajar para asegurar "apoyos para la modernización
del campo, así como de mejorar precios y mercados para quien entrega
su vida, su sudor, sus lágrimas, sus sueños para arrancarle
a la tierra su fruto".
A veces, añadió, habrá diferencias,
pero "las tendremos que dirimir" a fin de trabajar en concordancia y con
los consensos que "han sido muchos" en lo que va de su gobierno. Y ofreció
su compromiso por construir una nación "exitosa y triunfadora",
que empezará a demostrarse "a partir de esta cabalgata".
Y todos a galope...
Terminado el mensaje, lo demás fue una fiesta campirana.
Las canciones ad hoc llenaron el terregoso ambiente. Siete Leguas
y Caballo prieto azabache, entre otras, en la voz de Antonio Aguilar,
marcaron la salida del ejido Santa Cruz a Nuevo Laredo.
Diestro en este tipo de faenas, el presidente Fox tomó
la delantera... y tras de él, como marca el rito, cabalgó
la tropa, que se perdió entre el polvo y lo oscuro de una mañana
en la que el sol salió hasta después de las 6:30.
...Eran miles de a caballo ?rezaba una de las canciones?
y a todos ellos salió también a saludar la esposa del presidente,
Marta Sahagún, quien en uno de los puntos, cerca la entrada a Nuevo
Laredo, los vio cruzar a todo galope.
Visiblemente emocionada alzó la mano para saludar
al grupo. A lo lejos la distinguió el mandatario: los besos que
se dirigieron marcaron su propio momento:
?Estar así, cerca del pueblo, ¡nos compromete
aún más!?, expresó ella, sin desviar la mirada de
su esposo.