TIEMPO DE BLUES
Raúl de la Rosa
El club del algodón/ II
Primera llamada
EN
1923 SE inauguró el Cotton Club. Desde que Owney Madden, traficante
de alcohol, decide comprar el Club Deluxe, cuyo propietario era el campeón
de boxeo Jack Johnson, para transformarlo en un elegante club al que asistirían
sólo blancos, en pleno corazón de Harlem, todo apuntaba al
fracaso.
AL ESTILO DE la mafia, los trabajadores del Club
del Algodón fueron traídos de Chicago y hasta 1927 la variedad
corrió a cargo de grupos traídos de esa ciudad. La fórmula
de que todos los que participaban en la producción -foro, iluminación,
coreografías, diseño de vestuario, etcétera- tenían
que ser blancos, y todos aquellos que actuaran -músicos, bailarines,
cantantes, comediantes- tenían que ser negros, resultó.
"PARA SER BAILARINA, lo primero es que parezca
bailarina", decían. Pero no sólo eso. Las mujeres debían
tener el color de piel más claro, medir no menos de 1.70, ser menores
de 21 años, tener rostros hermosos (a esa edad ¿quién
no?), además de que no sólo tenían que saber bailar
sino también cantar. Para los hombres la cosa era más sencilla.
Bastaba con que fueran excelentes bailarines.
Segunda llamada
HOY PODRIA PARECER ofensivo el concepto del club.
Jungla era el término, pues había palmeras artificiales para
el ambiente "africano" y todo aquello que recordara las plantaciones del
sur en la época de la esclavitud. De ahí también su
nombre. El menú era variado: había desde un buen steak
o langosta, hasta comida china y mexicana y, por no dejar, platillos de
Harlem, como pollo frito y costillas en barbacoa. Pero se apelaba a lo
primitivo. Años más tarde, cuando llega al Cotton Club, el
que habría de ser el compositor más prolífico e importante
de la música afro-americana, Duke Ellington, se impone el estilo
Jungle (jungla), "mezcla de esencias africanas con elementos de la jungla
urbana" (?), e ideó un nuevo estilo de tocar la trompeta, utilizando
la sordina, estilo que algunos llamaron wah wah.
EN 1927, EL Duque
y su orquesta son contratados al no aceptar King Oliver la paga que le
ofrecían. La fama de la orquesta se extendió por todo el
país gracias a que la estación de radio WHN transmitía
semanalmente desde el Cotton Club. Escribir sobre Duke Ellington no es
materia de un artículo, su obra es enorme-en cantidad y calidad.
Escribió más de 2 mil obras, en las que se incluyen baladas,
conciertos sacros, blues, música para ballet, y cerca de 50 suites.
La amplitud de su obra y su diversidad fue ?en gran parte? contribución
de sus músicos, con los que Ellington se identificaba e incorporaba
las ideas de ellos a sus composiciones y escribía cada parte de
la composición para resaltar la habilidad y el talento de ellos.
Algunos de sus integrantes permanecieron en la banda por más de
30 años, algo insólito en el mundo de las orquestas.
Tercera llamada
OTRO DIRECTOR DE orquesta que le dio popularidad
al Cotton Club fue Cab Calloway. Con un estilo muy particular, Cab dirigía,
cantaba y se movía por el escenario con gran energía. Su
indumentaria exagerada, estilo pachuco, lo hizo inconfundible e impuso
el estilo al cantar como scat.
LLEGAR A ACTUAR en el Cotton Club fue para muchos
artistas la puerta al éxito. Aída Ward, Ethel Waters, Adelaide
Hall, Nina Mae McKinney, W.C. Handy, Nicolas Brothers, Mae Johnson, Sister
Tharpe, cantante de gospel, Lena Horne, Ella Fitzgerald, Bill Bojangles
Robinson y Louis Armstrong son sólo algunos de los nombres más
conocidos que actuaron en este club.
EL 10 DE junio de 1940 el mítico Cotton
Club cerró sus puertas. Se argumentaron problemas financieros, además
de que el gusto del público había cambiado. El advenimiento
de las grandes bandas como las de Artie Shaw, los hermanos Dorsey o la
de Benny Goodman, el nuevo rey del ritmo de moda, el swing. El club que
había sido fundado en la época tormentosa de la prohibición,
que había sobrevivido a la depresión, no supo qué
hacer con el cambio en los gustos del público. El Cotton Club cerró
porque fue una idea que el tiempo se había llevado.