Concluyó la asamblea de Naciones Unidas
sobre el tema
Omite propuestas de ONG plan para enfrentar el envejecimiento
Las 160 delegaciones aprobaron un documento que niega
reivindicaciones de asociaciones y países pobres
ARMANDO G. TEJEDA CORRESPONSAL
Madrid, 12 de abril. La segunda Asamblea Mundial
sobre Envejecimiento auspiciada por la ONU concluyó hoy sus actividades
con la aprobación de un plan internacional de acción, que
pretende llevar más bienestar a los 600 millones de ancianos que
habitan en el orbe, entre ellos 7 millones de mexicanos.
Las
delegaciones de los 160 países que acudieron a la cita rechazaron
todas las recomendaciones de organizaciones no gubernamentales (ONG) y
de los países pobres, que reclamaron recursos adicionales para los
programas de acción y la creación de mecanismos de control
que garanticen el cumplimiento de los compromisos adoptados por los gobiernos.
La primera vez que se discutió en el ámbito
internacional sobre la situación de los ancianos y de las posibles
consecuencias del paulatino envejecimiento de la población fue hace
20 años, en Viena, en condiciones demográficas completamente
diferentes. Dos décadas después, buena parte de los países
en vías de desarrollo comparten con las naciones ricas el reto de
afrontar la transformación de su realidad demográfica, que
con el aumento de la esperanza de vida propiciará que en 2050 haya
más de 2 mil millones de personas mayores de 65 años. En
esa misma fecha, 25 por ciento de la población mexicana será
de ''adultos mayores''.
Esta prospección estadística propició
fuertes debates, porque plantea riesgos al sistema productivo y a la garantía
de la permanencia del sistema de pensiones, por lo que se propugnó
por la incentivación de una nueva cultura que fomente el "envejecimiento
activo" y que flexibilice las normativas laborales en lo relativo a la
edad de jubilación.
Las delegaciones aprobaron finalmente un documento casi
idéntico al redactado antes de la reunión, sobre todo por
la negativa de Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea
a incluir las reivindicaciones de las ONG, entre las que destacan la creación
de una agencia para la vejez similar a Unicef y la exigencia de más
recursos para la ayuda al desarrollo. Sin embargo, finalmente se apeló
a la pasada Cumbre de Monterrey, en la que se acordó destinar 12
mil millones de dólares a la ayuda oficial al desarrollo.
A pesar del escollo que plantea la falta de recursos para
llevar a cabo los planes de acción en favor de los ancianos, Nitin
Desai, secretario general adjunto de la ONU, relató en representación
de la asamblea los tres puntos nodales de lo discutido: favorecer la jubilación
"flexible y voluntaria", atender los problemas del envejecimiento en los
países en vías de desarrollo y poner en marcha programas
de integración social, cultural y política de los mayores,
con el objetivo de favorecer las relaciones intergeneracionales para fortalecer
la "cohesión social", en "crisis" por la valoración que se
da a la vejez en la cultura occidental.
La asamblea también acordó incluir el "factor
del envejecimiento" en los criterios de los programas internacionales de
ayuda al desarrollo, con el fin de erradicar la pobreza extrema y las lacerantes
condiciones sanitarias y alimentarias en las que viven decenas de millones
de ancianos en el mundo.
Otro factor polémico fue el de la "sostenibilidad
de la seguridad social", y fue motivo de una declaración ambigua:
"dependerá de los recursos y las políticas nacionales". Desai
destacó que en un futuro el envejecimiento "ya no se verá
como un problema sino como el núcleo de la economía y no
una carga". Asimismo, se pide luchar contra malos tratos y abusos hacia
los ancianos, que tienen su origen, en la mayoría de los casos,
en el seno familiar, y garantizar que sean respetados sus derechos civiles;
sin embargo, se descartó la redacción de una declaración
de principios en el seno de la ONU sobre los derechos de este sector de
la población.
Otro aspecto significativo de la declaración política
supone la inclusión de una adición íntimamente relacionada
con el conflicto de Medio Oriente, en el que se hizo énfasis en
respetar la integridad de los ancianos en los conflictos bélicos.