Los gastos en el rubro, de 77 mil millones de pesos, revela estudio de la asociación
Impostergable, cambiar sistema de pensiones de universidades; la situación, insostenible: ANUIES
Hay 11 trabajadores por cada pensionado; atención médica, cada vez más frecuente y costosa
JOSE GALAN ENVIADO
Ixtapan de la Sal, EdoMex., 12 de abril. Las pensiones y jubilaciones de los trabajadores académicos y administrativos de 30 universidades públicas del país presentan derechos adquiridos por 77 mil millones de pesos, que equivalen a 1.3 por ciento del producto interno bruto (PIB) del país, según un diagnóstico de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES).
En el contexto de la 19 sesión ordinaria del Consejo de Universidades Públicas e Instituciones Afines (CUPIA) -perteneciente a dicha agrupación-, el secretario ejecutivo de éste, Jorge Luis Ibarra Mendívil, sostuvo que se trata de un asunto delicado que requiere la intervención urgente para no poner en riesgo la viabilidad financiera de buena parte de las instituciones asociadas. Dijo que el actual sistema de pensiones y jubilaciones es insostenible para muchas universidades, y que de no hacerse reformas verdaderas y oportunas entrarán en poco tiempo "en situaciones indeseables e inmanejables".
La ANUIES sostiene que de no hacerse una reforma estructural profunda al esquema actual, a la cifra de 77 mil millones de pesos deberá agregarse el pasivo que producirá el personal que se incorporará; es decir, las nuevas generaciones de trabajadores, con lo que la cifra llegaría a 125 mil millones de pesos.
Además faltaría considerar a las universidades que no participaron junto con las 30 primeras en la valuación actuarial estandarizada ordenada por la ANUIES, cuyos pasivos contingentes son aún incalculables.
De acuerdo con las cifras de la asociación, hay 11 trabajadores por cada pensionado en promedio; 8 mil 609 empleados con derecho a pensionarse, contra 7 mil 913 en esa situación. En pocos años habrá cinco trabajadores por cada pensionado y, en algunos casos, un trabajador por cada pensionado. La atención médica para estas personas se hace cada vez más frecuente y costosa, y hasta ahora casi la totalidad de los gastos se cubren con recursos presupuestales, aunque se advierte que el crecimiento previsible de dichas erogaciones hará inviable continuar con esa práctica. Las pensiones promedio en las universidades evaluadas van de mil 100 pesos a 11 mil 850 pesos, lo que a juicio de la ANUIES subraya la inequidad de los sistemas actuales.
"El diseño actual de los sistemas de pensiones es un grave problema de viabilidad institucional. Se requerirá más de 100 por ciento del presupuesto global de las universidades para hacer frente a compromisos sustantivos y al pago de prestaciones", sostiene el documento de evaluación. Sólo algunos trabajadores recibirán pensiones y se corre el riesgo de perder la fuente de trabajo.
Para los recortes de las universidades públicas, lo primero que se debe cuidar es la fuente de trabajo y después preocuparse de que la seguridad social llegue con montos justos a quien realmente la necesite.
Entre los principales problemas detectados en el análisis están las plantillas de personal que tienden a reducir su crecimiento, por lo que las pensiones tendrán mayor importancia relativa; la creciente participación femenina en las universidades eleva los costos de retiro, por su mayor esperanza de vida y menor antigüedad para jubilarse; se ha subestimado el impacto de los compromisos futuros por concepto de estas obligaciones laborales, y las cuotas y aportaciones son menores a las necesarias. Además no se cuenta, en la mayoría de los casos, con un sistema formal de cotizaciones.
Los sistemas de seguridad social de las 30 universidades evaluadas son diferentes, por lo que el documento advierte que es poco probable llegar a una solución que sea viable para todas. Por ello sugiere establecer estrategias generales que permitan la convergencia de los sistemas de seguridad social.
Entre las principales causas de descapitalización de los sistemas de pensiones de las universidades destaca el reconocimiento de la antigüedad; es decir, los sistemas de seguridad social otorgan prestaciones a partir de la fecha de su creación, lo que impide la constitución de fondos o reservas, por lo que se dice que algunos sistemas "nacen muertos".