El retiro siempre implica una incógnita,
señala el tenor español
Plácido Domingo dirigió gala de zarzuela
en la reapertura del restaurado Teatro de la Ciudad
Vaticina que el género recobrará auge
y reconoce la calidad de los intérpretes jóvenes
ANGEL
VARGAS
''El retiro es siempre una gran incógnita. Se puede
preparar algo, como una gira por los grandes teatros donde se ha actuado
o una noche, de buenas a primeras, al término de una función,
se anuncia al público que ha sido la última presentación'',
expresa Plácido Domingo.
''A mis 61 años mi carrera en la ópera podrá
dar cuatro o cinco años más. Pero esto no quiere decir que
cuando me deba retirar no siga en el canto; lo haré con romanzas
y canciones populares.
''Sobre mi retiro, entonces, no sé cuándo
ni cómo será. Tiene que llegar. Después de tantos
años cantando (en octubre cumple 41), si Dios me dijera hoy hasta
aquí, sería muy triste, pero le daría gracias de rodillas
por lo que me ha permitido."
El tenor se dice emocionado de estar en México,
aunque sólo sea por unas horas, pues llegó la mañana
de este martes para dirigir la gala de zarzuela con la que se reinauguró
anoche el Teatro de la Ciudad y debió regresar a Estados Unidos.
Apenas el lunes cantó en el Metropolitan Opera
House, de Nueva York, motivo por el cual estuvo ayer al frente de la Filarmónica
de la Ciudad de México y no en el escenario cantando en la función
de zarzuela, lo cual, dice, ''le hubiera gustado muchísimo, pero
después de tan demandante programa no tengo voz ni para Las Mañanitas".
En conferencia de prensa, entre otros temas, Domingo habla
de lo entrañable que le resulta regresar al Teatro de la Ciudad
y participar en su reinauguración, debido a que allí vivió
muchos momentos de su infancia e incluso convivió con Esperanza
Iris, ''la reina de la opereta".
Acerca de este género vaticina que volverá
a cobrar auge merced a la compañía recientemente creada por
la Sociedad Internacional de Valores Mexicanos, así como por la
gran calidad de los jóvenes intérpretes nacionales.