Culpan a las FARC del estallido de un coche-bomba
Sigue en Colombia la ola de violencia; dos muertos y tres heridos
REUTERS, AFP Y DPA
Santafe de Bogota, 9 de abril. Dos policías murieron hoy cuando trataban de desactivar un coche-bomba en el municipio de Sibaté, al tiempo que una oleada de petardos causaron pánico y caos en el centro de Bogotá y tres personas resultaron con heridas leves, entre ellas una niña de seis años.
Dos expertos en la desactivación de explosivos murieron al estallarle una bomba de 50 kilos de explosivos colocada en una camioneta abandonada en las cercanías de un cuartel policial, que tenía como señuelo el cadáver de un campesino muerto, en un hecho ocurrido en Sibaté, a unos 30 kilómetros de la capital del país.
El jefe de la policía nacional, Luis ernesto Gilibert, responsabilizó del estallido del coche-bomba a la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Afirmó que están utilizando "trampas macabras" y que esto es una "atrocidad", ya que están "actuando frente a dementes".
En diferentes sectores de calles céntricas de Bogotá estallaron al menos cinco petardos, pero la policía dijo que se escucharon como nueve explosiones debido a cortocircuitos generados por la onda expansiva de uno de los artefactos detonado. Otros dos fueron detectados cerca de la sede presidencial.
El presidente Andrés Pastrana condenó los recientes ataques con explosivos, y aseveró que "los terroristas insisten en obrar en contravía del sentir del pueblo, de la comunidad internacional y con un total desprecio hacia los derechos humanos y el derecho internacional humanitario".
La alcaldía de Yopal, en Casanare, decretó el toque de queda ante los ataques de la guerrilla, y el alcalde bogotano Antanas Mockus canceló los Juegos Sudamericanos que iban a celebrarse del 3 al 12 de mayo en la capital del país, ante la incesante ola de violencia.
El Ejército de Liberación Nacional (ELN) reconoció tener en su poder a varios alcaldes, diputados y concejales del departamento de Arauca, así como a dos párrocos de dos municipios de la región y exigió crear una comisión humanitaria para su liberación.
En tanto, la fiscalía general colombiana arrestó al jefe mafioso de Cali que recientemente había recobrado su libertad, Víctor Patiño Fómeque, ante un requerimiento de la justicia de Estados Unidos por tráfico de cocaína y heronía y lavado de dinero.