"Es justo compartir la reducción", responde Fox
Critican cuatro gobernadores recorte y política económica
Demandan participar en el diseño del presupuesto 2003
JUAN MANUEL VENEGAS Y RENATO DAVALOS
Los gobernadores de Chiapas, Guerrero, Tlaxcala y Zacatecas reclamaron ayer al presidente Vicente Fox Quesada la aplicación de una política económica y social que sigue sin atacar a fondo los desequilibrios y la desigualdad entre regiones; lamentaron el recorte presupuestal que afectará directamente el cumplimiento de programas contra la pobreza, y -tomándole la palabra a lo que el mandatario ha expresado en otras ocasiones- pidieron una mayor participación en la discusión del presupuesto del próximo año, para que puedan intervenir en los criterios de la política de asignación del gasto.
Una "cumbre propia"
El chiapaneco Pablo Salazar Mendiguchía puso la dosis de ironía. "Los mexicanos necesitamos también nuestra propia cumbre", le dijo a Fox en referencia a la Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo, que hace tres semanas se llevó a cabo en Monterrey.
Como respuesta, el jefe del Ejecutivo federal los instó a hacer valer el Acuerdo Político para el Desarrollo Nacional, firmado por todas las fuerzas políticas y el gobierno en octubre del año pasado. "Me parece que ahí está el punto de partida y lo tenemos que desarrollar todos. Tenemos que detallar, negociar y acabar de determinar para que tengamos ese proyecto nacional que nos interesa a todos por encima de las diferencias partidistas."
Sobre los recortes, también hubo respuesta por parte de Fox: "Corrió ya el primer trimestre, los ingresos vinieron por debajo de lo presupuestado y la propia ley del presupuesto nos obliga a reducir el gasto cuando hace lo propio el ingreso. Sentimos que es justo que compartamos esa reducción, así como compartimos el presupuesto en su totalidad".
Les dijo que a pesar de ello, "no cambiará en prácticamente nada la transferencia de los 490 mil millones de pesos que se está realizando mes a mes hacia los estados y municipios".
El intercambio entre los cuatro gobernadores y el Presidente de la República se dio este lunes en el contexto de la firma del Convenio de Desarrollo Social 2002 entre los estados y la Federación, en la residencia presidencial.
En la organización del acto se programó la intervención de tres mandatarios estatales que representaran, cada uno, a los bloques priísta, panista y perredista. Así entraron al debate, primero, los gobernadores de Guerrero, René Juárez Cisneros; de Tlaxcala, Alfonso Sánchez Anaya, y de Yucatán, Patricio Patrón Laviada.
Guerrerense y tlaxcalteca dieron la nota al contrapuntear sus posiciones con las del jefe del Ejecutivo federal. Más adelante, y fuera del protocolo, se pusieron a tono Salazar Mendiguchía y el gobernador de Zacatecas, Ricardo Monreal Avila.
No a los disfraces de "compasión humanitaria": Sánchez Anaya
"Los gobiernos democráticos de todos los partidos políticos que han sido instaurados por primera vez por real mandato popular estamos obligados, por principio, a implementar esquemas más abiertos, competitivos y participativos que generen oportunidades de desarrollo para las familias que por mucho tiempo han sido objeto del clientelismo político perverso", dijo el mandatario perredista de Tlaxcala.
Recordó los datos que la propia Secretaría de Desarrollo Social maneja: a escala internacional, México ocupa el lugar número 12 en cuanto a desigualdad, mientras que en América Latina "estamos en el cuarto lugar".
En tal sentido, planteó reorientar el rumbo hacia una política pública de "alto compromiso social por la justicia y la equidad, como un elemento que debe ser diseñado y utilizado de manera conjunta entre sociedad y gobierno, sin clasificaciones banales de los grupos a quienes se contemple en la lucha contra la pobreza".
Para Sánchez Anaya, a los programas de combate a la pobreza, bienestar social, apoyo productivo y de desarrollo regional les ha faltado "la concreción de la descentralización gubernamental", cuya oferta se ha quedado "únicamente en el nivel de desconcentración administrativa".
Incluso, dijo que aunque resulta "alentador", el Convenio de Desarrollo Social que ayer se firmó en Los Pinos "sólo podrá ser realmente importante cuando hayamos conducido con éxito la descentralización del poder y de las estructuras gubernamentales".
Con ese propósito, Sánchez Anaya demandó finalmente "desvincular las políticas públicas de combate a la pobreza y la marginación de medidas sociales que se formulan y aprueban para mitigar la pobreza y la marginación con un carácter asistencialista, aunque vengan disfrazadas por consideraciones de carácter compasivo humanitario".
Después de su estancia en Los Pinos, todos los mandatarios perredistas agrupados en la Asociación Nacional de Gobernadores (Anago) se reunieron en Polanco. Ahí acordaron -informó el mismo Sánchez Anaya- remitir una misiva al presidente Fox y otra al Congreso de la Unión para solicitarles la suspensión del recorte presupuestal.
En los documentos que enviarán hoy, plantean que a cambio se utilicen los fondos petroleros para compensar la ausencia de ingresos fiscales, advirtiendo que el principal efecto de la reducción presupuestal en las entidades federativas se reflejará en la obra pública.
Revisión de la reforma fiscal, propone Juárez Cisneros
Como también lo hiciera Sánchez Anaya, el guerrerense Juárez Cisneros fue enfático al advertir que la reducción presupuestal "sin duda habrá de impactar de manera negativa en el cumplimiento de los compromisos y programas sociales".
Ante ello, sugirió tomar el ofrecimiento presidencial "y abrir la discusión del Presupuesto de Egresos de 2003, para que los estados puedan opinar de manera responsable sobre los criterios de asignación del gasto y sobre las políticas de asignación".
Paralelamente "cabe hacer el compromiso de revisar la reforma fiscal, objetiva, real, justa, equitativa y que, sin duda, conlleva a obligaciones y derechos para todos, pero que es un tema que necesariamente tendremos que revisar y en el que todos tendremos que participar".
Y dirigiéndose al presidente Fox, expresó: "La cortesía política no trastoca convicciones ni principios; es inteligente avanzar en la construcción de una relación de confianza y de respeto, alejada de amarguras y rencores, para poder dar viabilidad al desarrollo del país".
Cada vez más grande, la brecha entre "los dos Méxicos": Salazar
Más adelante, cuando el Presidente se dirigía a ofrecer su mensaje en ocasión de la firma del convenio, fuera de programa, el gobernador de Chiapas pidió la palabra. "Cómo no, Pablo, claro", aceptó de buena gana Fox Quesada.
En su improvisado discurso, Pablo Salazar se dijo excluido de los bloques partidistas "porque yo soy aliancista... y por tanto no he sido consultado".
Luego planteó la "urgencia" de "crear nuevos equilibrios en el país" y "ponerse al lado de los que menos tienen, sin paternalismos ni sesgos clientelares".
Llamó a establecer un gran acuerdo nacional para el desarrollo armónico de la nación y calificó de "ilusos" a aquellos que "creen que este país puede marchar unido y puede lograr el crecimiento ideal, cuando cada vez se hace más grande la brecha entre los dos Méxicos: el del progreso y el del rezago".
Una verdadera promoción del federalismo, observó entonces, debe cancelar la agria e inútil discusión que se está dando, animada por los estados que producimos todo pero industrializamos nada, y los estados que industrializan todo y no producen absolutamente nada. "Esta discusión no nos va a llevar a ninguna parte", expuso Salazar Mendiguchía.
-ƑAlguien más? -preguntó Fox, ya todo fuera de programa. Y le entró el zacatecano Monreal:
-Quisiera simplemente decirle que es conveniente institucionalizar la conferencia de gobernadores y que es conveniente discutir estos temas del recorte o del ajuste y las políticas públicas que al país le urgen.
Al final, Fox habló. Pidió poner en marcha el Acuerdo Político para el Desarrollo Nacional y quedó con los gobernadores en realizar una próxima reunión para analizar "todas sus preocupaciones".