Luz, poesía, juegos pirotécnicos
y ángeles flotantes en la Plaza Bolívar de Bogotá
Terminaron 17 días de teatro con asistencia
superior a 2.5 millones de personas
Rúbrica a cargo del grupo italiano Ipazia-Kant
Piccola De forma paralela concluyeron el encuentro alternativo y la primera
Muestra Autónoma de Salas Independientes
ARTURO JIMENEZ ENVIADO
Santafe de Bogota, 1º de abril. Media docena
de ángeles flotaron anoche en la Plaza Simón Bolívar
y danzaron, ingrávidos, sobre la fachada de la catedral en un espectáculo
de luces, sonidos, poesía y juegos pirotécnicos que dio marco
a los desplazamientos de dos enormes esferas de plástico transparente,
las cuales rodaban por entre la gente, y de tres globos gigantescos semejantes
a planetas en órbita teñidos de imágenes barrocas
y renacentistas, entre ellas una de Boticcelli.
Cada
una de las dos esferas-burbujas llevaba en su interior un ángel
blanco que mantenía la vertical gracias al mecanismo de esa burbuja,
mientras que de cada globo colgaba una especie de trapecio en el que un
ser alado, envuelto en gasas níveas o púrpuras, realizaba
lánguidas coreografías.
Al tiempo que una pareja más realizaba sus movimientos
suspendida en las alturas por un cable de acero, un solitario ángel
danzaba, subía y descendía de la catedral bogotana mediante
un sistema de contrapesos.
''Soy el último ángel, aquel que se quedó
atrás cuando los demás ángeles abandonaron la Tierra...
Soy el último ángel, aquél que se quedó a las
puertas del paraíso", inundaba el aire transparente de la plaza
una voz salida de poderosas bocinas.
El teatro, una necesidad: Santiago García
Con ese espectáculo del grupo italiano Ipazia-Kant
Piccola Cooperativa, que es presentado como símbolo de esperanza,
civilización y alianza entre los pueblos, concluyó el octavo
Festival Iberoamericano de Teatro de Bogotá, considerado uno de
los más grandes del mundo.
A la Plaza Simón Bolívar asistieron anoche
más de los 100 mil espectadores esperados y los 18 mil policías
anunciados apenas pudieron controlar la afluencia masiva de un público
realmente entusiasta. Incluso varios miles ya no pudieron ingresar a la
histórica plaza.
Terminaron así 17 días de teatro en los
que se realizaron más de 400 funciones y se registró una
asistencia aproximada de 2 millones y medio de personas en los espacios
abiertos y de 225 mil en las 16 salas, las que tuvieron una asistencia
promedio de 85 por ciento.
Quedaron más que confirmadas las palabras de Santiago
García, emblema del teatro de este país y director de la
compañía La Candelaria, acerca de las pasiones nacionales
que despiertan las artes escénicas:
''Para los colombianos el teatro es, más que un
gusto o una diversión, una necesidad."
Y si las cifras anteriores no fueran suficientes, basta
mencionar que, de manera paralela al Iberoamericano y desde hace ocho años,
aquí se realiza el Festival de Teatro Alternativo.
De igual manera en esta ocasión también
se llevó a cabo la primera Muestra Autónoma de Salas Independientes.
En más de 20 espacios no institucionales ambos encuentros suman
casi 60 puestas, según informa Patricia Ariza, directora de este
esfuerzo.