"Después de mí ya no hubo ídolos",
comentó el Ratón Macías
El boxeo actual está muerto por la falta de
mánagers
Hoy las puertas se abren más fácilmente
para los peleadores, dijo el ex monarca mundial
ANA MONICA RODRIGUEZ
Con
poco más de 40 años de haberse retirado del deporte de los
puños, Raúl Ratón Macías señala
que "el pugilismo actual está muerto", debido a la falta de mánagers
y al mínimo apoyo que se da a los peleadores amateurs.
Macías, quien nació en el barrio de Tepito
en 1934, comentó que "desde que dejé la Federación
Mexicana de Boxeo de Aficionados esta disciplina se estancó". Esto,
"porque los dirigentes se dedican a viajar en lugar de poner mayor atención
a las necesidades de los boxeadores", explicó el monarca mundial
gallo más ovacionado durante la década de los 50.
Vestido con guayabera azul y pantalón gris, el
peleador de 67 años comentó que con el paso del tiempo ha
tratado de mantener la imagen que siempre tuvo en el ring. "Por eso ya
no existieron ídolos después de mí, porque la gente
sabe cuando un boxeador se comporta sanamente en su vida privada y con
disciplina en el deporte que practica".
Recordó que "cuando combatía, todas las
abuelitas prendían veladoras, se paralizaba la ciudad de México
y al finalizar la pelea la gente salía corriendo y gritando ¡ganó
el Ratón, ganó el Ratón!"
Y agregó que tuvo la fortuna de llenar las plazas
en donde se presentaba, además del Toreo de Cuatro Caminos y de
la Plaza de Toros México.
-¿Le habría gustado pelear en esta época?
-Hubiera sido muy bonito, porque se abren las puertas
más fácilmente y se cobra más dinero. Sin embargo,
me queda la satistacción de que abrí el mercado para los
boxeadores mexicanos en Estados Unidos.
El Ratón Macías se inició
en esta "peligrosa" disciplina a la edad de 12 años. Sostuvo alrededor
de 300 peleas como amateur y fue seleccionado nacional para los Juegos
Olímpicos de Helsinki 52, en los que llegó a cuartos de final.
También representó a México en los
Centroamericanos que se realizaron en Guatemala, donde se adjudicó
la medalla de bronce, al igual que en la justa Panamericana de Argentina.
A los 21 años Macías obtuvo "el campeonato
mundial al derrotar al tailandés Chamrern Songkitrat por nocaut
en el onceavo round, en San Francisco, California. Cuando regresé
a la capital muchísima gente ya me esperaba en el aeropuerto", señaló.
Con la célebre frase de "todo se lo debo a mi mánager
y a la virgencita de Guadalupe", el Ratón sonrié y
comenta que "el boxeo me abrió todas las puertas, nunca me faltó
nada.
"Gracias
a él me han tomado en cuenta en diversos homenajes, para actuar
en telenovelas y en cine, además de acompañar a los candidatos
priístas en sus campañas de proselitismo."
En el restaurante-bar que lleva su nombre, ubicado en
la contraesquina de la delegación Venustiano Carranza, se observan
trofeos, reconocimientos y en su mayoría fotografías, en
las que el pugilista se encuentra inmortalizado con grandes figuras del
ambiente artístico, político y deportivo de aquella época.
"Tuve una buena relación con todos los ex presidentes
priístas, quienes me llamaban y me decían: Ratón,
acompañanos a la campaña, y yo iba con todo gusto. Siempre
he estado al pie del cañón."
-¿Usted no tuvo económicamente el mismo
destino que otros boxeadores?
-La pelea más fuerte de un púgil no está
arriba del ring, sino abajo, en la vida personal. El problema es que los
peleadores sienten que van a estar arriba toda la vida y se juntan con
personas que se dicen sus amigos, que todo les aplauden y cuando los ven
caídos simplemente se alejan.
Macías se retiró el 28 de febrero de 1959.
Sólo tuvo una fractura en la mandíbula -en sus 12 años
de boxeador- y en días pasados fue operado de la próstata,
"la cual ya me estaba dando muchos problemas", puntualizó.