REPORTAJE
Los candidatos a la alcaldía chihuahuense, piezas
menores del ajedrez político
Francisco Barrio y Patricio Martínez, los verdaderos
contendientes en Juárez
La disputa por la alcaldía de Ciudad Juárez
se convirtió en una lucha por el poder entre los principales grupos
políticos y económicos del estado, representados en los partidos
Acción Nacional y Revolucionario Institucional. Con miras a la elección
extraordinaria para presidente municipal, a celebrarse el próximo
12 de mayo, ambos institutos políticos se muestran dispuestos a
sacar a relucir -entre acusaciones y descalificaciones mutuas- pasados
actos de corrupción, nexos con el crimen organizado y tráfico
de influencias
MIROSLAVA BREACH Y RUBEN VIILLALPANDO CORRESPONSALES
Ciudad Juarez, Chih., 28 de marzo. Luego que a
causa de irregularidades se anularon los comicios del primero de julio
por la alcaldía de Juárez, se relanzaron las candidaturas
del panista José Alfredo Delgado y del priísta Roberto Barraza,
considerados piezas menores en el ajedrez político en el que los
verdaderos contendientes son el ex gobernador de Chihuahua y hoy titular
de la Secretaría de la Contraloría y Desarrollo Administrativo
(Secodam), Francisco Barrio Terrazas, y el actual mandatario estatal, Patricio
Martínez García.
El grupo del funcionario federal pretende el ayuntamiento
juarense como primer paso hacia la recuperación del poder estatal,
y el de Martínez García como punta de lanza para mantener
la gubernatura en las elecciones de 2004.
Si
algo está en claro para los juarenses es que la elección
de su alcalde trasciende los intereses comunitarios de esta población
fronteriza, golpeada por la violencia, los graves problemas de inseguridad
y los altos índices de marginación. La ciudad es famosa por
dar su nombre a uno de los principales cárteles de la droga
en México y por los homicidios seriales de mujeres que han captado
la atención mundial.
Ciudad Juárez es uno de los municipios que el PAN
ha gobernado por más tiempo. Acción Nacional mantuvo el control
político de Juárez durante nueve años y lo hubiera
extendido a 12 de no ser por la decisión del Tribunal Electoral
del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) que anuló el
resultado de las elecciones ordinarias realizadas en julio de 2001, donde
el candidato panista José Alfredo Delgado obtuvo 9 mil 700 votos
de ventaja sobre Roberto Barraza, del PRI.
El tricolor impugnó el triunfo panista basándose
en la intervención ilegal que a su decir implementó durante
todo el proceso electoral el hoy ex alcalde emanado del blanquiazul,
Gustavo Elizondo Aguilar.
Entre las causales de nulidad, el TEPJF consideró
la difusión de propaganda política en favor de Acción
Nacional a través de anuncios emitidos en canales de televisión
de El Paso, Texas, inserciones en prensa cuando ya estaba cerrado el plazo
para el proselitismo, así como el ordenar la intervención
de la Policía Municipal en la detención de militantes del
PRI, hecho que habría inhibido la participación ciudadana
y predispuesto el voto en favor del PAN.
El líder estatal del PAN, Cruz Pérez Cuéllar,
aseveró en entrevista que su partido "está obligado" a ganar
las votaciones extraordinarias, porque más allá de la elección
de alcalde, "en Juárez lo que está en juego es el futuro
de la ciudad, la restauración de la democracia y la recuperación
de Chihuahua".
Segunda vuelta para candidatos
PRI y PAN repitieron para los comicios de mayo la nominación
de los candidatos que contendieron en julio. El priísta Roberto
Barraza es un empresario medio, identificado con el poderoso grupo económico
del ex alcalde Jaime Bermúdez, amigo personal del gobernador Patricio
Martínez. Con Barraza se aliaron partidos con una casi nula presencia
en el municipio, como PT, PVEM y Sociedad Nacionalista, a los que el PRI
ofreció regidurías en la planilla de ayuntamiento; además
se atrajo a la ex candidata del PRD a la alcaldía, Nora Yu, inscribiéndola
como alcaldesa suplente.
Acción Nacional registró a José Alfredo
Delgado, hombre allegado al grupo Los Filósofos de la Construcción
y el Notariado, integrado por los hermanos Federico y Francisco Barrio
Terrazas, Eduardo Romero Ramos (subsecretario de Secodam) y el ex alcalde
Gustavo Elizondo, entre otros.
La candidatura de Delgado obligó a la dirigencia
estatal del PAN a buscar una recomposición de las corrientes internas
del partido en el municipio fronterizo, incorporando a la campaña
a personajes polémicos, como el ex presidente municipal Ramón
Galindo.
Por su parte, el Partido de la Revolución Democrática
se negó a negociar una alianza con el PRI, y postuló al ingeniero
José Luis Rodríguez.
Barraza coincidió con el dirigente municipal del
PRI en Ciudad Juárez, Víctor Valencia de los Santos, en que
la elección extraordinaria es "un asunto vital" para el tricolor.
El abanderado priísta aseveró: "En Juárez
está en juego todo, incluso la misma viabilidad del PRI nacional,
porque aquí está la raíz más profunda del panismo
de la República, de aquí surgen las primeras victorias importantes
del panismo hacia México, derrotarlo en esta elección es
fundamental para mi partido".
En cuanto a su alianza con partidos minoritarios en Juárez,
Barraza la justificó con la posibilidad de que podrían sumarle
más de 10 mil votos en los próximos comicios, los que le
faltaron el año pasado para superar al candidato del PAN.
Pero en opinión del abanderado del blanquiazul,
José Alfredo Delgado, las alianzas del PRI no le representan peligro
por su poco impacto entre la población, polarizada en un claro bipartidismo
PRI contra PAN. "Es una estrategia que buscaría legitimarlos en
caso de un resultado cerrado. Juárez no requiere una alianza política,
son tantos y tan graves los problemas que es necesaria una alianza ciudadana,
ni siquiera todos los partidos juntos podríamos resolver la grave
problemática social, económica y política de la región",
dijo.
Las mutuas acusaciones
Paralela a las campañas proselitistas, PRI y PAN
se enfrascaron en una guerra de acusaciones y descalificaciones. El propio
gobernador Martínez se refirió a los supuestos nexos de gobiernos
panistas con el crimen organizado, y responsabilizó al ex alcalde
Gustavo Elizondo de proteger durante su trienio al frente del gobierno
municipal a narcotraficantes que operan en Ciudad Juárez.
Además, en una aparente acción conjunta,
el Congreso de Chi-huahua y la Procuraduría General de Justicia
del estado desempolvaron una larga lista de expedientes que contienen irregularidades
detectadas en la revisión de cuentas públicas a las administraciones
municipales emanadas del PAN, de 1995 a la fecha, periodo en el que el
PRI ha mantenido la mayoría en el Poder Legislativo estatal.
Los panistas no se han quedado atrás en descalificar
a sus oponentes. El dirigente del PAN, Cruz Pérez Cuéllar,
y la fracción de su partido en la Legislatura local han ventilado
los presuntos vínculos entre los cárteles de la droga
y el procurador del estado, Jesús José Solís, al igual
que con el coordinador de la Policía Judicial, Vicente González.
De la misma forma, critican duramente que el gobernador haya "colocado
a la Iglesia en manos de Lutero", en referencia a la política de
seguridad pública en la entidad.
Desde las filas blanquiazules son constantes también
las acusaciones sobre hechos de corrupción en el gobierno estatal.
El Comité Estatal panista incluso ha presentado denuncias penales,
en un intento por juntar municiones para las batallas de papel previstas
en el esquema de la guerra sucia que PRI y PAN mantienen como principal
estrategia política en la disputa por Juárez.