John Ashcroft insinuó que militares estadunidenses
podrían participar en su aprehensión
EU presenta cargos criminales contra tres integrantes
de las FARC
Solicitará a Colombia la extradición de
los indiciados; Bogotá daría trámite a la petición
AFP, REUTERS Y DPA
Washington, 18 de marzo. Estados Unidos presentó
hoy cargos criminales contra tres miembros del grupo guerrillero Fuerzas
Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), y pedirá a Santafé
de Bogotá la captura y extradición de los indiciados, anunció
el fiscal general estadunidense, John Ashcroft.
El fiscal incluso dejó abierta la posibilidad de
usar a militares estadunidenses para capturar a los acusados. "No quiero
indicar específicamente que usaremos a nuestros militares, pero
usaremos todos los medios apropiados a nuestra disposición", afirmó,
según consignó el diario colombiano El Tiempo. Por
lo pronto, las autoridades colombianas se mostraron dispuestas a dar trámite
a la eventual solicitud de extradición.
Los cargos por narcotráfico contra los miembros
de las FARC fueron presentados en momentos en que el gobierno del presidente
George W. Bush consulta con el Congreso la forma de dar ayuda militar adicional
a Colombia para combatir a los grupos armados ilegales, además de
autorizar el uso, con ese fin, de equipos ya entregados que fueron habilitados
por ley para combatir el narcotráfico.
Esta
es la primera vez que Estados Unidos acusa y busca enjuiciar a guerrilleros
colombianos por estar presuntamente vinculados con el narcotráfico.
Encabeza el acta de enjuiciamiento Tomás Molina
Caracas, apodado Negro Acacio, a quien Ashcroft identificó
como jefe del Frente 16 de las FARC, que supuestamente controlaba una pista
de aterrizaje clandestina en el oriente de Colombia, cerca de la frontera
con Venezuela y Brasil, desde la que habrían salido "múltiples
cargamentos" de cocaína hacia Estados Unidos y otros países,
entre 1994 y 2001.
Tomás Molina, de 37 años, es considerado
por las autoridades colombianas el principal responsable de finanzas de
las FARC.
Los otros miembros de las FARC mencionados en el acta
son Carlos Bolas y otro hombre cuyo nombre no se reveló, todos supuestamente
jefes de las FARC. Otros indiciados son un colombiano identificado como
Nelson Barrera y tres brasileños, uno de los cuales, de nombre Luiz
Da Costa, está detenido en Brasil, y Estados Unidos también
pedirá su extradición, dijo Ashcroft.
El fiscal general situó los cargos en el contexto
de la campaña de Estados Unidos contra el terrorismo internacional,
afirmando que las acusaciones reveladas hoy eran "una llamada de atención"
para recordar a los estadunidenses que "si alguien compra drogas está
respaldando el terrorismo.
"Cuando se gasta un dólar en drogas en Estados
Unidos, los enemigos de Estados Unidos ganan un dólar", insistió.
"La acusación marca una convergencia de las dos
principales prioridades del Departamento de Justicia: la prevención
del terrorismo y la reducción del uso ilegal de drogas", señaló
Ashcroft.
Sostuvo sin embargo que "los cargos de hoy son contra
dirigentes de las FARC no como guerrilleros o terroristas, sino como traficantes".
El secretario de Justicia anunció asimismo que mañana martes
presentará la primera fase de una nueva y "más agresiva"
estrategia para reducir la disponibilidad de drogas ilegales en Estados
Unidos.
"Igual que los cargos presentados hoy, esta estrategia
pondrá el foco sobre las más significativas organizaciones
responsables del abastecimiento de drogas", dijo.
En la misma conferencia de prensa, el jefe del agencia
antidrogas estadunidense (DEA), Asa Hutchinson, dijo por su parte que el
colombiano Molina actuaba como responsable del tráfico de drogas
para las FARC, la más antigua y numerosa organización guerrillera
de Colombia, recibiendo cocaína de los frentes 1, 7, 10, 39 y 44
de esa agrupación.
Hutchinson precisó que la investigación
del caso llevó 18 meses en Colombia y Brasil, y que el enjuiciamiento
fue aprobado por un jurado el pasado 7 de marzo, pero no fue revelado hasta
este lunes porque había que asegurar la protección de testigos.
Las FARC, que llevan cuatro décadas alzadas en
armas, figuran en la lista de organizaciones terroristas hecha por Washington.
En Santafé de Bogotá, Rómulo González,
ministro de Justicia, sostuvo hoy que los miembros de las FARC acusados
por Estados Unidos "son ciudadanos colombianos que los piden en extradición
y se le va a dar el trámite correspondiente".
El fiscal general, Luis Camilo Osorio, recordó
a su vez que con la ruptura del proceso de paz entre el gobierno de Andrés
Pastrana y las FARC, el pasado 20 de febrero, les fue retirado a los rebeldes
el estatuto político.
Y el jefe de las fuerzas armadas, general Fernando Tapias,
recordó que Estados Unidos y Colombia mantienen vigentes tratados
de extradición que podrían aplicarse en estos casos.
Hasta el cierre de esta edición no se había
conocido reacción de las FARC a la acusación estadunidense.
En cambio, esa fuerza guerrillera y el Ejército de Liberación
Nacional (ELN) descartaron por separado estar involucrados en el asesinato
de arzobispo de Cali, monseñor Isaías Duarte, y ambos grupos
coincidieron en que el crimen perpetrado el sábado obedeció
a un ajuste de cuentas a la Iglesia católica por sus gestiones en
favor de la paz en Colombia.
Rebeldes se deslindan del homicidio del arzobispo Duarte
El jefe del sexto frente de las FARC dijo, según
Radio Caracol, que esas fuerzas "no tuvieron ninguna participación"
en el hecho, que atribuyó a los "enemigos de la paz".
Con Duarte "tuvimos diferencias, pero aquí en Colombia
todo crimen se disfraza de impunidad (...) Jamás van a encontrar
a los autores intelectuales y materiales porque no los buscan donde deben
estar", añadió el comandante Pablo Catacumbo.
Previamente, el encarcelado vocero del ELN, Francisco
Galán, leyó un comunicado que condenó el asesinato
del prelado, con quien "si bien no compartíamos puntos de vista,
opiniones o acciones (...) ello no impidió que mantuviéramos
un intercambio franco y abierto y una comunicación permanente".
El asesinato, agregó el segundo grupo guerrillero del país,
"ensombrece aún el panorama de la paz, por cuanto la Iglesia ha
sido una de las instituciones más vinculadas a la búsqueda
de una salida política".
Al menos 35 guerrilleros de las FARC y cuatro del ELN
murieron y una decena de rebeldes fueron capturados en combates ocurridos
el pasado fin de semana en distintos sitios del país, informaron
este lunes fuentes militares.
La fiscalía general colombiana, por su lado, reveló
este lunes que los primeros indicios de las investigación del asesinato
de Duarte apuntan hacia las mafias del narcotráfico, puesto que
el prelado tenía previsto ampliar sus denuncias hechas en febrero
sobre el financiamiento de campañas políticas con fondos
de ese comercio ilícito.
Monseñor Duarte, que será sepultado mañana,
recomendó a los fieles católicos no votar en las legislativas
del 10 de marzo pasado "por candidatos que financian sus campañas
con dinero sucio", aunque entonces no quiso precisar nombres.
En este contexto, el sacerdote Germán Paz, portavoz
de la arquidiócesis de Cali, denunció que la policía
no atendió el sábado un llamado de la Iglesia para que brindara
protección al arzobispo, ante la presencia de dos sospechosos en
la parroquia en cuyas inmediaciones Duarte fue baleado la noche de ese
día.