MONTERREY 2002
Promotores de la ONU y de diferentes gobiernos salieron
en defensa del documento
Críticas al Consenso de Monterrey, durante el
primer día de trabajos del foro sobre financiación
El éxito de la cumbre debe medirse por las aportaciones
económicas: funcionario del PNUD
ROSA ELVIRA VARGAS, GEORGINA SALDIERNA Y ROBERTO GONZALEZ
AMADOR ENVIADOS
Monterrey, NL, 18 de marzo. El primer día
de la Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo,
convocada por la ONU, fue empleado por los promotores de ese organismo
y de los gobiernos para tratar de validar el Consenso de Monterrey, documento
que antes de ser formalmente adoptado enfrenta críticas y descalificaciones
de amplios sectores sociales e incluso de agencias dependientes de las
Naciones Unidas.
''El Consenso de Monterrey es una plataforma sobre la
cual todos los sectores pueden construir'', atajó Mark Malloch Brown,
administrador del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Puntualizó que el triunfo de esta cumbre no deberá medirse
en función de ese documento, sino de las aportaciones económicas
que han anunciado países como Estados Unidos y los que conforman
la Unión Europea.
Para
tratar de convencer sobre la eficacia del Consenso de Monterrey para combatir
la pobreza en el mundo, argumentó: ''Los participantes en los movimientos
de la sociedad civil no son los únicos que están en desacuerdo
con ciertas partes del documento. Nosotros también hubiéramos
querido que se incluyeran otras cosas. Pero deben ver el consenso como
un vaso medio lleno, en lugar de verlo como uno medio vacío''.
La conferencia de la ONU, que pretende contribuir a generar
mecanismos para elevar los recursos públicos y privados de ayuda
al desarrollo de las naciones pobres, empezó con la instalación
de la asamblea en una ceremonia en la que protocolariamente los ministros
de 182 países que asisten al foro aprobaron el documento.
Disgusto de periodistas
Mientras tanto, los constantes brieffings de las
delegaciones participantes no suplen el disgusto de los periodistas porque
no se les concede acceso a las sesiones plenarias, y en los monitores instalados
en la sala de prensa -no se sabe si deliberadamente- no se recibe audio
desde la sala principal.
La delegación de Estados Unidos que encabeza John
D. Negroponte, actual embajador de su país ante la ONU, fijó
desde este día una postura completamente contraria a trazar como
meta que los países desarrollados destinen 0.7 por ciento de su
producto interno bruto en asistencia para financiar el desarrollo.
El subsecretario para Asuntos Económicos del Departamento
de Estado, Alan P. Larson, afirmó que la administración del
presidente George W. Bush rechaza establecer por anticipado un porcentaje
de su PIB para canalizar a los países en desarrollo. ''La idea de
sugerir un 0.7 del PIB de los países donantes no ha sido ni puede
ser exitosa, porque no se trata de un concurso en el que se busque el número
mayor. Lo que tratamos de hacer son esfuerzos mayores para lograr las metas
finales de desarrollo antes de prestablecer números fijos de lo
que debe ser ayuda financiera'', declaró.
En conferencia de prensa afirmó que su país
efectivamente está dando apoyo a las naciones en desarrollo, y especialmente
la ayuda por 5 mil millones de dólares para los próximos
tres años que anunció la semana pasada estará destinada
a rubros como educación, programas de nutrición para la niñez
y otras áreas que impulsan lo más posible la creación
de recursos humanos, de manera primordial a naciones africanas.
A su vez, durante la primera sesión de la conferencia,
José Antonio Ocampo, secretario ejecutivo de la Comisión
Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), recordó
las consecuencias que para la región ha tenido la desaceleración
de la actividad productiva, pero sus propuestas para contrarrestar el efecto
se ciñeron a temas financieros.
''Como
resultado de la fase reciente de escasez de financiamiento externo, que
se inició con la crisis asiática de 1997, el crecimiento
económico de América Latina y el Caribe alcanzó entre
1998 y 2002 un magro 1.5 por ciento. Asimismo, la tendencia a la reducción
de la pobreza se detuvo y en no pocos países ha mostrado una marcada
tendencia al alza.''
Planteó además la necesidad de que sea reducida
la volatilidad de los flujos de capital hacia la región, cuya variación
es determinante de la inconsistencia en el crecimiento económico.
Como planteamiento concreto, propuso la creación
de bancos de desarrollo subregionales, fondos de reserva o acuerdos de
apoyo mutuo entre bancos centrales. En el futuro, dijo, el Fondo Monetario
Internacional (FMI) deberá ser visualizado como una red de fondos
regionales de reserva, más que como una única institución
mundial, y una de las funciones esenciales del Banco Mundial y de los bancos
regionales de desarrollo debe ser apoyar la creación y consolidación
de bancos subregionales de desarrollo.
En la conferencia se distribuyó la posición
del Fondo de Población de Naciones Unidas. Thoraya Ahmed Obaid dijo
que es tiempo de que los países desarrollados pongan en práctica
sus propias recomendaciones e incrementen la asistencia para el desarrollo
en concordancia con el Acuerdo de El Cairo, de 1990, que llama a invertir
en servicios de salud reproductiva, de manera que para 2015 se tenga acceso
universal a ellos, y traza metas en el área de mortalidad infantil
y materna y sobre educación. Lamentó entonces que para este
año esta agencia de la ONU haya recibido 50 millones de dólares
por debajo de sus proyecciones, porque algunos países redujeron
sus contribuciones voluntarias y porque otros aún no han decidido
entregarlas. Por esta razón, el programa dejará de ayudar
a prevenir cerca de tres millones de embarazos no deseados, más
de un millón de abortos, siete muertes por embarazo, 90 mil enfermedades
derivadas de la maternidad y no atenderá a cien mil niños
que mueren infectados de VIH.
Chávez y el diálogo Norte-Sur
En su primera intervención en el foro, el canciller
de Venezuela, Luis Alfonso Dávila García, anunció
que el presidente de ese país, Hugo Chávez, aprovechará
su participación en la conferencia para tratar de establecer las
bases que reactiven el diálogo Norte-Sur, mecanismo prácticamente
cancelado desde los años 90.
El diplomático anticipó que el presidente
Chávez, quien encabeza el Grupo de los Quince y el Grupo de los
77, se reunirá con el primer ministro de Canadá, Jean Chrétien
en Monterrey, para intercambiar impresiones sobre la reanudación
del diálogo Norte-Sur.
De acuerdo con el canciller, ''el presidente Chávez
viene a esta ciudad promoviendo la apertura de este diálogo entre
los países desarrollados y las naciones en vías de desarrollo''.