MONTERREY 2002
También perder el miedo, dice González
Casanova en el foro social
Dignidad, primer acto de una economía alternativa
Cínicos, llama Rosario Ibarra a dignatarios
asistentes a la cumbre de la ONU
BLANCHE PETRICH ENVIADA
Monterrey, NL, 18 de marzo. En un viejo teatro
medio destartalado, con un público ávido de lanzar consignas
y marchar por las calles, se inauguró hoy aquí la Asamblea
social otro mundo es posible y se escuchó la conferencia
de Pablo González Casanova. A ejidatarios con machete, a obreros
y mujeres, a antiglobalizadores de todo tipo, les advirtió: ''Mantener
la dignidad y perder el miedo son el primer acto de una economía
alternativa''.
Sostuvo
que desde Seattle, La Habana, Porto Alegre, Barcelona y ahora Monterrey,
''empezamos la marcha, dispuestos al diálogo y a la negociación,
pero sin traicionar las verdades más elementales, sin abandonar
a nuestros pueblos''
Con este acto arrancaron las expresiones que a lo largo
de toda la semana harán patente la voz de la sociedad civil que
no tuvo cabida en la sede de la conferencia de la ONU, Cintermex, también
llamada la ciudad prohibida.
A los jefes de Estado, a los directivos de instituciones
de la ONU, de las agencias de financiamiento internacional, de las coaliciones
patronales mundiales que participan en la cumbre de Monterrey, y que compartirán
la encerrona en lo que fuera la Fundidora Monterrey, la dirigente
de Eureka, Rosario Ibarra de Piedra, los llamó ''cínicos''
por pretender hacer creer que quieren asistir a quienes han saqueado. Lamentó
que Naciones Unidas, promotora de este foro y que debería ser representativa
de toda la pluralidad del mundo, ''haya caído en las garras de los
dueños del dinero'' y haya desvirtuado su función.
Cuauhtémoc Cárdenas, a quien se esperaba
en el encuentro, no acudió ''por problemas de última hora''.
Envió una carta de saludo y aliento a esta asamblea, asegurando
que en contra de lo que se sostiene, de que el actual orden económico
internacional es único e inmutable, ''no lo es'' y hay que cambiarlo.
A su vez, Louis Weber, dirigente de Attac, de Francia,
aseguró que la gigantesca movilización que se logró
en días pasados en Barcelona, como contrapunto a la reunión
de los jefes de Estado de la Unión Europea, demuestra que hoy existe
la posibilidad de éxito de los activistas a favor de un mundo distinto.
Fue larga la lista de participantes que a partir de hoy
y hasta el día 21 sesionarán en mesas de trabajo: Attac de
Francia y Bélgica; Asociación de Economistas de Cuba; Foro
de Participación Ciudadana Argentina; indios kikapús de Oklahoma
y varios más, además del multicolor mosaico de organizaciones
mexicanas: ejidatarios de San Salvador Atenco y de Mina, en Nuevo León;
algunas organizaciones indígenas que asisten por cuenta propia,
no dentro del marco del Congreso Nacional Indígena; barzonistas
de distintas ramas; organizaciones de migrantes, obreros de Euzkadi, electricistas;
de la Red Mexicana contra el Libre Comercio; activistas de derechos humanos
que no se cansaron de subrayar alusiones en honor a Digna Ochoa; de la
Alianza Social Continental y los más tradicionales movimientos de
lucha locales, como el Campamento Tierra y Libertad, de Monterrey, y muchos
otros.
Una vez inaugurado el foro, se pasó a la conferencia
magistral. González Casanova se sumergió en un texto al que
contribuyeron con sus ideas varios pensadores como Noam Chomsky, Samir
Amin y Elie Wallerstein. Fruto del debate público que existe en
esas esferas, pero sobre todo producto de las experiencias acumuladas a
través de las grandes movilizaciones contra la globalización
del capital, González Casanova propuso algunas ideas para la reflexión,
el trabajo y la construcción de una nueva filosofía crítica
del momento que vive el mundo.
Sobre la temática del Consenso de Monterrey, se
advierte que el despojo universal que transforma la vida en mercancía
''es negociado periódicamente con los líderes y sus clientelas'',
y se realiza a través de las negociaciones de la deuda externa y
los tratados comerciales, con amenazas de desestabilización ?citó
el caso Venezuela? y con represión.
Ante un auditorio en el que desde las primeras filas los
campesinos de Texcoco finalmente dejaron de blandir los machetes para escuchar,
González Casanova asumió un discurso didáctico.
''Cualquier política contraria al mundo de empobrecimiento
total que se prepara tiene que oponerse a la simulación; ha de sostener
que no es cosa de darles a los pobres sino de no quitarles; ha de prepararse
contra la represión generalizada y resistir las desestabilizaciones
y la guerra económica contra los pueblos que se liberan. Ha de pasar
por las políticas de resistencia de las que Cuba es un ejemplo mundial
a la construcción de poderes internos e internacionales democráticos
y plurales.''
Expuso que ante el fracaso del neoliberalismo ''de paz'',
los poderes del mundo inician ahora una etapa de ''neoliberalismo de guerra''
y por ello el movimiento alternativo ha incorporado en su agenda la causa
antibélica. De hecho, puntualizó, fue precisamente el EZLN
el primero en convocar al primer Foro contra el Neoliberalismo y la Globalización,
y también fue el primero en poner el dedo en ese punto, con su expresión
de paz con justicia.
Reconoció que después del 11 de septiembre,
con la reacción belicista estadunidense, tiene más sentido
la lucha contra la guerra, ''pero no hay que dejar a un segundo plano los
principios de la no intervención y la autodeterminación''.
Apuntó que la contradicción, hoy, no es
entre países pobres y ricos. ''Todas las medidas de la actual política
de acumulación tienen como efecto directo o indirecto el empobrecimiento
de la inmensa mayoría de la humanidad. Hay un proceso de enriquecimiento
y empobrecimiento que no sólo corresponde al saqueo del Tercer Mundo,
sino al saqueo de todo el mundo." Recordó que industrias y trabajadores
de los países industrializados ''sufren las presiones de un modelo
que se autocritica para legitimarse''.
Este 18 de marzo no podría faltar la alusión
a las luchas por el patrimonio de los pueblos. Las políticas de
despojo, dijo, ''se extienden a las propiedades sociales, públicas
y nacionales. La privatización acaba con las victorias anteriores
de ciudadanos, trabajadores y pueblos''.
También abordó el tema de lo inadecuado
que resulta el término (globalifóbico) acuñado
por Ernesto Zedillo, y que el movimiento por un mundo alternativo ha asumido
como propio: ''No es un problema de fobias ni de filias. Estamos en contra
de la globalización del capital, con sus fenómenos de explotación
y despojo de los pueblos, pero nuestra lucha es universal''. Y recordó
que los antecedentes de estas luchas en el pasado fueron internacionalistas,
aunque dominados por una visión eurocéntrica.
Dijo que uno de los retos más grandes del pensamiento
crítico es revelar y denunciar la censura invisible, ''a veces tan
visible, como la que se ejerce en el foro de la ONU que se realiza hoy''.
Citó a Chomksy para recordar que más que luchar en términos
violentos ''en los que de todas formas perdemos'', hay que luchar por la
opinión pública. Y a Paulo Freire, padre de una pedagogía
para que las sociedades aumenten su cultura de toma de decisiones. Y a
Samir Amín, que tanto ha ilustrado sobre la característica
de este nuevo momento de lucha, con el acento en la convergencia en la
diversidad y en el pluralismo ideológico, religioso, de creatividad
en vida y acción, y que incluye ideas de muchas revoluciones que
se dieron por la liberación de los pueblos. Sin olvidar de mencionar,
por supuesto, la lucha de las mujeres, que ha cambiado radicalmente la
agenda mundial e incluso la dinámica interna de las organizaciones.
Finalmente polemizó con las recientes posiciones
de la pensadora de izquierda italiana Rosana Rosanda, sobre el papel del
pueblo estadunidense en estas luchas. ''Para cumplir con el Consenso de
Washington, los países deben contar con el apoyo de sus pueblos
y trabajadores. Y no lo tienen. En Estados Unidos muchos trabajadores están
contra esa política. Los estadunidenses ?pronosticó? cada
vez más van a estar con nosotros.