Lunes 18 de marzo de
2002 |
La elección interna del PRD |
Hasta el cierre de
esta edición todo parecía indicar que el Partido de la
Revolución Democrática (PRD) anularía su proceso
electoral interno en el estado de Puebla, debido a la
gran cantidad de irregularidades -no todas ellas
fraudulentas sino producto de la incompetencia- que
fueron planteadas desde el inicio de la contienda y que
fueron señaladas por el equipo de Rosario Robles
Berlanga, en virtud de que el Servicio Estatal Electoral
quedó integrado por gente de Jesús Ortega Martínez, y
no tuvo capacidad para resolver los principales
problemas. Se sabe que hasta hace unos 10 días ni siquiera se había impreso las boletas para los comicios perredistas y mucho menos se había determinado quiénes serían los integrantes de casillas, lo cual es una muestra del poco esmero que hubo en la preparación del proceso. El instituto del sol azteca se encuentra así en una disyuntiva: de continuar como va, su carencia de programa y organización lo llevarán a disolverse como fuerza política. Además, cualquiera de los dos candidatos que resulte triunfador en las condiciones actuales (al parecer en otras entidades del país está ocurriendo lo mismo que en Puebla) no tendrá la autoridad necesaria para llevar a cabo las tareas para levantar al partido. Estando así las cosas, no se vislumbra una solución factible en el plazo inmediato para la profunda crisis que vive este importante instituto político nacional. |