El futuro de la Selva Zoque
Emanuel Gómez
"Por un millón de pesos nos querían comprar la selva, pero no aceptamos", denuncian los comuneros de Benito Juárez-El Trébol, comunidad de San Miguel Chimalapa. En octubre de 1999 Carlos Solano y Salvador Anta, funcionarios de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) para la región de los Chimalapas, trataron de dar un cañonazo de dinero a los zoques de Oaxaca a cambio que aceptaran el decreto de reserva de la biosfera para los Chimalapas.
"Nuestras tierras y nuestra identidad chimalapa no está en venta", cortan los chimas, en el informe sobre violaciones al Convenio 169 presentado por el Congreso Nacional Indígena (CNI) ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT), como parte de la resistencia de los pueblos indígenas mexicanos ante el foxismo1.
El año pasado fue intenso en los Chimalapas. Mientras en la zona oriente de San Miguel se detenía la maquinaria que cortaba clandestinamente los bosques en la frontera de Oaxaca con Chiapas, la Policía Federal Preventiva y el Ejército se decían listos para entrar a la cabecera de Santa María, detener a las autoridades y a los comuneros que habían participado en la liberación de los zoques presos en Matías Romero.
Amenazados, el pueblo y las autoridades de Santa María Chimalapa, bajaron de la montaña a la orilla de la carretera transístmica y la tomaron. En la cárcel municipal de Santa María seguían detenidos miembros de la colonia agrícola Cuauhtémoc, acusados de invadir tierras y destruir la selva. Los gobiernos estatal y federal atendieron las denuncias de los chimas, quedando pendiente la solución de este conflicto2.
Más de 150 mil hectáreas de un total de 594 mil están invadidas por ejidos, colonias, predios privados y ganaderos que declaran su tierra como "nacional". El descontrol agrario es tan grave que 29 pueblos se reconocen como parte de Chiapas, estando en Oaxaca.
La Selva Zoque desaparece poco a poco, pese a que aporta el 40% del agua dulce del total nacional mediante un sistema de cuencas que incluye afluentes del Coatzacoalcos, Uxpanapa, Grijalva, Chicapa, Ostuta y muchos más. En 1998 ocurrió lo que nunca: se incendió, hasta en sus rincones más húmedos, afectando más de 200 mil hectáreas3.
Miles de plantas, animales, árboles milenarios y selvas vírgenes fueron consumidas por las llamas hasta que cayó la primer lluvia, en junio, después de más de tres meses de incendios. El corazón de la Selva Zoque se humedeció y de inmediato se apagó el fuego. El agua llegó y no hubo forma de pararla; luego Juchitán se inundó, provocando otra desgracia para el Istmo en 1998, el año que más se ha resentido el cambio climático en el mundo entero.
Desde entonces nada es igual en el Istmo. Las tierras no producen como antes, las montañas se secan, la migración aumenta. "Nos está castigando Dios. La tierra se enoja porque no la cuidamos", explica un campesino chima. Pero también señala que parte de los incendios empezó en los ejidos chiapanecos que pelean la frontera con Oaxaca, como reconoció el gobierno4.
Los ecologistas formularon hipótesis que iban desde
la roza tumba y quema, según la Semarnat, hasta la del complot,
formulada por Maderas del Pueblo del Sureste AC, señalando que los
incendios parecían provocados desde el aire. Y es que las áreas
quemadas coinciden con el vaso de un sistema de presas planeadas para los
Chimalapas desde 1977, proyecto detenido por su impacto socioambiental,
ante la denuncia de las comunidades chimas a través del Comité
Nacional en Defensa de los Chimalapas.
Globalizar los Chimalapas
Presas hidroeléctricas, autopistas y plantaciones forestales fueron megaproyectos para los Chimalapas en tiempos de José López Portillo, Miguel de La Madrid y Carlos Salinas, sin éxito. Durante el gobierno de Ernesto Zedillo, la propuesta fue más engañosa: declarar reserva de la biosfera a los Chimalapas, proyecto que tampoco concluyó por el rechazo de los comuneros chimas.
Muchas riquezas esconde la selva. Piedra y arena para las carreteras del sureste, minerales no metálicos para la industria microelectrónica, agua para las presas de Chiapas, mano de obra para las maquiladoras del sureste. Turismo quieren los dueños de los transportes y hoteles. Biodiversidad requiere la biotecnología y los Chimalapas es considerado un banco genético único en el mundo. El foxismo es claro: se pedirá la intervención del Ejército para facilitar el control de las reservas naturales y garantizar la inversión privada5.
Los comuneros zoques afirman: "Necesitamos organizarnos como pueblos, aplicar la ley agraria y declarar las zonas invadidas como reserva ecológica campesina, restaurar las montañas que se quemaron en 1998. Esta es nuestra montaña, nuestra casa. Imagínate que te dijeran cómo cuidar tu casa y que te la quitaran. Nomás que nos resuelvan los conflictos agrarios y ya, entonces sí podríamos mejorar el cuidado de la selva"6.
Lejos de resolver los conflictos, el gobierno federal pretende controlar toda actividad que ocurra en los Chimalapas. Una propuesta es la de reserva de la biosfera, separando los pueblos campesinos de su tierra ancestral. La nueva estrategia del gobierno para decretar la reserva es por la vía de los estatutos comunales, pero tampoco es aceptada por los comuneros pues no se les incluyó plenamente en su elaboración.
Siendo los Chimalapas un lugar estratégico para los corredores industriales y biológicos del Plan Puebla Panamá (PPP), los megaproyectos, corredores industriales y biológicos y el crecimiento de las ciudades planeado para el Istmo amenazan directamente las reservas naturales de la zona. Un corredor industrial al poniente de la Selva Zoque, aledaño a la autopista transístmica; apertura del Istmo a la circulación mundial de mercancías, maquiladoras, aumento de la explotación petrolera y petroquímica en Salina Cruz, Minatitlán y Coatzacoalcos. Crecimiento de las principales ciudades de del Istmo de Tehuantepec en Oaxaca, Veracruz, Chiapas y Tabasco, junto con procesos paralelos en la Península de Yucatán y Centroamérica.
El PPP se propone industrializar el campo mediante plantaciones forestales, corredores ganaderos, plantaciones cafetaleras en extenso y aprovechamiento de los recursos biogenéticos de plantas medicinales y cultivos nativos como frijol, maíz y chile. Conectar los corredores biológicos, desde Centroamérica a México, vía Chiapas a la Península de Yucatán y el Istmo de Tehuantepec, y por Veracruz y Oaxaca hacia el norte, cruzando la Selva Zoque.
Controlar el acceso a los recursos naturales y los territorios de los pueblos indígenas, instalar centros de bioprospección en zonas de muy alta biodiversidad. El PPP arranca este año, 2002. Todos los megaproyectos del pasado están en la agenda y muchos más. La información oficial es más fría que el silencio.
¿Dónde está la agenda social del ppp? ¿Se contempla la resolución de los viejos conflictos agrarios? Tal parece que en realidad se provocarán más, expulsando pueblos por donde pasarán los corredores industriales, las supercarreteras y los corredores biológicos.
Los derechos territoriales de los pueblos indígenas,
el control colectivo de los recursos naturales y la autogestión
comunitaria siguen siendo alternativa que camina en los Chimalapas.
Claudia y Maritza van de safari con Babe, el puerquito
artista,
Circo Benneweis, Ciudad de México, 1997
Sociólogo con maestría en desarrollo rural por la UAM Xochimilco con la tesis: Chimalapas, autonomía indígena y defensa de la Selva Zoque. [email protected]
1 CHUDEB, AC, Informe ante la oit sobre las violaciones al convenio 169 en el pueblo zoque chimalapa, ubicado en Oaxaca, México, San Miguel Chimalapa, México, septiembre. Chimalapas Unidos en Defensa de la Etnia y la Biodiversidad, AC. Disponible en http://www.geocities.com/chimalapas.mx/
2 La Jornada, 11 de julio y 3 de agosto del 2001.
3 Gobierno de México, 1999, Programa de conciliación agraria de las comunidades Chimalapas y poblados del noroeste de Cintalapa, Chiapas, Gobiernos de los estados de Chiapas y Oaxaca, Semarnap y SRA, México, 2 de agosto.
4 Idem.
5 El Universal, 25 de diciembre del 2001.
6 Chimalapas Unidos en Defensa de la Etnia y la Biodiversidad, CHUDEB, AC, memoria de talleres impartidos en San Miguel Chimalapa en 2001.