Agrava el déficit comercial y el desempleo, según estudio de consultores
El superpeso, obstáculo para la recuperación
Las exportadoras siguen perdiendo mercados y aumentan compras de bienes de consumo
DAVID ZUÑIGA
La actual política monetaria está generando más problemas que beneficios a la industria nacional y será un obstáculo para que se recuperen la producción y el empleo.
De acuerdo con un análisis de Consultores Internacionales, las empresas exportadoras siguen perdiendo mercados, las importaciones de bienes de consumo aumentaron 18.4 por ciento el año pasado y las ventas al exterior cayeron 4.8 por ciento, tendencia que podría agravarse en 2002.
La consultora explicó que la moneda mexicana se ha estado apreciando desde el año pasado debido fundamentalmente a la estabilidad macroeconómica, la entrada de capitales extranjeros y tasas de interés más altas en comparación con las de otros países de similar nivel de riesgo. Todo ello, agrega, ha contribuido a que las reservas internacionales asciendan a más de 41 mil millones de dólares.
En el último año, agregó, el tipo de cambio se apreció 6.7 por ciento al pasar de 9.77 pesos por dólar en enero de 2001 a 9.16 a enero de este año.
Según el estudio, la revaluación del peso tiene algunas ventajas: permite mantener estables los precios, abarata la compra de maquinaria, equipos e insumos y hace más accesible el crédito; sin embargo, también encarece muchos productos mexicanos y les impide tener acceso a mercados extranjeros, destruye cadenas productivas, aumenta el déficit comercial y provoca desequilibrios en las cuentas externas.
A pesar de la recesión, el año pasado aumentaron las importaciones de bienes de consumo, lo que desplazó a los productos mexicanos, principalmente ropa, zapatos y productos de cuero.
La fortaleza del tipo de cambio aleja la posibilidad de recuperación del sector exportador mexicano, especialmente de la industria maquiladora, que vive su peor crisis desde que se estableció en México, en la década de los sesenta. El año pasado el empleo en esta industria cayó 6.5 por ciento y sus ventas 3.3 por ciento.
La fortaleza de la moneda pone en desventaja a México frente a otros países latinoamericanos, entre ellos Honduras, El Salvador y Haití, que ofrecen a las trasnacionales mano de obra y energéticos aún más baratos que en México.