Cuenta Conmigo
Manuel Zozaya
Trae a tu papá también "Soy Eduardo García, tengo 52 años y soy padre de un maravilloso muchacho gay. Él me lo confirmó a los 18 años. Sin embargo, desde los siete nos llamó la psicóloga de la escuela, a su madre y a mí, para decirnos que Lalo prefería la compañía de las niñas. Sugirió lograr identificación con la imagen paterna, que estuviera más conmigo, aunque prefería a su madre; buscarle actividades de hombres, como ir a la peluquería (no a la estética unisex), y llevarlo a talleres de automóviles. Traté de estar con él y apoyarlo en los deportes de equipo que rechazaba, hasta que encontró la natación, donde destacó y se hizo un cuerpo muy varonil. Once años duró ese proceso de lucha. También me recomendaron a un psicólogo, porque se deprimía mucho. Estaba muy enojado con el mundo y con la figura paterna que yo quería reforzar. Fueron amarguras que pudimos haber evitado con una buena asesoría. El psicólogo no lo sacó de la depresión, aunque me daba esperanzas de que fuera 'normal'. Pero yo sentía que se estaba destruyendo a sí mismo. Fuimos con otro especialista que le hizo unos exámenes que dieron un I.Q. arriba del promedio y gran sensibilidad. Además, le identificó ciertos 'núcleos homosexuales', que, según él especialista, podían ser modificados. Para mí era como una pesadilla. A los 18 años me dijo: 'papá soy gay', nos abrazamos, lloramos, y le dije 'tienes todo mi apoyo'. Poco después en París visité La Casa de Gays y Lesbianas, donde un voluntario me ayudó muchísimo a librarme de la culpa. Me explicó que hay muchas teorías sobre el origen de la homosexualidad, pero que ninguna está comprobada. Vi que Alain es gay, profesionista, y plenamente realizado. Le pregunté 'si tuvieras oportunidad de escoger, serías hombre o mujer'. Y él contestó, 'sería homosexual, no me cambio por nadie'. Para mí eso fue determinante, pues nos ha permitido ir restaurando el afecto entre Lalo y yo.
Sin embargo, faltaba vencer mi homofobia, lo cual es muy
duro; poco a poco lo fui logrando. En la actualidad lo acepto como es.
El día que lleve a su pareja, lo aceptaré. Sólo
me queda pedirle perdón por mi torpeza y machismo. Ya pasé
por el luto de que mi hijo no sea como yo hubiera querido y sé que
la preferencia sexual sólo es una partecita de un ser humano. Quisiera
que otros padres lograran superar este proceso en un corto tiempo, sin
pasar por las amarguras que yo pasé. Por eso los invito a formar
parte del grupo de padres de jóvenes gay, que nos reunimos todos
los sábados, a partir de las 11:00 en el DIF, en Av. Popocatépetl
No.276.
JOVENES GAY, LESBIANAS Y FAMILIAS, es un proyecto de coparticipación entre Letra S y DIF-DF Tel.: 5532-2751 Correo-e: [email protected]