México, sus amores y canciones, los temas principales
Presentan en España documental y libro de memorias de Chavela Vargas
ARMANDO G. TEJEDA CORRESPONSAL
Madrid, 6 de marzo. Los recuerdos y el desgarro de Chavela Vargas a través de la literatura y el arte documental, ambos guiados por el hilo conductor de su voz, "un llanto dulce y amargo, que no le teme a la muerte". A sus 83 años, La Macorina ha repasado sin ambages su intensa biografía -sus caidas, sus éxitos, sus amores, sus fobias y su resurrección-, registrada en dos documentos presentados hoy en Madrid: Y si quieres saber de mi pasado, libro de memorias escrito en clave de cómplice monologo, y Chavela Vargas, documental elaborado por manos artesanas que consigue "descubrir los avatares de la vida con su garganta", la de esa "dama de poncho rojo, pelo de plata y carne morena".
Chavela Vargas es uno de los últimos mitos de la música popular, su vida es un testimonio de los vaivenes del siglo pasado en México, su patria adoptiva después de que a los 15 años emigrara de su natal Costa Rica con las manos encallecidas y maltratadas por las 6 mil naranjas que cargaba a diario en su temprana adolescencia. Llegar a México significó encontrar su "patria" y, sobre todo, comenzar a tejer la leyenda que hoy simboliza.
"No es la madre la que pare sino la que cría. México me abrió los brazos. šEa, no! México no me consintió, no me tuvo entre algodones. Me dio duro, me enseñó a crecer; me trató muy duro para que yo me enfrentara a la vida. En Costa Rica comía todos los días. ƑY qué? En México pasé hambre, a veces pasaba días sin comer, porque no tenía qué, o me comía una tortilla o alguna vecina me daba algo. Trabajé, porque México me enseñó a trabajar en lo que pude, en lo que supe o en lo que imaginé, y no necesariamente en lo que se llamaba la cosa artística. Y los mexicanos, y las mexicanas, y el paisaje y los dioses, y la música, y el tequila, y todo, todo me ofrecía en ese país su cariño. Por mil razones yo llamo a México mi patria", relata en su único libro autobiográfico, editado por Aguilar, en el que además hay anécdotas y reflexiones que se ensanchan con los personajes que rodearon su incesante caminar: Frida Kahlo, José Alfredo Jiménez, Agustín Lara, Dolores Olmedo y un largo etcétera.
Los amores de Chavela, como se sabe, fueron todos mujeres, por eso su permanente "canto libertario", como le llama su editora Ana Rosa Semprún, es una "enseñanza imperturbable", pues su homosexualidad la llevó siempre con orgullo.
La Macorina, en su propia voz
El documental Chavela Vargas es un prodigio de tan menospreciado género cinematográfico, pues en él hay al menos cuatro elementos que lo convierten en único: la voz en off de Macorina contando con cadencia y amargura su más íntima memoria; el registro gráfico de la mirada de Chavela cuando se rencuentra con sitios sagrados en su vida (Veracruz, El Tenampa, Tlacotalpan, la casa de Frida Kahlo o Tepoztlán); la música que da ritmo y sentido a las imágenes; y los testimonios que recoge en su andar, como los de Carlos Fuentes, Elena Poniatowska, Pedro Almodóvar, Miguel Bosé, Carlos Monsiváis, Jesusa Rodríguez y Joaquín Sabina, entre otros.
Chavela Vargas es un largo circunloquio que tiene como único hilo conductor la voz entrecortada de las canciones que la encumbraron como mito de la música popular, su palabra y su canto se entrelazan, su historia se mezcla con el paisaje mexicano, ya sea un atardecer en el lago de Catemaco o la mesa del Tenampa repleta de tequilas y desasosiego.
"El fascinante mundo de Chavela merece tratamiento de rodaje especial. El espacio utiliza una línea gráfica que dota de unidad al programa y, al mismo tiempo, es fiel a los testimonios que aparecen en él. Esta línea está basada en el calendario azteca, que mide el tiempo de manera circular, sin presentes, pasados ni futuros, de modo que la existencia se contempla como un todo desde el que se puede avanzar o retroceder", explicó la productora ejecutiva, Macarena Rey.
"En el documental la música tiene un valor esencial. Los fragmentos de sus canciones establecen una narración paralela a las declaraciones de la cantante, en la cual se ofrece un recorrido por la historia musical de México, la importancia de la canción popular y la fuerza de todos esos célebres compositores a los que la artista supo interpretar con hondura. En muchas ocasiones, esta voz íntima y desgarrada es la principal responsable de la narración y el ritmo: ella marcará el retrato más personal y privado de esta mujer intensa y brutalmente humana", sostuvo su director, Manuel Palacios.
Para la elaboración de este documental fue necesaria una inversion de 250 mil dólares, aportados por Canal Plus, Sogecable y Morena Films, y un trabajo de varios meses de grabación y edición. Hay dos versiones del trabajo: una de 82 minutos, que se estrenará el próximo viernes en España, y otra de 52 minutos, que se venderá a otros países. El Canal 22 de México compró este documento, en su versión más completa, que se emitirá en los próximos meses. En la producción del documental también participaron en México Silvia Alemán, como ayudante de producción; Pilar Berridi, en maquillaje, y el servicio de Argos Comunicación.