Será difícil lograr el índice oficial para 2002, indica Consultores Internacionales
Ascendió a 1.56% la inflación en la zona metropolitana durante el primer bimestre
Subieron refrescos, tabaco, frutas, granos y harinas; bajaron lácteos, pescados y legumbres
LAURA GOMEZ FLORES
La inflación en la Zona Metropolitana de la Ciudad de México fue de 1.56 por ciento durante el primer bimestre del año, equivalente a 35 por ciento de la meta establecida para este año, a pesar de que la sobrevaluación y el desempleo se convirtieron en "las mangas de la camisa de fuerza para reducir dicho indicador".
Consultores Internacionales señala que para cumplir con el objetivo inflacionario oficial, en los próximos meses la tasa de crecimiento de los precios deberá promediar cada mes 0.29 por ciento, y tendrá que analizarse la posibilidad de aplicar nuevos cortos monetarios para frenar el avance de la inflación, lo cual será difícil ante la situación económica que vive el país.
En febrero pasado, el avance de la inflación, medida a través del Indice de Precios Metropolitano (IPM), registró un aumento de 0.31 por ciento, el segundo más bajo para ese lapso durante los últimos siete años, después de la tasa registrada el año pasado, de 0.26 puntos porcentuales, tendencia que también se observó de manera anualizada, al ubicarse en 6.28 por ciento, 1.11 puntos menos que la registrada de febrero de 2000 al mismo mes de 2001.
De esta manera, indica la firma privada en su análisis mensual, se confirma que el menor dinamismo de los precios se está acercando a su límite inferior después del alza observada en enero, de 1.25 por ciento, y que un mes después se redujo a 0.31 puntos, pese a los aumentos en refrescos, tabaco, frutas, granos básicos y harinas, cuyo impacto fue contrarrestado por la baja de precios de productos lácteos, pescados, mariscos y legumbres.
Explicó que, paradójicamente, el regreso al consumo de azúcar por la industria refresquera, esencialmente propiciada por la miscelánea fiscal, ha repercutido en el precio al público de los distintos tipos de este endulzante, que entre enero y febrero aumentó 21.6 por ciento.
Ese crecimiento no se justifica, en tanto que uno de los argumentos esgrimidos para apoyar al sector azucarero era la existencia de inventarios y una abultada producción que no hallaba salida en el mercado interno. Destaca además que la sobrevaluación del tipo de cambio ha favorecido la permanencia de los precios en los bienes de consumo final.
Otro de los elementos que han impedido el avance inflacionario es la aplicación de cortos monetarios por parte del Banco de México, con lo que "la inflación está inmersa en una camisa de fuerza cuyas mangas están representadas por la reducción del consumo motivada por el desempleo y la reducción de los precios de bienes importados, ocasionada por la sobrevaluación del peso", argumenta Consultores Internacionales.
Informa que los rubros del IPM con mayor crecimiento durante febrero, en relación con el índice general, son salud (1.66 por ciento), educación y esparcimiento (0.95) y alimentación (0.68); los que tuvieron un menor avance fueron ropa y calzado (-1.49), vivienda (0.56), cuidado personal (-051), gastos diversos (-0.20), transporte y comunicaciones (0.12) y artículos del hogar (0.21).
Por sectores, los productos que presionaron el nivel inflacionario fueron, en salud, consultas médicas, análisis clínicos, atención hospitalaria y algodón clínico; en educación, colegiaturas; además, radios y cámaras fotográficas y de video; en alimentos, el azúcar. En el caso de los refrescos, hace seis años las familias destinaban a éstos uno de cada 100 pesos que gastaban en alimentación y hoy son dos pesos.
Mientras, los decrementos más sensibles en los precios se registraron en productos tan variados como escobas, cerillos, focos, asistencia durante el parto, estufas, consultas dentales, plátanos, faldas, vestidos y conjuntos, insecticidas, queso fresco, mantequilla y cubiertos.