ITACATE
Marco Buenrostro y Cristina
Barros
¡Vivan los tamales!
ASI HA TITULADO Jeffrey M. Pilcher un libro que fue traducido
recientemente al español por Victoria Schussheim y publicado por
el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CNCA), el Centro de Investigaciones
y Estudios en Antropología Social (Ciesas) y Ediciones de la Reina
Roja. El autor realizó una amplia revisión que comprende
entrevistas, investigación en archivos y consulta de decenas de
autores para ofrecer un panorama de la cocina en México, que analiza
desde distintas perspectivas. La obra será de consulta necesaria
para los interesados en el tema.
EL SUBTITULO DEL libro, ''La comida y la construcción
de la identidad mexicana", remite al contenido de este trabajo y es que
Pilcher, en realidad, da seguimiento al alimento que ha distinguido al
pueblo mexicano, el maíz, sobre todo a partir de la llegada a México
del trigo europeo. Los españoles pretenderán desde entonces
imponer al trigo como cereal básico, que simboliza las formas de
vida en el viejo continente.
LA PUGNA NO terminó con la Colonia. Herederos de
la visión occidental, muchos liberales, algunos tan ilustres como
Ignacio Ramírez, consideraron que el ''atraso" de los mexicanos
radicaba en que comían maíz y no trigo, cereal que se consideraba
mejor y más nutritivo. Esto a pesar de que, como bien apunta Pilcher,
el maíz había demostrado su eficacia, al ser el alimento
que hizo posibles culturas de importancia universal como la maya o la mexica.
EN EL PORFIRIATO la confrontación se agudizó.
Francisco Bulnes, por ejemplo, atribuía al maíz muchos de
los males de la patria. Veía la solución si no en ser europeo,
al menos en ''actuar como europeo, vestir, comer como europeo". Y para
él comer como europeo implicaba, necesariamente, sustituir maíz
por trigo.
Y FUE EN 1943 que los científicos mexicanos se
convencen de las cualidades del maíz a partir de los estudios que
inicia el organismo que antecede al Instituto Nacional de la Nutrición.
Francisco Miranda escribirá entonces que ''la superioridad del trigo
sobre el maíz... no es tan grande como se ha supuesto"; será
apoyado por William Robinson, quien concluye que ''una dieta de tortillas,
frijoles y chiles puede ser mucho más satisfactoria de lo que se
había pensado hasta ahora".
MUCHOS OTROS TEMAS trata Pilcher en ¡Vivan los
tamales!: la participación de diversas mujeres en el intento
de dar un lugar digno a la cocina popular mexicana, el desarrollo tecnológico
en la elaboración del nixtamal y las tortillas, los contenidos ideológicos
de los recetarios de cocina, en fin, que con agudeza va mostrando hasta
qué punto la cultura dominante: españoles, criollos, liberales,
afrancesados y actualmente las empresas trasnacionales, intentan una y
otra vez desplazar la cultura del maíz y la cocina indígena
afortunadamente sin éxito porque hasta ahora prevalecen las tortillas
y los tamales. Que siga siendo así es un asunto de la mayor importancia
para el futuro de nuestro país.