Los recientes ataques no son siquiera de ultraizquierda,
señalan
La violencia contra la universidad ayudará al
proyecto de privatizarla: intelectuales
La
violencia y las consecuencias del "movimiento autodestructivo", como el
que asedia a la UNAM, en nada sirven a quienes las provocan, pero sin duda
servirán al proyecto de privatización o de destrucción
de la universidad, que no dejará de invocar como pretexto la "desestabilización"
e "ingobernabilidad" de la institución, alertó un grupo de
catedráticos de la máxima casa de estudios.
En un comunicado titulado "En defensa de la Universidad
Nacional Autónoma de México", suscrito por Sergio Bagú,
Helena Beristáin, Miguel Concha, Víctor Flores Olea, Pablo
González Casanova, Miguel León-Portilla, Luis de la Peña,
Norma de los Ríos, Adolfo Sánchez Vázquez, Jorge Turner
y Luis Villoro.
En el texto señalan que la violencia contra las
elecciones convocadas por el Consejo Universitario no sólo son reprobables
desde cualquier posición política o moral, mínimamente
democrática y universitaria, sino que también "han alcanzado
proporciones insólitas". Ni siquiera pueden ser explicados como
producto de una posición de ultraizquierda, agregan.
"No puede olvidarse que estos actos perjudican a la universidad
y le restan prestigio y presencia pública, en idéntica línea
de quienes han destruido otras instituciones de carácter nacional,
popular y democrático", dicen los catedráticos.
Señalan que la mejor forma de destruir la universidad
pública y su proyecto de democratización, pasa por la provocación
y la intensificación de la violencia contra profesores, empleados,
trabajadores y autoridades.
"Esa línea de violencia acaba con la vida universitaria
y debilita a quienes hemos luchado y lucharemos siempre porque la universidad
resuelva sus problemas a través de la razón y del diálogo
civilizado. Todo tipo de violencia debe ser excluido de la vida universitaria,
porque hay infinidad de pruebas históricas y en otras partes del
mundo, que muestran que cualquier medida o solución de violencia
termina por favorecer el efecto que se pretende evitar: el cierre de la
universidad."
Insisten en que el diálogo y el debate son los
medios en que han de expresarse las inevitables diferencias universitarias.
Y aunque puede no coincidirse con una representación que en definitiva
resultará del azar de un sorteo: en ese caso la democracia podría
verse seriamente comprometida o limitada por la casualidad. Pero esto ha
de manifestarse por los medios universitarios de la comunicación
civilizada y el razonamiento.