Pide un cambio de actitud en la Iglesia; el
voto, causa de escape enfermizo: José Mantero
Abre sacerdote homosexual debate sobre celibato
REUTERS CORRESPONSAL
Madrid, 3 de marzo. El sacerdote católico
que escandalizó a la Iglesia española tras revelar a una
revista que era homosexual, dice que quiere iniciar un debate en torno
al celibato en la Iglesia.
José Mantero, quien fue rápidamente expulsado
del sacerdocio en un pequeño pueblo del sudoeste de España,
después de que apareció el mes pasado en la primera página
de la revista homosexual Zero, dijo durante una entrevista que su
campaña apenas comienza.
"Hay
algunas señales de que las cosas están cambiando en la Iglesia,
pero hay un debate interno muy intenso", dijo.
Su sentimiento sobre el tema aparentemente fue motivado
por la cantidad de mensajes electrónicos que Zero recibió
desde la confesión pública de Mantero.
"En dos semanas recibimos mil 500 mensajes electrónicos
de sacerdotes y otras personas de la comunidad religiosa, además
de unas 200 cartas, y todavía siguen llegando más", dijo
Miguel Angel López, director de Zero.
La Iglesia participa del debate y tiene una sección
en su ciberpágina en la que contesta "recientes preguntas polémicas",
donde el obispo y el arzobispo de Mantero explican sus posturas.
Después de dos semanas de la confesión de
Mantero, en la que dijo que su vida había sido un infierno durante
tres de sus 10 años como sacerdote, otro religioso rural de un poblado
remoto fue arrestado por sospechas de formar parte de una red de pornografía
infantil en Internet.
Mantero dijo que estaba consternado por el caso y que
no conocía otros dentro de la Iglesia.
"Todo esto se debe al celibato. La gente busca un escape
enfermizo", dijo. "Uno de los motivos por el que no hay suficientes sacerdotes
es por el voto de castidad".
Mantero, de 39 años y aspecto juvenil, con argollas
en las orejas y chaqueta de cuero, amante de la música barroca y
aficionado a montar bicicleta, dice que le sorprendió la rapidez
con que la Iglesia reaccionó ante su caso.
La línea oficial de la Iglesia es que un sacerdote
que rompe el voto de celibato no puede continuar en su puesto.
El arzobispo de Mérida-Badajoz dijo que el problema
no es la orientación sexual del religioso, sino el insulto al voto
de castidad en esa forma pública y escandalosa.
"Al abandonar abruptamente sus deberes parroquiales y
expresar pública y propagandísticamente su ruptura con el
compromiso de castidad, él se ha puesto fuera de la disciplina de
la Iglesia", dijo Ignacio Noguer Carmona, en una carta reproducida por
el cibersitio de la Iglesia católica.
"Eso me obliga, sin lamentarlo profundamente, a retirar
formalmente las licencias ministeriales del señor José Mantero."
Un obispo llamó "enfermo" a Mantero, pero
en general la reacción de la Iglesia ha sido mesurada.
La Iglesia ejerce considerable influencia en España
y 30 por ciento de sus habitantes dicen ser católicos practicantes.
"Hay bastantes sacerdotes heterosexuales que no respetan
el voto de castidad y no reciben el mismo tratamiento que recibí
yo. La actitud por lo general es de 'sigue con la chica mientras nadie
lo sepa'", afirmó Mantero.
Apoyo de feligreses
Mantero ha encontrado apoyo en muchos de sus feligreses
del deprimido pueblo industrial de Valerme del Camino, con población
de 2 mil 500 habitantes, a los que en general no molestaron sus revelaciones.
El ve esto como prueba de que las actitudes sociales están cambiando
más rápido que las de la Iglesia.
Se expresó en pequeña escala el año
pasado, cuando decidió que su posición se había vuelto
intolerable y publicó un ar-tículo titulado "Orgullo homosexual"
en una revista católica local.
Zero, una revista nacional con 150 mil lectores,
luego se puso en contacto con él y lo convenció de que diera
un paso más grande con una foto en la tapa y una entrevista de seis
páginas en su número de febrero.
"Creo que es el primer caso público de su tipo
en la Iglesia católica (...) Hubo otro en España hace unos
25 años, pero el cura fue expulsado de la Iglesia primero, y eso
sólo surgió más tarde", dijo López, director
de Zero.