Estamos al límite; no podemos
aumentar más de 5.25%
Daño moral, mayor al económico por huelga
en la UAM: el rector
Los recursos para salarios vienen etiquetados desde
Hacienda Llama a sectores productivos a involucrarse en la educación
JOSE GALAN
El
rector de la Universidad Autónoma Metropolitana, Luis Mier y Terán,
considera que los 30 días de huelga han provocado un daño
"inmenso" en términos económicos, pero sostuvo que es mayor
el mal moral y en la imagen de la casa de estudios como universidad pública
mexicana, así como en proyectos de investigación.
En entrevista con La Jornada, explica que por cuestiones
financieras y por las políticas públicas hacia la educación
superior por parte del gobierno federal, la UAM no puede ofrecer más
de 5.25 por ciento de aumento salarial a sus trabajadores: "estamos en
el límite de lo que puede aguantar la universidad en términos
presupuestales.
"El trabajador debe entender que el empleo en una universidad
pública es muy especial, porque participa en un plan social de gran
envergadura e importancia", añade. "Mi proyecto de vida ha sido,
es y será la universidad pública. En ella he fincado mi desarrollo,
y siempre lucharé por su defensa. Pero eso se complica cuando ocurren
estas huelgas tan largas. Obviamente, causa un impacto negativo en la sociedad.
Y en eso todos perdemos".
A Mier y Terán se le ve preocupado. A dos meses
de asumir el cargo de rector general la universidad se fue a huelga; un
movimiento, dice, "que nunca debió haberse dado". Como el resto
de las instituciones del sistema nacional de educación superior
pública, su funcionamiento depende de la voluntad de los legisladores,
reflejada en el Presupuesto de Egresos. Y los recursos asignados a la UAM
van a la baja.
"Entendemos que las percepciones de los trabajadores se
han deteriorado. Y no sólo los de la universidad pública,
sino de todo el país. Pero los recursos, todos lo saben, vienen
etiquetados desde la Secretaría de Hacienda, sobre todo para incrementos
salariales. Y aquí, en el Distrito Federal, no hay Congreso estatal
que pueda compensar la caída de los recursos federales".
?¿La universidad, no quiere o no puede ofrecer
mayor incremento salarial?
?No podemos. Estamos muy limitados, y la partida para
salarios está ya establecida. Por eso nuestra oferta de 4.08 por
ciento en prestaciones. El empleado debe entender que si de ese porcentaje
derivamos 1.5 por ciento para el tabulador, la deducción fiscal
se comerá el incremento. Y en las prestaciones no. Por eso pensamos
que la oferta en ese segmento realmente ayudará a la economía
de los trabajadores de menores ingresos.
Nosotros construimos la mejor oferta económica
con los recursos que tenemos disponibles, y limitados como estamos a ofrecer
el 5.25 por ciento, como sucede en otras universidades del país.
Y además, dice, estamos conscientes de que necesitamos
una política de Estado que contemple la enseñanza como una
situación a largo plazo. Y la universidad pública, en particular,
también necesita capacidad de planear a largo plazo. La responsabilidad
de la educación debe ser de toda la sociedad, incluyendo a los sectores
productivos, que no invierten en el desarrollo de la investigación
en ciencia y tecnología.
"Ellos insisten en que las labores de investigación
sólo sean responsabilidad del Estado. Y éste ya no puede,
fiscalmente hablando. Por ello, deben entrar, confiar en la universidad
pública, en sus maestros e investigadores e invertir conjuntamente
con la academia en el desarrollo del país".
No obstante, confía en que la oferta de conocimiento
y talento de la UAM ?una vez terminada la huelga? le permita acceder a
proyectos conjuntos que redunden en recursos autogenerados como compensación
a la disminución de los presupuestos federales.
Pero le regresa la preocupación al rostro. "Todos
los miembros de la comunidad universitaria debemos entender que en otoño
vendrá una nueva negociación sobre los dineros para la universidad.
Y será más complicada que la pasada, a la luz de las políticas
públicas. Y cada vez habrá menos recursos. Si hoy tenemos
una huelga por el 5.25 por ciento de aumento salarial que ofrecemos, ¿qué
pasará el año entrante, cuando una universidad pública
debilitada y con mala imagen trate de obtener mayores recursos para sus
trabajadores y no lo logre? ¿Tendremos otra huelga?".
Por ello, insiste en que la comunidad uamita debe caminar
hacia un proyecto en el que todos estén integrados, "porque ahora
va a ser más complicado garantizar que nuestra universidad continúe
como una institución de excelencia y gran calidad académicas.
Hay que entender que la mayor inversión de la institución
está en su gente, sus trabajadores y sus académicos. Y ya
hemos empezado un proceso de mejoramiento, sobre todo de la planta académica".
Se habla, continúa, de discriminación en
términos salariales, pero también "hay una discriminación
más sutil e importante en términos de lo que las universidades
públicas pueden ofrecer a sus estudiantes. Yo quisiera poder ofrecer
no sólo una mejor planta académica, sino también mejores
servicios al estudiantado".