ENTREVISTA
Roberto Madrazo Pintado
Queremos un PRI sin corrupción, que luche por
causas sociales
ROSA ELVIRA VARGAS Y ENRIQUE MENDEZ
Por la actitud y las expresiones de Roberto Madrazo Pintado,
pareciera que la elección del domingo en el PRI será un mero
trámite. No contempla margen de derrota porque "sería muy
difícil de explicar cómo se perdió cuando todas las
encuestas nos favorecen''. Y acerca del anunciado uso de mapaches,
asegura: "nosotros no los traemos; espero que quien los tenga no los suelte".
Madrazo se ofrece como la opción incluyente, plural
y abierta, pero ubica desde hoy sus límites y "pinta su raya" en
la coyuntura que más preocupa al partido. En el presunto desvío
de recursos de Pemex a la campaña de Francisco Labastida Ochoa no
ve una declaración de guerra del gobierno contra el PRI.
Suma su propia exigencia: "Necesitamos saber si ese dinero
entró o no a la tesorería del partido. El PRI no puede permanecer
mudo. La nueva dirigencia no solapará actos de corrupción
y la autoridad necesita profundizar la investigación apegada a derecho''.
Para demostrar que él no es "el candidato de Los
Pinos" ni del presidente Vicente Fox, censura la ausencia de un proyecto
claro, la política del zig-zag; de plano, "no le veo rumbo''.
Las
oficinas de campaña de la fórmula Roberto Madrazo-Elba Esther
Gordillo ubicadas en Polanco (propiedad de Javier Sánchez Campuzano)
son un hervidero de viejos políticos y de ujieres. El estacionamiento
está ocupado por el sistema de cómputo que recibirá
la información de los votos el domingo, y tiene un master
capaz de enviar señales de radio y televisión.
Madrazo apenas se da descanso para intercalar una entrevista
con medios impresos y un enlace radiofónico o televisivo. La maestra
Gordillo, fiel a su costumbre, llega demorada a una entrevista.
Eso sí, cada uno tiene su propio jefe de prensa
y un salón especial -con mesas de caoba, cámaras de televisión
y banderas de México a sus espaldas- donde responder a los cuestionarios.
Ady García recibe e introduce a los periodistas que verán
a Madrazo Pintado, y José Eduardo Campos hace plática a los
que hablarán con su jefa.
En tanto, por pasillos, salas y vestíbulos se mueven
atareados políticos como Carlos Reta o Carlos Jiménez Macías...
Meseros y ama de llaves de riguroso uniforme ofrecen café a las
visitas y ayer por la mañana se mostraban preocupados porque ya
era mediodía y el jefe aún no había desayunado.
En la media hora que habla con La Jornada, el tabasqueño
resuelve las interrogantes sin deponer su habitual sonrisa. Nada lo perturba.
Si alguno de los temas tratados en la conversación le modificara
el gesto, tampoco se habría notado porque en él, el maquillaje
no sólo cubre las imperfecciones del rostro.
-¿Cuál es su proyecto de partido?
-Planteamos un partido que luche por causas y por una
clara agenda social que nos dé la posibilidad de interlocución
con los gobiernos. Como los partidos se nos corrieron a la derecha porque
el mundo se fue en esa dirección, hoy el PRI tiene que recuperar
su centro perdido, recuperar la socialdemocracia. Nuestro propósito
es tener un partido moderno, plural, incluyente, abierto, responsable,
que sea de todos y no de unos cuantos, que privilegie la democracia en
los procesos de selección de sus candidatos y de sus dirigentes.
-¿Qué ve de malo o qué no le gusta
del proyecto de Beatriz Paredes?
-Respeto lo que ella propone pero nosotros vamos a ganar
con nuestras ideas. El partido necesita una gran reconciliación
con el priísmo regional, que ha sufrido la cultura del abandono
por parte del CEN y le ha despertado un gran resentimiento.
-¿Llegar a la dirigencia del PRI sería para
usted un paso previo para arribar a Los Pinos en 2006?
-Tenemos que pasar primero la aduana del 2003, porque
realmente es la competencia que nos puede dar la oportunidad, como partido,
de entrarle a la final del 2006.
-¿Pero en el proyecto personal de Madrazo?
-Está el 2003. Mi esfuerzo está centrado
en ese año; primero hay que transitar esa frontera desde la dirigencia
del PRI.
-¿Podría explicar su relación con
Carlos Salinas de Gortari?
-No existe. Ese ha sido un mito fabricado por quienes
quisieron que les entregara el gobierno (de Tabasco) en enero de 1995,
y como no se los entregué, han tratado de crear ese mito.
-¿Entonces no es usted el candidato del ex presidente
Salinas, como se dice también que Beatriz Paredes lo es de Francisco
Labastida?
-Por supuesto que no. En mi caso no es así. Déjenme
recordarles que cuando quise ser gobernador, el entonces presidente (Salinas)
optó por Salvador Neme Castillo y no por mí.
-Han pasado muchos años de eso, en el camino pudieron
reconciliarse...
-¡No, no, no...!
En este punto Madrazo Pintado rechaza la visión
que lo ubica como alguien que polariza mucho más de lo que puede
conciliar en el PRI. Insiste en que ha luchado por la democracia en el
partido y concede: "Siempre he sido digno, no agachón, y no apruebo
nada que vaya en contra de mi conciencia e ideales. Eso quizá genera
polémica, pero me he mantenido congruente''.
-¿Y dónde deja las acusaciones de que se
roba votos y elecciones?
-Esos descalificativos son mitología del siglo
pasado.
-¿Por qué en sus discursos casi no se escuchan
críticas al gobierno de Vicente Fox?
-Sí las hay. He dicho, no de ahora, que la economía
neoliberal ha empobrecido a los mexicanos y que cambiamos de partido en
la Presidencia de México pero no el modelo que sigue lastimando
la economía familiar. Requerimos cambio en la dirección,
no vemos rumbo, no vemos un proyecto claro. Nos preocupa la política
del zig-zag, del bandazo, porque el pueblo no sigue a quien no tiene
claro el camino y eso lo vemos permanentemente en las decisiones que está
tomando este gobierno.
-¿Quiere decir que hoy no hay rumbo en México?
-Yo no lo veo. Necesitamos construirlo. Vivimos ya el
primer año de alternancia pero no vemos que haya efectos positivos.
Hemos iniciado el año de la transición política en
el país con los costos del aprendizaje. El PRI todavía no
aprende a vivir sin el Presidente, el PAN todavía no aprende a tener
Presidente y el PRD sigue en sus luchas internas que le impiden consolidar
su avance.
"Todos los partidos tenemos crisis, no sólo en
México sino en el mundo. Ganan hombres carismáticos pero
no siempre ganan las propuestas, que son opacadas por la publicidad y la
mercadotecnia."
-Alfonso Durazo, el secretario particular de Vicente Fox,
ha confirmado que sí se han reunido usted y el Presidente. Esto
ha dado pie a pensar que usted es el candidato del mandatario para dirigir
el PRI.
-¡Je, je, je! Hace mucho que yo no veo al Presidente,
pero además, no busco el voto de Los Pinos ni el de los panistas.
Busco el voto de la militancia del PRI, de los ciudadanos.
-A más de dos años del proceso interno,
¿ha cambiado tanto el PRI y el país para que aquella derrota
frente a Francisco Labastida hoy sea un triunfo?
-La sociedad sí cambió, pero el PRI no.
Desde 1999 su esquema sigue siendo el de un partido alejado de los compromisos
sociales, mantiene la cultura del silencio, que es casi complicidad con
lo que pasa en el país. No hemos escuchado su voz alzarse con una
propuesta, por ejemplo, en torno del alza de las tarifas eléctricas.
"Queremos un PRI con voz, que no represente los intereses
de los grupos y defienda sus privilegios, sino rescatarlo con la militancia
para abrirlo y que la sociedad pueda identificarse con él. Hoy,
el reloj del PRI no marca la misma hora que el reloj de la sociedad, hay
que ponerlos a tiempo y este proceso servirá para ello."
-¿Cuando ve a Fox no siente internamente que usted
sí pudo haberle ganado en las elecciones del 2000?
-Lo que veo es que perdimos una gran oportunidad. Veo
cómo los grupos de poder conservaron una candidatura, pero el PRI
perdió la Presidencia de la República por la simulación,
por el autoengaño del proceso interno. Siempre he creído
que una victoria no es para siempre y que una derrota no es eterna.
-Ese grupo que usted señala y que perdió
la Presidencia, ¿tendrá que irse del partido si usted gana?
-No se trata de excluir sino de modernizar y abrir el
PRI, que no es ni debe ser rehén de los grupos. La exclusión
del partido nos costó en 1987 la formación de un nuevo partido
político nacional. En aquel entonces se hubiera dado el debate del
proceso interno y conjuntado las diferentes visiones, pero la unidad del
PRI hoy no radica en que la decrete Dulce María Sauri, sino en el
respeto a la opinión diferente.
-¿Cómo define la gestión de Ernesto
Zedillo?
-La historia juzgará lo que hizo.
-¿Pero usted...?
-No tengo una opinión, dejo que la historia lo
haga.
-¿Qué piensa de Andrés Manuel López
Obrador y de Dulce María Sauri?
-López Obrador es un tabasqueño al que deseo
le vaya bien en su gestión de gobierno. Y Dulce María, ella
está por terminar su mandato el 4 de marzo, en un tiempo difícil,
complejo para el partido, y que llega sin fracturas a este proceso interno.
Ese sería, sin duda, un rasgo valioso de su gestión.
Roberto Madrazo insiste aquí que el jefe de Gobierno
capitalino, su paisano, es su adversario, no su enemigo, y dice esperar
que atienda sus funciones y no se entrometa en un proceso que no es de
su partido, pues una acción de éstas "se ha especulado mucho
por la relación que tiene con la otra fórmula".
-Beatriz Paredes ya presentó su declaración
patrimonial y usted dice que también la entregará, ¿es
así?
-Yo la presenté y ahí está, conforme
a la ley.
-¿Y a cuánto asciende su fortuna?
-Nada obliga a hacerla pública, je, je, je. Es
un acto de espectacularidad (de Beatriz) porque sabe que va perdiendo la
elección.
-¿Cómo se han dado los acontecimientos,
cuál es su postura en el caso Pemex?
-Se debe ir a fondo. Existe duda sobre si
las especulaciones y las filtraciones son reales. Se requiere
que la investigación se apegue a derecho, que concluya con la certidumbre
política que necesitamos, y si hay un ilícito, que se castigue.
La próxima dirigencia no solapará actos de corrupción.
Se requiere que el partido, que Dulce María, rindan cuentas. Necesitamos
saber si ese dinero entró o no a su tesorería. El PRI no
puede estar mudo ante este acontecimiento, necesita esclarecer los hechos
porque hasta ahora su respuesta ha sido muy tibia.
-¿Y qué dice de la actitud de los responsables
de la campaña?
-Los propios involucrados, Beatriz Paredes, Dulce María,
Eduardo Bours, han tratado de aclarar lo que pasó en su campaña.
Yo, desde afuera, como militante, sí veo que necesitamos asegurar
que el partido tenga credibilidad; necesitamos saber la verdad. Si alguien
le falló al PRI es en lo individual, no es el partido, y por lo
tanto tiene que haber un deslinde sobre estos hechos.
-¿Entonces, usted no comparte que se trate de una
declaración de guerra del gobierno contra el PRI?
-¡No, por supuesto! Cómo vamos a sentir una
declaración de guerra por los actos que alguna persona cometa, estaríamos
en el peor de los mundos. Como partido somos una cosa, los individuos fallan,
habrá que sancionarlos si así se establece que fue, pero
aún no lo sabemos.
-¿Quiere decir que el PRI cobija hoy a quienes
presuntamente cometieron ilícitos?
-El PRI no son los dirigentes, lo conforman sus militantes,
y ellos exigen que esto se esclarezca conforme a la ley.
-Hasta donde se sabe, las personas que están bajo
arraigo judicial y que han declarado en el caso Pemex eran colaboradores
del PRI.
-¡Pues sí!, pero de una campaña, y
quienes participaron en ella han tratado de aclararlo.
-Beatriz Paredes asegura que podrá ganar el domingo,
siempre y cuando no suelten a los mapaches...
-Bueno, nosotros no los traemos. Espero que quien los
tenga no los suelte, porque vamos arriba en todas las encuestas. Sería
muy difícil explicar cómo se perdió una elección
cuando todas las encuestas favorecían a una fórmula.
-Pero entre priístas, nunca se sabe...
-Nosotros estamos jugando con reglas muy claras, no usamos
el acarreo.
-Humberto Roque Villanueva ya autorizó su uso.
-Nos preocupa esa declaración; legaliza el acarreo
en un partido que busca transformarse y requiere credibilidad para que
el voto digno, responsable, se respete. Legalizar el acarreo me
parece un mal precedente para la democratización del partido.