A los mexicanos les faltó lo que le sobró
al rival: contundencia
El Tri reprobó el examen; Yugoslavia
ganó 2-1
Kezman y Milosevic hicieron los goles europeos, mientras
Mendoza hizo el de México
Phoenix, 13 de febrero. La selección mexicana
de futbol reprobó esta noche un nuevo examen camino al Mundial Japón-Corea
del Sur. El representativo de Yugoslavia ganó 2-1 el duelo amistoso
celebrado en el estadio Bank One Ball Park, que, obviamente, estuvo ocupado
en su mayoría por seguidores del Tricolor.
Los mexicanos tuvieron un mejor arranque en el trámite.
Mantuvieron el control del balón y al minuto 12 pusieron en serios
aprietos la meta defendida por Dragoslav Jevric, cuando Jesús Arellano
filtró un gran pase por el lado derecho para Javier Saavedra, pero
el zaguero de Tecos desaprovechó la oportunidad al mandar el esférico
directo a la humanidad del arquero.
Arellano se movía como pez en el agua; sin embargo,
poco a poco fue desapareciendo del partido, mientras el equipo se iba al
abismo de la mediocridad. Los yugoslavos, sin esforzarse demasiado y lejos
de una actuación brillante, empezaron a mostrarse como cuadro solvente
y contundente.
Al minuto 19 Jugovic trató de bombearle el balón
al portero Oscar Pérez, al percatarse seguramente de su corta estatura.
No tuvo éxito, pero al 37 vino un centro desde el sector izquierdo.
El veterano capitán mexicano Claudio Suárez ganó el
salto y rechazó la pelota, pero ésta fue a caer a los pies
de Mateja Kezman, quien de potente derechazo venció al Conejo
para establecer el 1-0.
Antes del descanso, al 43, Yugoslavia aumentó su
ventaja. Esta vez Mijatovic envió un servicio desde la banda derecha;
en el área apareció completamente solo el peligroso Savo
Milosevic, quien remató con la cabeza. Oscar Pérez corría
en sentido contrario a la pelota y no pudo hacer nada para evitar el 2-0.
Los yugoslavos no sólo mostraron su contundencia,
sino también que saben meter bien la pierna.
Para el complemento el técnico mexicano Javier
Aguirre cambió a Ochoa por Jesús Mendoza, y el americanista
le respondió con creces. No únicamente por su anotación,
sino porque desde el minuto 55 lanzó un disparo lejano que con apuros
desvió el guardameta Jevric a tiro de esquina.
Pero a los mexicanos les hacía falta algo más
para reaccionar. Arellano no fue el mismo del arranque y un conato de bronca
que provocó Ramón Morales, cuando quiso ayudar a un yugoslavo
en uno de los numerosos cambios, no auguraba nada bueno.
Sin embargo, al 74 sonó el despertador para el
Tricolor. Arellano alcanzó a mandar un centro desde la línea
final por el sector derecho y en el área Mendoza le ganó
el salto a un rival, para con un cabezazo poner el 2-1.
Los mexicanos se animaron más, pues al 79 Stankovic
se ganó su expulsión al golpear arteramente a Daniel Osorno.
La mesa estaba puesta, porque Yugoslavia se descompuso además con
tantos cambios en su alineación. Seguían metiendo la pierna,
pues el árbitro se los permitió, pero ya no fue el equipo
práctico y solvente.
México fue adelante, pero le faltó fuerza
e inteligencia para inquietar verdaderamente al guardameta Jevric. La última
oportunidad para el Tri fue cuando cobró una falta por el
lado izquierdo y Jared Borgetti apareció por fin en el área;
se anticipó bien a su marcador, logró conectar con la cabeza,
pero el balón salió por arriba del marco yugoslavo.