Miércoles 12 de febrero
de 2002 |
n La invasión fue hecha por el Colegio Quintana Roo |
Diputados del PAN derribarán la barda que se usó para apropiarse una calle |
q Se corrompió a funcionarios del ayuntamiento poblano |
Fermín Alejandro García n |
Los propietarios de
la escuela particular Colegio Quintana Roo, ubicada en el
Circuito Interior de la ciudad de Puebla, construyeron
una barda para apropiarse de la mitad del ancho de una
calle, situación que impide a los vecinos poder pasar
con sus vehículos. Dicho abuso fue posible a un permiso
que concedió Javier Lleverino Sánchez, director de
Administración de Desarrollo Urbano del ayuntamiento,
quien "fue corrompido" para entregar esa
licencia. Lo anterior fue expuesto por los diputados panistas çngel Alonso Díaz Caneja y Roberto Grajales Espina, quienes hoy a las 15 horas van a derribar el muro. Establecieron que esa acción no constituye un delito, pues se trata de una pared que está en una área pública, y además, es un obstáculo para el uso de un bien público como es la calle Andador San Baltazar. En la rueda de prensa en que los panistas dieron a conocer el asunto del muro estuvieron presentes vecinos de la junta auxiliar de San Baltazar Campeche, quienes aseguraron que los dueños de la escuela ofrecieron dinero a varias autoridades para apropiarse de tres de los seis metros de ancho que tiene la calle. Los legisladores del PAN dijeron que al parecer el conflicto fue alentado por funcionarios del ayuntamiento para que sea el primer problema que enfrente el nuevo alcalde de Puebla, el panista Luis Paredes Moctezuma, quien tomará posesión el viernes entrante. Por esa razón hoy se van a apresurar a derribar el muro y exigir que la administración actual resuelva el asunto antes de concluir su mandato. Por su parte, el funcionario que fue implicado, Javier Lleverino Sánchez, declaró que ya se había ordenado la suspensión de la obra, pero los dueños de la escuela ganaron un amparo contra esa determinación del ayuntamiento. Al respecto, Díaz Caneja dijo que efectivamente un juez federal otorgó un amparo, pero fue contra la forma en que se ordenó la suspensión de la obra, el juzgado no dictaminó si era correcta o no la construcción de la barda con que los dueños del Colegio Quintana Roo se apropian de la mitad de una calle. |