Desmiente ministro anulación de juicios contra corralitos; sólo la tramitación del proceso, dice

Denuncia Duhalde campaña de especulación monetaria

REUTERS, DPA Y AFP

Buenos Aires, 9 de febrero. El presidente de Argentina, Eduardo Duhalde, denunció este sábado una campaña impulsada por los sectores de la especulación destinada a provocar alzas al precio del dólar -que desde el lunes flotará libremente en el mercado local de divisas- y que pretende generar un clima de hiperinflación.

De su lado, el ministro de Justicia, Jorge Vanossi, aclaró que el decreto emitido el lunes pasado por el Poder Ejecutivo no suspendió por 180 días los juicios contra las vigentes restricciones financieras o corralito, sino sólo la tramitación del proceso.

Vanossi destacó que el decreto firmado por el presidente y todos sus ministros "habla de una suspensión de la tramitación", por lo que "de ninguna manera se ha anulado la acción", sino que "el derecho que se ejecuta está intacto".

El viernes, un juzgado federal declaró la inconstitucionalidad del decreto presidencial por considerar que vedar de forma generalizada la posibilidad de los ciudadanos de cuestionar la medida relativa al corralito, implica el avasallamiento del derecho de tutela judicial efectiva.

El ministro aseguró que el derecho de los ciudadanos no está denegado, y que el que quiera presentar la petición correspondiente lo puede hacer.

Duhalde intentó hoy desalentar a los que apuesten al dólar, al asegurar que el gobierno tiene las divisas necesarias para hacer bajar el valor de la moneda estadunidense y asegurar un buen comienzo de la flotación libre del peso.

"La población debe tener cuidado, toda vez que dicha campaña busca que la gente "incautamente compre dólares a cualquier precio y cuando el valor de la divisa estadunidense comience a bajar, porque Estados Unidos tiene recursos para que baje el dólar, van a perder plata", afirmó el mandatario.

En su programa radial Conversando con el presidente, Duhalde denunció intentos de provocar miedo entre la población sobre una estampida del dólar y un pico hiperinflacionario a los "sectores que se han beneficiado durante más de 10 años con una política que beneficiaba lo financiero".

Aseguró que la estrategia está orientada a generar en Argentina un clima de inseguridad, y aunque admitió que durante los primeros días el dólar puede sufrir un aumento, el gobierno tiene las reservas para hacerlo bajar. "Si somos capaces de mantener fuertemente esta devaluación sin que haya una hiperinflación, vamos a salir todos beneficiados", mencionó.

También, el presidente convocó para el lunes a la Casa de Gobierno a empresarios de distintos sectores para aplicar medidas que eviten una brusca alza de los precios de productos de primera necesidad.

Confianza en la visita de Schroeder

De otro lado, el presidente confió en que la visita del canciller alemán, Gerhard Schroeder, el próximo jueves a Argentina, permitirá a este país, "gracias a su influencia, obtener ayuda del Fondo Monetario Internacional (FMI).

En una entrevista que el diario alemán Welt am Sonntag publicará mañana, Duhalde reconoció que Argentina ha perdido credibilidad debido a una política económica imprevisible, pero "no podemos vivir aislados"; y subrayó que Argentina necesita con urgencia el respaldo multilateral para superar la más grave crisis de su historia.

Además, el presidente argentino espera que la visita de Schroeder, la primera de un jefe de gobierno de un país del grupo de los siete más industrializados del mundo (G-7), favorezca la relación con la Unión Europea (UE).

En la misma entrevista con Welt am Sonntag, Duhalde defendió su programa anticrisis. "Nuestra propuesta es realista y creemos que podremos cumplir las metas", indicó.

Precisamente, el G-7, que se reunió este sábado en Ottawa, Canadá, para discutir fórmulas que impulsen la recuperación económica global y superar la crisis argentina, afirmó que este país dio pasos en la buena dirección, pero debe continuar trabajando estrechamente con el FMI y la comunidad mundial para salir de la crisis.

"Saludamos como paso en la buena dirección los recientes anuncios de las autoridades argentinas", señaló un proyecto de resolución de la reunión, en el que conminó al gobierno de Buenos Aires a seguir trabajando con el FMI y la comunidad internacional en un programa de reforma financiera y socialmente sostenible que mejore las perspectivas para el crecimiento y futuras inversiones.

El ministro de Finanzas de Canadá y presidente del G-7 para el año 2002, Paul Martin, dijo que el grupo apoya las medidas tomadas por el momento por el gobierno del presidente Duhalde, pero la responsabilidad de diseñar una estrategia coherente recae sobre Argentina misma como, será el caso de cualquier otro país.

De su lado, el ministro francés de Economía y Finanzas, Laurent Fabius, instó a sus pares del G-7 a respaldar una pronta ayuda para Argentina, tras advertir que una demora podría poner en riesgo la democracia de este país.

En Cáceres, España, donde se reúnen los ministros del Exterior de la Unión Europea, el canciller español, Josep Piqué, señaló que el gobierno de su país apoya las medidas tomadas por Argentina y manifestó su deseo de que la reforma política argentina sirva para fortalecer las instituciones del país y consolidar su democracia.

Por otro lado, el Ministerio de Salud y el ejército argentinos fabricarán medicamentos para entregar a centros asistenciales y evitar el desabasto generado por la falta de recursos del Estado y por el aumento de entre 10 y 30 por ciento de los fármacos luego de la devaluación.